El Athletic firma su sentencia

• Jackson Martínez falló un penalti en el 42', cuando el  partido iba 0-0
• El delantero se rehízo en el 56', marcando el primer gol del partido tras una gran jugada personal de Brahimi
• El Oporto es líder del Grupo H con diez puntos y ya está clasificado para octavos de final
• El Athletic, por su parte, buscará la tercera plaza de la sección para pasar a la UEFA Europa League
• Próximos partidos: Shakhtar Donetsk - Athletic, BATE - Oporto (25 de noviembre)

El FC Porto se impuso 0-2 al Athletic Club en la cuarta jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Un gol de Jackson Martínez, que falló un penalti en la primera parte, y otro de Brahimi dieron a los lusos los tres puntos y la clasificación para octavos de final. El conjunto vasco, por el contrario, es colista del Grupo H y ya sólo aspira a la tercera plaza de la sección, esa que da acceso a las rondas eliminatorias de la UEFA Europa League. 

Era una noche especial en Bilbao. La clasificación acuciaba y la parroquia local sabía que la victoria era vital si se quería seguir conociendo tierras del Viejo Continente allá por el mes de febrero. Además, como consciente de ello, la climatología le hizo un guiño al Athletic, al que siempre le ha excitado el hecho de jugar bajo la lluvia. El propio Valverde lo reconoció en la previa del encuentro, estaba harto del calor.

Quizás por ello, y presumiendo que la pelota iba a pasar mucho tiempo en el aire, el técnico local dio entrada a Mikel San José, un futbolista soberbio en el juego aéreo. Guillermo, un dolor de muelas para la zaga del Oporto y autor del único gol de su equipo en el partido disputado en el Estadio do Dragão, tenía la difícil misión de suplir al lesionado Aritz Aduriz. Ander Iturraspe, Iker Muniain o Andoni Iraola, esperaban su oportunidad en el banquillo.

El encuentro comenzó con ritmo, y con el Athletic llevando la iniciativa. Guillermo buscaba una y otra vez la pelota con una movilidad desconcertante, mientras que Beñat bajaba a recibir la pelota para darle claridad a la salida del balón. El Oporto esperaba y buscaba a Brahimi en la banda izquierda. Eso o balón largo para que Jackson la tratara de bajar al verde. En el 12’, el delantero colombiano estuvo a punto de abrir el marcador, pero su remate a centro de Danilo desde la derecha se marchó rozando el palo de Gorka Iraizoz. Poco después, Jackson cargó con amarilla a Gurpegi.

La brega del  colombiano metió a su equipo en el partido, y el Oporto comenzó a rondar con peligro las inmediaciones de Iraizoz. En el 24’, Maicon lanzó una falta envenenada que tuvo que despejar a córner el meta del Athletic. En el saque de esquina botado por Brahimi, Jackson remató solo en el segundo palo, pero su testarazo no encontró portería. Y en el 36’, el argelino ejecutó una falta que rozó la escuadra derecha del Athletic.

El tanto visitante parecía cuestión de tiempo, y en el 41’ Balenziaga derribó a Danilo dentro del área. Jackson, que había sido el héroe luso hasta entonces, se convirtió en villano al mandar el penalti al larguero. Así, y para alivio del Athletic, se llegó al descanso en San Mamés. 

No le quedaba otra al Athletic que arriesgar, y Valverde dio entrada a Muniain e Iraola en lugar de Markel Susaeta y Beñat. Así pues, De Marcos pasó a la mediapunta en busca de movilidad y llegada al área rival. En el 47’, el de Laguardia cruzó en exceso un tiro desde dentro del área. 

Parecía que el Athletic tenía otra cara tras el paso por vestuarios, pero entonces apareció Brahimi. En el 56’, el argelino recibió una pelota en banda izquierda y tras superar a dos defensores puso la pelota para que Jackson marcara a placer. Fue el premio al gran partido del delantero colombiano.

El Athletic necesitaba una reacción primorosa, y ésta estuvo muy lejos de producirse. Hubo un espejismo con un remate de cabeza al palo de Guillermo, pero los portugueses no bajaron la guardia y siguieron demostrando su potencial. Y cuando parecía que nada podía empeorar para el Athletic, llegó el 0-2 en una jugada desafortunada en la que Iraizoz no llegó a controlar un pase horizontal de Laporte. Brahimi recogió el favor y puso el 0-2 en el marcador. 

El resto del partido fue un quiero y no puedo de los vascos. No había fe en el equipo de Valverde y el Oporto no sufrió demasiado para aguantar el resultado y llevarse los tres puntos.