Ronaldo conquista el fortín de Gerland
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Resumen del artículo
Olympique Lyonnais - Real Madrid CF 0-2
El luso alcanzó su gol 100 con el equipo blanco y cerró el pase a octavos de final del intratable equipo español.
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El Real Madrid CF logró cerrar su pase a octavos de final de la UEFA Champions League tras imponerse en Stade de Gerland, un estadio donde nunca había ganado, por 0-2 gracias a dos goles de Cristiano Ronaldo que le permiten alcanzar los 100 goles como jugador blanco en todas las competiciones.
Salió José Mourinho de inicio con Karim Benzema para enfrentarse a su ex equipo en lugar de Gonzalo Higuaín, y con Lassana Diarra y Fábio Coentrão en los laterales tras confirmarse ayer las bajas de Álvaro Arbeloa y Marcelo. Además al no poder contar con Kaká la manija del equipo fue a parar a Mesut Özil, mientras que Rémi Garde optó por Cris y Dejan Lovren como pareja de centrales dejando en el banquillo a Bakary Koné, que si fue titular hace dos semanas en el Estadio Santiago Bernabéu.
Los primeros compases no tuvieron dominador claro. El Lyon salió con intensidad y presionando bastante arriba al Madrid y el conjunto visitante probó pronto a Hugo Lloris con un disparo lejano de Cristiano Ronaldo. Pero en cuanto se asentaron ambos equipos sobre el césped el control del choque fue cogiendo color blanco y así llegó la primera ocasión clara en un uno contra uno que Benzema no supo resolver ante el portero de su selección nacional.
El paso de los minutos fue incrementando el peso en el partido de Xabi Alonso y de Özil y eso fue haciendo daño progresivamente al equipo de Garde. Los pases largos del centrocampista español sorprendían constantemente a los laterales del Lyon y el mediapunta alemán desbordaba por el interior obligando a los defensores locales a cometer faltas para frenarle. Y precisamente fue a través de una falta como se adelantó el Madrid en el marcador.
Cristiano Ronaldo sacó a relucir una de sus especialidades y con un disparo seco y potente al palo de Lloris adelantó al equipo de la capital de España en el minuto 24. Un tanto que comprometía las opciones del Lyon en el Grupo D y que inmediatamente hizo reaccionar al equipo de Gerland. Yoann Gourcuff retrasó un poco su posición para tocar más balones y Bafétimbi Gomis también intentó hacerse más visible. Pero el momento de forma del Madrid es excelente y poco podía hacer el conjunto local para evitar las acometidas blancas. Ángel Di María primero y Benzema después estuvieron muy cerca de doblar la ventaja de no ser por un atento Lloris.
Poco después Lovren se tuvo que retirar lesionado y entró en su lugar Koné, aunque con el central de Burkina Faso no mejoró la situación para el OL. La llegada del descanso fue la mejor noticia de la primera parte para los locales, que saltaron al campo con más mordiente en la reanudación. Pero el Madrid tampoco salió dormido y pronto empezó a amenazar el marco de Lloris con un Lass muy activo por banda derecha.
Pese a ello el partido estaba mucho más igualado que en el primer periodo y los esfuerzos defensivos fueron derivando poco a poco en entradas excesivamente duras y en constantes interrupciones. En ese tipo de partido también se movió mejor el cuadro de Mourinho, aunque un par de latigazos de Ederson pudieron significar el empate de no ser por un Iker Casillas siempre en alerta. Y en mitad de la confusión apareció de nuevo Ronaldo para forzar un penalti, transformarlo y hacer su gol número 100 con el Real Madrid en todas las competiciones.
Este segundo tanto descafeinó el último cuarto de hora del partido. El Lyon bajó los brazos y el Madrid, casi sin esfuerzo, disfrutó de varias ocasiones que no se transformaron en gol por culpa de un impresionante Lloris. El portero de la selección francesa era el único jugador de su equipo a la altura del partido junto con Ederson.
A pesar de ello en el minuto 76 Jimmy Briand envió un balón al larguero con un buen remate de cabeza y un par de minutos después Koné tuvo también la opción de recortar distancias con la defensa del Madrid algo despistada. Esto despertó a la afición del Stade de Gerland y los hombres de Garde apretaron hasta el final tirando de amor propio. Pero el resultado no varió y el Madrid sella su pase a octavos, todavía no como primero de grupo, tras ganar los cuatro partidos que ha jugado marcando diez goles y no encajando ninguno.