Drogba complica el pase azulgrana
miércoles, 18 de abril de 2012
Resumen del artículo
Chelsea FC - FC Barcelona 1-0
Un tanto del delantero al filo del descanso dejó sin valor el buen partido de un Barcelona que tuvo ocasiones para no caer derrotado.
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Esta vez Londres no fue talismán para el FC Barcelona, que cayó por 1-0 ante el Chelsea FC en el partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League. Los azulgranas fueron mejores que su rival, pero perdonaron la vida a un equipo inglés que rentabilizó al máximo su única ocasión a través de Didier Drogba, omnipresente en el ataque. El próximo martes el Barça necesitará su mejor versión en el Camp Nou para alcanzar la final de Múnich.
Los equipos se plantaron en el césped de Stamford Bridge con dos novedades, una por bando. Josep Guardiola priorizó la rapidez al corte y en las coberturas sobre el juego aéreo y dejó en el banquillo a Gerard Piqué para ceder el centro de la zaga a la dupla Javier Mascherano - Carles Puyol. Ellos lidiaron con una fuerza de la naturaleza llamada Didier Drogba. Por parte inglesa, Roberto Di Matteo, consciente de que el Barça sería el dueño del balón, reforzó el centro del campo con Raul Meireles sacrificando a un jugador de talante más ofensivo como Salomon Kalou.
Con este planteamiento no extrañó que el Chelsea regalase la posesión a los azulgranas y se encerrase en su campo. Los ingleses acumularon hombres por detrás del balón en busca de una contra milagrosa, lo que favoreció que el Barcelona firmase un monólogo en el primer tiempo, moviendo el esférico en busca de una rendija en el muro blue con una posesión que siempre rondó el 70%. Tras los minutos iniciales los azulgranas comenzaron asociarse con fluidez y pronto crearon la primera ocasión de peligro.
En el 9' Andrés Iniesta levantó la cabeza y mandó un gran balón a Alexis Sánchez, que había cogido la espalda de los centrales. El chileno se plantó ante Petr Čech y dibujó una vaselina que se estrelló en el larguero. Fue la primera que perdonó el Barça, algo que suele pagarse en una competición de máxima exigencia como la UEFA Champions League. Un minuto después el Chelsea explotó su potencia en el juego aéreo con un saque de banda al mejor estilo inglés que creó problemas en la zaga visitante. Pocas noticias más hubo del Chelsea en materia ofensiva hasta poco antes del descanso, cuando se adelantó en el marcador. Entremedias, el Barça se mostró superior tanto por juego como por ocasiones.
Cesc Fàbregas rozó el tanto en el 17' con un remate que no conectó con acierto desde dentro del área, y lo volvió a intentar en el 26' con un disparo con la zurda, Lionel Messi tuvo un cabezazo en el 28'… El Barça jugaba un gran encuentro, pero perdonaba la vida una y otra vez al Chelsea. Poco antes del descanso entre ambos jugadores, Messi y Fàbregas, cocinaron la mejor ocasión azulgrana. El argentino buscó el desmarque del catalán, cuyo remate fue sacado en la misma línea de gol por Ashley Cole en el 42'. Todo parecía encaminado al empate a cero en el descanso, pero el Chelsea demostró sus credenciales en una demostración perfecta de pegada y acierto.
En una contra de manual Frank Lampard vio el desmarque de Ramires, que galopó la banda y colocó un pase al corazón del área, donde Drogba, un veterano curtido en mil batallas, mandó el balón a la red. Una ocasión y un gol, imposible tener más acierto. Tras la reanudación, y bajo una fuerte lluvia, el Barça continuó con las posesiones largas, casi eternas, en busca del espacio y de los pasillos interiores. Adriano se descolgó del lateral para probar a Čech y Alexis volvió a perdonar lo imposible. Todo en los diez primeros minutos del segundo acto.
Pedro Rodríguez entró al campo para añadir chispa y desborde al juego, pero el reloj comenzó a jugar en contra de un Barcelona que veía cómo era incapaz de ver el camino a la portería de Čech. No lo hizo con la clarividencia del primer tiempo. Las mejores ocasiones llegaron con arrancadas de Messi, cuyos disparos siempre acabaron entre una maraña de piernas. Ya en los últimos minutos, y con los azulgranas ansiosos, Čech volvió a sacar una mano milagrosa a cabezazo de Carles Puyol y Pedro se estrelló en el palo en el último suspiro. Quedaba claro que no era el día de los azulgranas de cara a portería. El martes el vigente campeón necesitará el acierto que no tuvo esta noche si quiere continuar con el cetro continental.