La mala fortuna de Deisler

Los último días de Sebastian Deisler en activo han sido una muestra de lo que ha sido su carrera. Pese a su talento, el jugador de 27 años decidió que ni su cuerpo que ni su cabeza estaban preparados para las demandas del fútbol profesional.

No disfruta
Mientras que esta decisión puede no haber sido una sorpresa para él mismo, el tiempo lo ha querido así. Recién recuperado de una importante lesión en la rodilla derecha, el centrocampista del FC Bayern München parecía optimista, pero esta última semana hizo unas declaraciones que dejaban claras sus intenciones: “No puedo confiar más en mi rodilla. No disfruto jugando al fútbol”. Fue una rueda de prensa precipitada, en la que Deisler fue acompañado por el director general del club, Uli Hoeness, visiblemente afectado por la noticia que se avecinaba. “Es uno de los mejores jugadores de la historia de Alemania. Esperaba que esto fuera un mal sueño”, destacó Hoeness.

Promesa
En sus años de juvenil deslumbró a Alemania y ayudó a la selección nacional a llegar a la final del Campeonato de Europa sub-18 de la UEFA en 1998, cuando cayó derrotada ante la República de Irlanda en la tanda de penaltis. Puesto que la selección absoluta había fracasado en la Copa Mundial de la FIFA de Francia, muchas de las esperanzas recaían en el joven jugador del VfL Borussia Mönchengladbach, que la siguiente temporada jugó 17 encuentros de la Bundesliga y acabó marchándose a un ambicioso Hertha BSC Berlin, que haría su debut en la UEFA Champions League en 1999. Jugó su primer partido como internacional absoluto en febrero del 2000, y pronto fue considerado como la gran esperanza del fútbol alemán. Quizás era demasiada presión, y demasiado pronto.

Lesiones
A mitad de la campaña 2001/02, Deisler, conocido como ‘Basti Fantasi’, se marchó traspasado al FC Bayern München por 9,5 millones de euros y allí comenzó su calvario. Ya había sufrido una lesión, pero el 18 de mayo de 2002 Deisler se dañó un ligamento de su rodilla izquierda durante un amistoso entre Alemania y Austria. Esto le apartó del Mundial y retrasó su debut con el Bayern hasta febrero del mes siguiente, en el que alcanzó el doblete con el club alemán.

Depresión
Pero no terminó de superar todos sus problemas y en noviembre de 2003 empezó un tratamiento para la depresión, que según Deisler ya había empezando en el verano anterior. Aunque volvió a jugar dos meses después, volvió a recaer en el mes de octubre. A esto se unieron las lesiones, y a una rotura de ligamentos cruzados y del cartílago, le siguió una lesión de rodilla y un problema en el talón de Aquiles.

El final
Se perdió la UEFA EURO 2004™ por lo problemas en la rodilla, y hasta la fecha ha sido operado en esa zona en cinco ocasiones. La mala fortuna siguió cebándose con Deisler, que se quedó fuera del Mundial 2006 en su país tras dañarse el cartílago en un amistoso ante Italia. Aunque regresó a los terrenos de juego en noviembre, con una actuación destacable ante el Hamburger SV, sufrió una lesión muscular en diciembre, lo que hizo que Deisler comenzara a pensar en la retirada. “Ha sido una dura prueba para mí”, dijo el futbolista el día que anunció su retirada tras 36 partidos internaciones y 135 encuentros en la Bundesliga en nueve años, no jugando más de 25 partidos por temporada.

La esperanza de Beckenbauer
Todavía hay quién imagina un retorno del jugador, por lo que su contrato hasta 2009 con el Bayern aún queda como válido. El presidente del conjunto alemán, Franz Beckenbauer, dijo: “¿Quién dice que a lo mejor dentro de seis meses se encuentra mentalmente y físicamente con ganas de volver? La puerta estará siempre abierta para Sebastian Deisler”. Los aficionados han lanzado una página web en la que animan a Deisler a seguir jugando, pero todo parece indicar que su desafortunada carrera está terminada.