Un Milan con diez aguanta el empate

Pese a jugar con uno menos casi 70 minutos, el AC Milan se aseguró un punto que le sirvió para clasificarse a los octavos de final en detrimento del AFC Ajax como segundo del Grupo H de la UEFA Champions League.

Los visitantes crearon varias ocasiones de gol antes y después de la expulsión de Riccardo Montolivo, que se produjo a los 22 minutos, pero una mezcla de buenas acciones defensivas del Milan y de malas decisiones atacantes del Ajax permitieron a los lombardos acabar con la segunda posición de la sección. Los de Ámsterdam habrían conseguido la clasificación en caso de ganar, pero ahora el equipo holandés disputará la UEFA Europa League.

El Ajax comenzó bien y pudo marcar muy pronto tras un gran movimiento de equipo que Cristián Zapata salvó con su cuerpo tras el disparo de Viktor Fischer. De un córner sacado por Lasse Schöne, Christian Poulsen envió el disparo a la madera con Christian Abbiati ya batido.

Tras 19 minutos, un cabezazo de Davy Klaassen obligó al meta del Milan a realizar una gran parada para evitar que el jugador de 20 año siguiese su gran estado goleador, con cinco goles en sus últimos tres duelos de Eredivisie. Las cosas se aclararon un poco más cuando el capitán Montolivo vio la tarjeta roja.

Con el italiano fuera, y sabiendo que un punto era suficiente, el técnico Massimiliano Allegri reemplazó a Stephan El Shaarawy para reforzar la medular con Andrea Poli. Sin embargo, la urgencia del Ajax pareció saciarse tras la expulsión, y el Milan respiró hasta el descanso. El entrenador visitante Frank de Boer no perdió el tiempo y fortaleció su zona ofensiva, introduciendo a Danny Hoesen al descanso, y cinco minutos después Fischer falló en una buena posición tras una gran pared con el suplente. Klaassen también probó suerte desde fuera del área, pero Abbiati siguió igual.

El joven jugador Ajax tuvo una clara ocasión de gol poco después cuando una combinación en el área fue culminado con un poderoso disparo desde la derecha que fue repelido por la bota de Abbiati. Con el tiempo consumiéndose las cosas fueron todavía más frenéticas y llegaron a un punto en el que en la última jugada del partido Klaassen envió una volea por encima del larguero. Fue la señal para que el Milan y sus aficionados respirasen aliviados.