Jude Bellingham, del Real Madrid, habla de Zinédine Zidane, de asentarse en España y de la UEFA Champions League
miércoles, 8 de mayo de 2024
Resumen del artículo
"Mi padre siempre llevaba una camiseta del Madrid por casa con “Zidane 5” a la espalda", dice el centrocampista, que ha heredado ese famoso dorsal desde que llegó del Dortmund en verano.
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Cuerpo del artículo
Jude Bellingham, procedente del Dortmund el pasado verano, está disfrutando de una sensacional primera temporada en el Real Madrid. A sus 20 años, se está convirtiendo en uno de los principales goleadores del equipo de Carlo Ancelotti, que busca alcanzar el título de la UEFA Champions League tras ganar la Liga española.
Criado en las Tierras Medias Occidentales inglesas, hijo de un policía jugador de fútbol, Bellingham deslumbró en la Bundesliga y ahora está haciendo lo propio en la capital española, donde el gran brasileño Ronaldo lo comparó recientemente con uno de sus más ilustres compañeros del Bernabéu. "Se ve que quiere marcar goles todo el tiempo", dijo el delantero retirado. "Me recuerda un poco a Zinédine Zidane por su calidad".
Sobre sus impresiones de niño sobre el Real Madrid
Creo que siempre ha sido la referencia en el fútbol. Creo que es el tipo de nivel al que siempre pensé que quería llegar (y que podría llegar), pero probablemente no pensé que ocurriría tan rápido. Y ahora que estoy aquí, agradezco cada día poder venir y representar a este club. Ahora lo siento como una parte importante de mi vida. Lo siento como todo en mi vida.
Mi padre siempre llevaba una camiseta del Madrid por casa, con 'Zidane 5' en la espalda, lo cual es curioso porque ha cerrado el círculo y me la regaló cuando me incorporé en verano. Yo le decía: "¿Quién es ese tío que llevas siempre en la camiseta?". Y él me dijo: "Bueno, cuando seas lo bastante mayor, te lo enseñaremos en YouTube". Ahora que llevo el número 5, ha acabado siendo una historia bastante significativa.
Sobre su adaptación en España
Creo que siempre hay cosas diferentes a las que hay que adaptarse. Pero creo que el hecho de haber jugado en el extranjero antes de venir aquí me facilitó las cosas. Sabía lo que me esperaba en términos de "sé que va a haber un gran choque cultural, sé que el idioma probablemente va a ser difícil al principio" y ese tipo de cosas. Así que sabía lo que me esperaba.
El trato de la gente en España es el mejor. Quieren abrazarte y, cuando te ven en público, te abrazan y te sienten cerca. Me dan muchos besos en la cara cuando voy a cafeterías y cosas así. La gente se acerca y no necesariamente quiere una foto. A veces, sólo quieren charlar contigo sobre los partidos y cosas así, y sobre ciertos objetivos. Esa especie de sentimiento familiar me resulta muy agradable. En cambio, en Inglaterra, creo que es un poco más intenso cuando los jugadores salen a la calle, pero aquí te hacen sentir muy querido.
Sobre codearse con los mejores
Siempre me fascina cuando estamos cenando o tomando un café antes del entrenamiento, o lo que sea, y ellos hablan de ciertas finales de la Champions League y yo digo: WRecuerdo haber visto aquella con mi padre y mi hermano".
Es una especie de círculo completo: cuando recuerdas dónde estabas, les oyes hablar de ello y luego, con suerte, planeas conseguir lo mismo en algún momento del futuro. Es el tipo de experiencia y sabiduría que tiene un valor incalculable. No se puede conseguir sin jugar aquí y acercarse a ellos, así que estoy muy agradecido por haber tenido esa oportunidad.
Sobre sus ambiciones en la Champions League
Significaría mucho para mí, después de haber venido aquí con toda la presión y las altas expectativas, marcharme al final de la temporada, de vacaciones, con un título tan increíble. Una temporada tan increíble sería un gran orgullo. No es algo en lo que esté pensando todavía. Estoy más centrado en superar los partidos que tenemos y ver dónde acabamos.
Siempre pienso en lo bonito que sería conseguir todos esos logros juntos y recompensar el duro trabajo de todos a lo largo de una temporada. Para mí, ese es el objetivo final del fútbol, a eso aspiramos todos. Así que, sí, si habláramos de aquí a un año, sería bonito tener una medalla de campeón de la Champions League y además, con suerte, estar en otra semifinal.
