Magia para el ataque blanco

Si este verano quedaba algún aficionado sin conocer a James Rodríguez, a buen seguro que su nombre quedó grabado en la memoria de muchos tras la disputa de la reciente Copa Mundial de la FIFA. Si la cita de Brasil fue un inmejorable escaparate para el lucimiento, nadie lo ha sabido aprovechar mejor que este joven atacante colombiano, nuevo fichaje del Real Madrid CF para la próxima campaña.

El vigente campeón de la UEFA Champions League ha aumentado el nivel de su ya poderosa plantilla con un jugador de prometedor presente y brillante futuro, porque a sus 23 años James ha demostrado en este Mundial su capacidad para lidiar con la presión y echarse a todo un equipo a sus espaldas. Su carrera comenzó en su Colombia natal, en las filas del modesto Envigado FC, donde sus primeros pasos dejaron claro su camino hacia una brillante carrera profesional.

De ahí pasó al CA Banfield, donde disputó ocho partidos en su primera campaña en la máxima división del futbol argentino con apenas 17 años. En la temporada siguiente, la 2009/10, se consolidó en el equipo y a pesar de su temprana edad se hizo un hueco en el once, jugando 30 encuentros de liga. Su calidad no pasó desapercibida al otro lado del océano Atlántico y el FC Porto, un especialista en adquirir jóvenes y nuevos talentos, se hizo con sus servicios.

En Portugal James entró en una etapa de madurez, tanto a nivel personal como deportivo. Su adaptación no fue sencilla en su primera campaña y sólo disputó 15 encuentros en la liga lusa, pero su progresión fue en clara línea ascendente. En el curso 2011/12 anotó 13 dianas y dio cinco asistencias en liga, números muy similares a los de la siguiente campaña (diez y seis). En sus tres campañas en el Oporto, James levantó tres títulos de liga, una Copa de Portugal y la UEFA Europa League de 2011.

Su calidad en faceta ofensiva, su visión de juego, y su desparpajo le valieron su fichaje por el AS Monaco FC, que desembolsó la cifra de 45 millones de euros para hacerse con sus servicios. En su única campaña en la Ligue 1, James continuó destapando el tarro de las esencias. No sólo marcó diez goles, sino que se convirtió en uno de los mejores asistentes del campeonato gracias a sus doce pases de gol. Por si cabía alguna duda acerca de su calidad, todas las buenas maneras que apuntó en este último curso se confirmaron en un espectacular Mundial. 

En el torneo de Brasil lideró a una gran Colombia que quedó eliminada en cuartos de final ante la anfitriona. Para el recuerdo quedó su tanto ante Uruguay en octavos, cuando encadenó con pasmosa naturalidad un control con el pecho y una impecable volea desde fuera del área para anotar el mejor tanto del campeonato. Ahora, James da un paso más en su carrera, quizás ya el definitivo. En el Santiago Bernabéu tendrá la posibilidad de jugar al más alto nivel y demostrar su valía en la máxima competición de clubes: la UEFA Champions League.