Oportunidad para un héroe humilde
miércoles, 30 de abril de 2008
Resumen del artículo
Alex Ferguson le prometió a Scholes una plaza en la final si el equipo pasaba las semifinales, y el centrocampista inglés, con su gol, hará que el entrenador pueda cumplir su palabra.
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Cuando colegiado pitó el final del encuentro en Old Trafford, los jugadores del Manchester se reunieron en el centro del campo para celebrar la victoria. Paul Scholes se reunió con ellos y fue felicitado por sus compañeros.
Gol merecido
Scholes fue el jugador del Manchester United FC con más razones para saltar de alegría al finalizar el partido. No sólo había anotado el único gol en las semifinales, sino que a sus 33 años por fin podría jugar una final de la UEFA Champions League.
Partido ganador
Suspendido junto a Roy Keane en la última vez que el Manchester llegó a una final en 1999, Scholes tendrá la oportunidad de enmendar su ausencia en Moscú después de anotar un espectacular tanto en el minuto 14 de la primera parte, lo que le sirvió a su equipo para alcanzar su tercera final de la Copa de Europa. Después de un partido algo gris en el Camp Nou, el centrocampista puso de manifiesto que no ha perdido su golpeo mortal después de recoger un rechace de Gianluca Zambrotta y batir a Víctor Valdés desde 25 metros.
Promesa
Es uno de lo jugadores de la casa que pudieron ganar con Alex Ferguson su primera UEFA Champions League. Scholes tenía la promesa de su entrenador de que estaría en el once inicial en el último tramo de la competición europea. "A la hora de escoger mi equipo, Paul tiene una plaza en el once inicial porque se lo merece", comentó el entrenador escocés en la previa del partido.
Un centro del campo de calidad
Pero la decisión de incluir a Scholes no se ha basado sólo en motivos sentimentales, ya que junto a Michael Carrick forma un extraordinario centro del campo. Aunque ambos hicieron un gran trabajo, a los 60 segundos Old Trafford enmudeció cuando Paul tuvo que derribar a Messi al borde del área. Y es que hacer faltas nunca fue su fuerte.
Apoyo
El United se presentaba al partido con las bajas de Wayne Rooney y Nemanja Vidić. A pesar de que empezaron algo nerviosos, su afición les empujó enmudeciendo a los 4.000 espectadores culés que se dieron cita en Old Trafford. Ambos equipos fueron recibidos por un espectacular mosaico con la palabra ‘Believe', acompañada por los números 68 y 99, que son los años donde el United consiguió sus dos únicas Copas de Europa.
Nervios
La leyenda del United se ha construido en noches europeas, pero el conjunto inglés también tuvo varias decepciones, ya que de las cuatro semifinales que había alcanzado el equipo de Ferguson, en tres ocasiones salió derrotado. De ahí que en los primeros minutos el equipo británico saliera con muchos nervios. Samuel Eto´o muy pronto le puso a prueba a Edwin Van der Sar. A partir de ese momento, el conjunto español tuvo varias ocasiones en las botas de Messi, Andrés Iniesta o Deco, pero ninguno de ellos pudo perforar el marco del meta holandés.
Peligro inglés
Pero el United también creo mucho peligro. Sus jugadores más activos fueron Ji-Sung Park y Nani, que en la segunda parte pudieron sentenciar la eliminatoria. Carlos Tévez sustituyó con garantías al ausente Wayne Rooney, y Cristiano Ronaldo también le puso en aprietos a Víctor Valdés. El Barcelona volcaba su juego en Messi. Las gradas de Old Trafford se exaltaban cada vez que perdía el balón el argentino. A medida que avanzaba el partido su juego se hizo cada vez más previsible, fallando una y otra vez en el pase. En la segunda parte le hizo un espectacular regate a Scholes sobre la línea, pero una vez más la defensa del United despejó su centro.
El corazón en la boca
El United, con el paso de los minutos, le entregó la iniciativa a los catalanes. Cuando salió al terreno de juego Thierry Henry, los aficionados de la grada de Stretford End le cantaron '¿Quién es usted?', pero un cabezazo del francés a pase de Xavi enmudeció al estadio. Para un club que ha salido derrotado en siete de las nueve semifinales que ha disputado, los minutos finales fueron una auténtica agonía, ya que toda la temporada del conjunto inglés estaba en juego. Sin embargo, el United cantó victoria y estará presente en la final que se disputará en Moscú. Nadie se lo merece más que Scholes.