Los mejores equipos de la historia: el Milan de 1988 al 90
sábado, 4 de julio de 2015
Resumen del artículo
"Defendíamos atacando y presionando" recordó Carlo Ancelotti del juego del Milan de Arrigo Sacchi, que dominó el continente europeo a finales de la década de los 80 con un juego espectacular.
Article top media content
Cuerpo del artículo
UEFA.com analiza a los equipos que han cambiado el fútbol. Esta vez, es el turno del AC Milan que ganó dos Copas de Europa consecutivas a finales de la década de los 80.
La edad dorada
El Milan, que llevaba sin conquistar un título dese que ganó su décimo Scudetto en 1979, estaba de capa caída hasta que Silvio Berlusconi llegó como presidente en 1986. El relativamente desconocido Arrigo Sacchi se unió al club como entrenador en el verano de 1987, un momento en el que también llegaron al Milan los holandeses Marco van Basten y Ruud Gullit. El equipo de Sacchi ganó el campeonato italiano en su primera temporada, después la Copa de Europa y posteriormente las correspondientes Supercopa de la UEFA y Copa Intercontinental en las dos siguientes campañas.
Aunque Fabio Capello y más tarde Carlo Ancelotti mantendrían esa posición del Milan como dominador del fútbol europeo, el equipo de Sacchi fue el que marcó una época más memorable. "Nuestro presidente tenía un sueño. Quería construir el mejor equipo del mundo. Cuando yo llegué, encontré un grupo de grandes profesionales que estaban deseosos de ganar títulos, pero solo jugando el fútbol más espectacular", recordó Sacchi.
La edad dorada
Vencer al Real Madrid CF en las semifinales de la Copa de Europa de 1988/89 fue el momento determinante para un Milan que había fichado el verano anterior a su tercera estrella holandesa, Frank Rijkaard. El Madrid era considerado un equipo imbatible en casa, y se esperaba que el Milan se echara atrás y aceptase el castigo en el partido de ida del Santiago Bernabéu. Sin embargo, Sacchi tenía otros planes.
Su equipo llevó la iniciativa y a pesar de su dominio solo consiguió un empate 1-1. No importó demasiado, ya que el Milan venció por 5-0 en la vuelta, donde Ancelotti marcó el primer gol del partido. "El gol de Ancelotti fue un emblema de nuestro planteamiento. Estábamos hambrientos de títulos y decididos a ganar", recordó el centrocampista Roberto Donadoni.
"Fantastique Milan AC!" fue el titular del diario L'Equipe al día siguiente con la victoria por 4-0 en la final ante el FC Steaua București en Barcelona, con dos goles de Gullit y otros dos de Van Basten.
Una filosofía de juego diferente
Comprometido con conceptos como la "inteligencia colectiva", Sacchi pidió "once jugadores activos en todo momento del juego, tanto en defensa como en ataque". Cabe destacar que el entrenador italiano realizó partidos completos durante los entrenamientos sin un balón, diciéndoles a los jugadores donde estaría imaginariamente la pelota para que ellos pudieran responder, y posicionarse, de acuerdo a la jugada.
"La única forma de construir una plantilla es poniendo a los jugadores que pueden jugar en equipo. No puedes conseguir nada por ti mismo, y si lo haces, no durará mucho. Siempre he citado a Michelangelo, que dijo: 'El espíritu guía a la mano'", expresó Sacchi.
El técnico que lo hizo posible
"Nunca me había dado cuenta de que para ser jinete primero debes ser caballo", afirmó el italiano tras recibir críticas que hablaban de la gran habilidad defensiva para liderar un gran equipo como el Milan. Había forjado su camino como entrenador, uniéndose al Milan tras un periplo exitoso en el Parma FC, y estaba determinado a cambiar completamente el tradicional estilo italiano. "Muchos equipos italianos se centraban en la defensa. Todos los equipos jugaban con un líbero y con marca al hombre. En ataque, todo estaba a disposición de las habilidad individuales y la creatividad del '10'", explicó.
Los equipos dirigidos por Sacchi jugaban con un 4-4-2 y defendían en zona, mientras que la distancia entre la defensa y el centro del campo nunca era superior a los 25 o 30 metros. La línea defensiva siempre muy adelantada y con una eficiente trampa del fuera de juego mantenían la presión sobre sus oponentes que no estaban acostumbrados a estar en apuros.
Las grandes estrellas
Franco Baresi: 'Kaiser Franz' era el líbero cuando el Milan de Nils Liedholm ganó el 'Scudetto' en la temporada 1978/79 y capitaneó al Milan durante los momentos más complicados antes de ponerse al frente de la línea defensiva de Sacchi, compartiendo campo con jugadores como Mauro Tassotti, Alessandro Costacurta y Paolo Maldini.
Ruud Gullit: La personificación del estilo de fútbol total de Sacchi, Gullit era una amenaza en cualquier posición. "Es un gran jugador en todos los sentidos. No tiene medio de hacer cosas con el balón. Y se ve que está disfrutando en todo momento. Según mis cálculos… eso le hace incluso mejor que Maradona", contaba George Best en 1990.
Marco van Basten: "En mi opinión sigue siendo el mejor delantero de todos los tiempos. Ningún otro delantero trabaja tan duro como lo hacía Marco en el Milan. Pero por encima de todo le recuerdo por su elegancia, su gracia y su gran habilidad", comentó Sacchi del holandés.
Qué dicen ellos…
Roberto Donadoni: "Sacchi inició la revolución del fútbol italiano, tanto a nivel mental como táctico. Teníamos nuestro estilo de juego e intentábamos imponernos a todos nuestros rivales, desde los equipos aficionados a los que nos enfrentábamos en los entrenamientos que teníamos a mitad de semana hasta el partido ante el Real Madrid en el Bernabéu".
Carlo Ancelotti: "Arrigo cambió completamente el fútbol italiano, su filosofía, el método de entrenamiento, la intensidad y las tácticas. Los equipos italianos estaban acostumbrados a centrarse en la defensa, nosotros defendíamos atacando y presionado".
Xavi Hernández, el ex centrocampista del FC Barcelona en 2012: "Estamos muy orgullosos de que se nos compare con el Milan de Sacchi. Ese fue un equipo que hizo historia en el mundo del fútbol".