La motivación de Varane

Campeón de la Copa Mundial de la FIFA con Francia y cuatro veces ganador de la UEFA Champions League con el Real Madrid, Raphaël Varane no ha perdido ni un ápice de sus ganas de triunfar en el mundo del fútbol.

El pétreo central de 27 años se ha forjado una enorme reputación en una década en el Santiago Bernabéu, pero mientras se prepara para el encuentro de cuartos de final con el Liverpool, sigue inspirándose en los recuerdos de los enfrentamientos con su hermano mayor durante su infancia en Lille.

"Para mí, la presión es una amiga. Es una fuerza motriz. Creo que la presión te hace mejor. Te da adrenalina y te ayuda a pensar más rápido, a estar más concentrado y a vivir el juego más intensamente. Y yo diría que la presión que da miedo debería motivarte, ¡ya que corres más rápido cuando tienes miedo!"

"No creo que mi estilo de juego haga pensar inmediatamente que soy un guerrero. Sin embargo, reconozco que tengo una mentalidad guerrera. Me gustan mucho los retos. Cuanto más difícil es el reto, más lo disfruto. Cuanto menos se cree en mí, más motivado estoy. Esa es mi forma de ser y de pensar, y eso es lo que me ha ayudado a llegar al más alto nivel y a mantenerme ahí durante varios años".

"Diría que es algo natural e innato, y que luego se desarrolla a través de cualquier experiencia. En mi caso, fue el reto diario de intentar vencer a mi hermano mayor para alcanzar su nivel y mejorar. Lloraba si no cumplía mis objetivos. Así que esa presión por ganar y superarme ha estado en mí desde que era un niño, y me acompañará toda la vida".

"¿Merece la pena toda esa presión cuando consigues levantar un gran trofeo como la Champions League? Sí. Merece la pena. Te esfuerzas mucho. Cuando juegas al más alto nivel, te cuestionas constantemente a ti mismo, amplías tus límites e intentas estar más concentrado y ser mejor. Es difícil mantenerse al más alto nivel porque requiere mucho esfuerzo".

"Como he dicho, hay subidas y bajadas, pero cuando estás en lo más alto, y me ha pasado siempre, tienes que recordar tus momentos difíciles, ya sea durante tu infancia, cuando intentabas llegar a la cima, o cuando ya estabas en la cima".

"Hay que pensar: 'Hemos sufrido, hemos pasado por momentos difíciles, hemos tenido que luchar para llegar hasta aquí, y ahora lo hemos conseguido'. Cada vez siento una mezcla de emociones. Cuanto mayor es la presión, más emotivo es. Cada vez que eso pasa, es una explosión de alegría".