El Barça buscará la gloria en Wembley

El FC Barcelona estará en la final de la UEFA Champions League. Tras una trepidante eliminatoria ante el Real Madrid CF, los azulgranas empataron a uno en esta vuelta y lucharán por la gloria en el mítico Wembley, el escenario de su primer entorchado en 1992. Tras la decepción del Bernabéu los blancos buscaron la reacción con un planteamiento más ofensivo, pero se vieron superados por la máquina de fútbol azulgrana. Los pupilos de Josep Guardiola lucharán este 28 de mayo por su cuarto título de la UEFA Champions League.

Una impresionante tromba de agua saludó a ambos equipos en su último 'Clásico'. Con el pase a la gran final de Wembley en juego, el Barça salió con los hombres previstos. Carles Puyol regresó al lateral izquierdo y un Javier Mascherano cada vez más consolidado como cierre se ubicó en el centro de la zaga con Gerard Piqué. Tras el regreso a una convocatoria de Eric Abidal, Andrés Iniesta fue la otra gran novedad tras faltar en el encuentro de ida. Las sorpresas llegaron por parte de un Madrid obligado a arriesgar para estar en la gran final. Kaká y Gonzalo Higuaín fueron de la partida en busca de la magia y la velocidad necesarias para dar la vuelta a la eliminatoria. Mesut Özil fue el gran sacrificado.

Los nervios protagonizaron los primeros compases entre dos equipos a tope de revoluciones. Sin embargo, un cambio se notó en el Madrid respecto a los anteriores 'Clásicos'. Esta ocasión no fue un Madrid tan encerrado atrás, al menos en el arranque, sino un equipo con una mayor predisposición a jugar con el balón. El contraataque fue su mejor arma y Cristiano Ronaldo su mejor argumento. El problema es que robar la posesión al Barça es cosa seria.

No hubo ocasiones en estos primeros minutos, pero el choque fue frenético, sin tregua por parte de ningún bando. Sergio Busquets fue el primero en llegar al área rival en el 22’ con un cabezazo franco a la salida de un saque de esquina que detuvo bien Íker Casillas. Pero en el último cuarto de hora los marcajes ya no fueron tan férreos y el encuentro se animó. Lionel Messi, muy activo en todo el frente del ataque, tuvo dos buenas ocasiones y David Villa se encontró con una impresionante estirada de un Casillas que salvó a los suyos con intervenciones de mérito.

El Madrid había salido vivo de este primer tiempo y afrontó sus últimos 45 minutos para rozar la proeza. Tenía que arriesgar para estar en la final. Sin embargo, fue el Barça el que dio el golpe definitivo a la eliminatoria. Corría el minuto 54 cuando Iniesta recibió el esférico y elevó su cabeza para dejar patente su condición de jugador especial. Allá en donde a la mayoría se les apagan las luces, Iniesta filtró un fantástico pase entre varios defensores blancos que dejó a Pedro Rodríguez ante Casillas. El canario no falló y dejó el pase muy complicado para el Madrid.

Con la entrada de Emmanuel Adebayor y Özil los blancos tuvieron más mordiente en el ataque y pronto encontraron su recompensa. En el 64’ Ángel Di María se marchó de Mascherano con un impecable túnel y enganchó un disparo que chocó en el palo. El rechace volvió a caer a pies del argentino, que cedió para que Marcelo firmase las tablas e inyectase moral a los suyos. Pero el Barça retomó el control del encuentro y apenas dejó que los blancos volviesen a crear peligro mientras que Eric Abidal volvió a disponer de minutos tras varios meses de baja por una operación en el hígado.

Con este empate el Barcelona regresa con justicia a Wembley, un estadio muy especial para el aficionado azulgrana. Aquel lanzamiento de falta de Ronald Koeman en la prórroga ante la UC Sampdoria llevó a Barcelona la primera Copa de Europa del club en 1992. Este 28 de mayo luchará por su cuarto título. Manchester United FC o FC Schalke 04 serán sus rivales. La gloria está cada vez más.