Matuidi evita el triunfo azulgrana

El FC Barcelona sacó un valioso empate 2-2 de su visita a París, aunque sólo una jugada desgraciada en el último instante le privó del triunfo. Los pupilos de Tito Vilanova superaron una mala primera media hora y se crecieron con el paso de los minutos. Lionel Messi, que se retiró lesionado en el descanso, abrió el marcador en la primera parte y Zlatan Ibrahimović firmó las tablas en el 79'. Xavi Hernández puso el 1-2 desde el punto de penalti en el último minuto, pero Blaise Matuidi estableció el 2-2 final con un disparo de fortuna en el descuento.

David Beckham fue la gran novedad en ambos onces. El veterano centrocampista inglés fue de la partida con el objetivo de explotar sus galones y el guante de su bota en las jugadas a balón parado, talón de Aquiles de la zaga azulgrana. La novedad salió redonda para el PSG, que se merendó al Barça en la primera media hora. Carlo Ancelotti diseñó un equipo para morder en ataque y no para esperar en su campo, lógico cuando arrancas el encuentro con jugadores de la talla de Ibrahimović, Lucas Moura, Javier Pastore o Ezequiel Lavezzi.

Éste último fue el primero en iniciar las hostilidades en el 5'. Recibió dentro del área, tiró un recorte y estrelló el balón ante la presencia de Sergio Busquets. Fue la primera de las varias ocasiones de las que dispuso el PSG. Fue entonces cuando surgió la figura de un Víctor Valdés que se crece cada vez que visita París. Lo demostró en la final de 2006 ante el Arsenal FC, lo confirmó la pasada semana con la selección española y lo dejó patente este martes. El guardameta aguantó al Barça en sus malos momentos y sacó varias manos de mucho mérito, como en un lanzamiento de falta de Ibrahimović.

Los azulgranas salieron airosos del empuje local y crecieron con el paso de los minutos. Andrés Iniesta lo intentó con dos disparos en el ecuador del primer acto mientras Alexis Sánchez y Dani Alves abrieron el campo con acierto. Nada se sabía de Lionel Messi, que acumulaba pérdida tras pérdida. Hasta el minuto 38. El balón cayó a pies de Dani Alves, que dibujó un exquisito pase con el exterior de su bota hacia Messi, que cruzó el balón ante Salvatore Sirigu para abrir el marcador. Sustentados por las paradas de Valdés, los kilómetros de Alves y el acierto de Messi, el Barça se fue al descanso por delante.

Pero no todo fueron buenas noticias. Instantes después del gol, Messi notó molestias musculares en un disparo que rozó el larguero y fue sustituido en el descanso. Un partido nuevo se abría para ambos conjuntos. Con Cesc Fàbregas en el campo el Barça tuvo más control, pero obviamente perdió dinamita en ataque. Tocaba apretar los dientes en defensa, mantener la posesión y aprovechar los ataques. La tuvo Alexis en el 63', pero como es habitual se le apagó la luz cerca del área pequeña.

Fue una paradoja, porque pasaron los minutos y el Barça, sin su mejor jugador, controló mejor el partido y a su rival. El PSG apenas tuvo opciones claras en el segundo tiempo más allá de un disparo del ex azulgrana Maxwell y de un balón que enganchó Ibrahimović. Ambas ocasiones tuvieron el mismo final, la intervención de Valdés. Pero los balones aéreos siguieron siendo un quebradero de cabeza para los azulgranas, que acabaron por encajar el empate con un remate a bocajarro de Ibra tras un cabezazo de Thiago Silva al palo.

El partido, no obstante, estaba lejos de decidirse y tuvo unos cinco minutos finales frenéticos. Primero Xavi Hernández estableció el 1-2 con un lanzamiento de penalti tras derribo de Salvatore Sirigu sobre Alexis, y ya en el descuento Matuidi conectó un disparo desde el balcón del área que tocó en varios azulgranas antes de superar a Víctor Valdés. Fue la guinda a un encuentro apasionante que deja todo pendiente para el partido de la próxima semana en el Camp Nou, aunque los goles a domicilio dejan al Barça en una buena posición para alcanzar su sexta semifinal consecutiva.