1998/99 FC Dynamo Kyiv - FC Bayern München 3-3: Crónica

Los partidos llegan a momentos cruciales en algún momento, pero pocos pueden ser tan decisivos como éste. A la hora de partido de la semifinal el FC Dynamo Kyiv tenía contra las cuerdas al gran FC Bayern München, venciendo 3-1 y arremetiendo contra el arco rival con un Andriy Shevchenko siempre yendo al frente. Posteriormente Vitaliy Kosovskiy recibió un balón con sólo Oliver Kahn por delante, teniendo la oportunidad de enviar a casa a los alemanes, pero lo que sucedió cambió totalmente la historia del enfrentamiento.

Kosovskiy optó por picarla a la salida del portero y las 88.000 almas que estaban en el Estadio Olímpico contuvieron la respiración antes de resoplar tras ver que el balón salía desviado por encima del larguero. El Bayern seguía con vida y, ahora reforzado, se fue a por el partido. Stefan Effenberg logró un gol tras un gran tiro libre doce minutos antes del tercero tanto marcado por Carsten Janker que selló el empate 3-3 en el marcador.

Todo había comenzado de una forma genial para el anfitrión, cuya calidad había quedado demostrada a los 16 minutos. Valiantin Belkevich fue el generador de todo aquello rematando un balón de volea con la parte externa del pie, Markus Babbel no creyó en su intento, pero Shevchenko si lo hizo, buscó la pelota y certificó el primer tanto venciendo a Kahn al palo largo.

Doce meses antes el jugador de 22 años vivía en un piso con sus padres, pero ahora, tras cautivar a toda Europa con su temporada, contaba con su propia casa. Dos minutos antes del descanso el ucraniano demostró otras de sus cualidades, con el AC Milan tocando a su puerta, marcó el segundo tras un gran tiro libre que evitó todo obstáculo hasta llegar al fondo de la red.

El Bayern respondió casi de inmediato con una jugada a balón parado de las suyas tras sacar una falta a 35 metros de la portería. Desaparecido de todas las acciones, Michael Tarnet reapareció marcando un gran tanto que entró por la escuadra. Kosovskiy volvió a darle la ventaja de tres goles antes del descanso, pero su remate de volea quedó eclipsado por ese fallo en el mano a mano ante Kahn.

"No lloré tras el partido, pero mi decepción era muy grande. Imagino que si hubiese marcado ese gol el Bayern no hubiese reaccionado. Todavía estoy seguro que el Dínamo era más fuerte esa temporada. Los alemanes sacaron tres goles de la nada", recordó el jugador en el 2009. El Bayern firmó una gran remontada en casa, aunque en la final recibieron una prueba de su propia medicina.