Doumbia saborea el triunfo

"Una gran sensación" fue la forma con la que Seydou Doumbia describió el momento en el que hizo su gol para el PFC CSKA Moskva en el dramático 1-2 en el triunfo frente al FC Internazionale Milano que asegura al Equipo del Ejército pasar a los octavos de final de la UEFA Champions League.

Para clasificarse, el equipo de Leonid Slutski debía vencer al campeón de Europa de 2010 a domicilio, mientras que el otro partido del Grupo B entre LOSC Lille Métropole y Trabzonspor AŞ debía acabar en empate. Ambas circunstancias coincidieron para felicidad de Doumbia, que abrió el marcador en San Siro gracias a un gol trabajado.

"Estoy realmente feliz porque estaba esperando este momento. Hemos luchado con uñas y dientes hasta el final para conseguir clasificarnos", explicó Doumbia a UEFA.com. "Al descanso miré mi móvil y me habían chivado lo que sucedía en Lille, vi que ninguno de los dos había marcado y que aún iba 0-0. Así que me dije a mí mismo que teníamos que dar todo en los 45 minutos que quedaban porque nunca se sabía. Y después ocurrió lo que todo el mundo sabe".

Cinco minutos después de la reanudación, Doumbia combinó con Vágner Love y Alan Dzagoev para terminar haciendo el 0-1. "No había metido en los dos últimos goles y fue un placer", explicó Doumbia, que acumula 12 goles en el Equipo del Ejército en los últimos diez partidos, así como cinco en lo que llevamos de UEFA Champions League esta temporada. "Cuando vinimos a entrenar el día previo miré alrededor y pensé que iba a disfrutar jugando aquí porque el estadio es demasiado hermoso".

Desafortunadamente para el delantero marfileño, que hará 24 años en Nochevieja, Esteban Cambiasso igualó el choque y volvía a dejar fuera a los moscovitas al minuto siguiente del 0-1. Sin embargo, las cosas volvieron al lado de la balanza cuando Diego Milito mandó una pelota al larguero a falta de cinco minutos y el CSKA marcó 60 segundos después con un cabezazo de Vasili Berezutski para dar la victoria y celebrar que el otro partido concluyó sin goles.

"Cuando marcas y el otro equipo te iguala a los 30 segundos es realmente duro", continuó Doumbia. "Pero lo hicimos muy bien para mantener la compostura, la concentración y esperar el momento oportuno para hacer el siguiente gol. Nos negamos a renunciar y seguimos nuestro camino hasta anotar. Yo estaba muy feliz cuando volvimos a anotar, pero no quería dejarme llevar porque no sabíamos lo que ocurría en Lille. Había que ver lo que pasaba en nuestro partido y luego comprobar el otro partido. Pero cuando todo había terminado y nos dimos cuenta que estabamos clasificados la alegría fue tremenda".