UEFA.com funciona mejor en otros navegadores
Para la mejor experiencia posible, recomendamos usar Chrome, Firefox o Microsoft Edge.

Aimar y su gran amor por el fútbol

El mediapunta argentino del Benfica habla con la con la revista Champions sobre la alegría de anotar goles, inspirándose en Lionel Messi, y a los 32 años asegura que no piensa en retirarse.

Pablo Aimar durante una sesión de entrenamiento
Pablo Aimar durante una sesión de entrenamiento ©Getty Images

"Lo mejor en el fútbol es el gol. Y lo peor es perder", asegura el organizador argentino del SL Benfica Pablo Aimar para la nueva edición de la revista Champions. "Los goles son lo que el futbolista anhela. Marcar el primer tanto es mejor que hacer la cuarta o quinta diana en una goleada. Aunque si marcas muchos tantos posiblemente significará que vas a ganar, ¡y eso es bueno también!".

Ahora con 32 años, Aimar llegó a Lisboa procedente del Real Zaragoza hace tres años y se ha convertido en factor fundamental en 'Las Aguilas', que el miércoles visita al FC Zenit St Petersburg en el partido de ida de los octavos de final de la UEFA Champions League tras acabar primero en un grupo en el que acabó por delante de un eliminado Manchester United FC.

Hizo su debut en Buenos Aires siendo un adolescente. Daniel Passarella, por entonces técnico del CA River Plate, convenció a la familia de Aimar a dejar su ciudad natal de Córdoba a los 16 años. A los 18 años hizo su primer gol con el primer equipo.

Después de ayudar a su país a llevarse la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA en 1997 con José Pekerman, un traspaso a Europa era inevitable. Su destino fue el Valencia. Con su compatriota Rubén Ayala en defensa, Aimar formó parte de la columna vertebral del conjunto de Rafa Benítez y terminó siendo campeón de Liga y de la Copa de la UEFA. Pero tuvo que pasar tiempo para adaptarse al fútbol europeo.

"Puede parecer una tontería, pero el césped corto y ligeramente húmedo hace que sea mucho más rápido", asegura Aimar. "Hay una mayor importancia en la velocidad y en las combinaciones. Al principio fue duro".

¿Cómo son de diferentes los métodos de Europa y de América del Sur? "Hay un montón de regates y quizás no tantos sombreros, pero los regates son más rápidos en Europa", confirmó. "Hay un montón de habilidades, tal vez menos en el césped, pero es muy atractivo de jugar y ver".

Al igual que otros grandes jugadores de River Plate como Alfredo Di Stéfano y Omar Sívori, Aimar se inspira en una idea romática del fútbol: entretenimiento a través de la belleza. Él no ganó torneos con Argentina con su talento, pero es filosófico.

"Hay buenos y no tan buenos tiempos. Los jugadores que siempre juegan bien son pocos y muy distantes entre sí. Hay gente que me ha elevado a la altura de los grandes nombres, pero también han dicho cosas malas de mí. Lo importante es ser lo mejor posible en un momento dado. A los elogios y las críticas no hay que darles demasiada importancia".

Antes de que el Benfica se las viese en la fase de grupos con el Manchester United, el técnico Alex Ferguson comentó: "Aimar es al único jugador que temo". Pablo sonríe. "Yo estaba contento cuando Alex Ferguson me elogió antes del partido. ¡Imagina! Un entrenador con su experiencia con muchos años trabajando con los mejores. Es uno de mis mejores momentos como futbolista".

La estrella del Benfica también influyó en la carrera de uno de los mejores jugadores del mundo. Lionel Messi dijo una vez que él no tenía ídolos y que no trataba de emular a otros futbolistas, pero después admitió que: "Cuando tenía 13 o 14 años me encantaba ver a Aimar. Él es brillante y me divertía admirando su juego".

Aimar no puede ocultar su alegría. "Es el mejor jugador del mundo, y probablemente de la historia, y escuchar que elogia mi juego es maravilloso. La falsa modestia es peor que la arrogancia. He sido comparado con grandes nombres. No es algo a lo que aspiraba o esperaba, pero es muy tranquilizador".

A los 32 años, ¿piensa en la retirada? "No. Yo no quiero parar. Nunca he dicho que lo quisiera dejar. Adoro el fútbol. Me encanta entrenar. Y me encanta el vestuario para estar con compañeros que son grandes estrellas, pero en realidad son tíos normales", confirma. "En el campo somos parte de un equipo. Y eso me encanta. Un grupo de chicos que es un equipo. Es fenomenal.

"Pero es un deporte de contacto y se cobra un peaje físico. Es difícil estar siempre en plena forma y he tenido momentos difíciles. Pero nunca me he sentido fuera de esto. Siempre tengo sueños, algunos por cumplir. Siempre puedes sacar lo que no ha funcionado. Pero es mucho mejor centrarse en lo que se tiene".

Este reportaje es una versión editada de la entrevista que aparece en la última edición de la revista Champions. Suscríbete aquí.