Análisis de rendimiento de la Champions League: la marca al hombre y cómo contrarrestarlo

"El marcaje al hombre puede ser una estrategia defensiva eficaz cuando se ejecuta bien. Requiere conciencia táctica individual, agresividad, responsabilidad, disciplina y confianza".

El observador de partidos de la UEFA Cristian Chivu hizo esta afirmación sobre el impacto potencial de una estrategia de marcaje al hombre después de ver a un equipo que lo hace tan bien como cualquiera en la Champions League: el Atalanta de Gian Piero Gasperini.

En su empate a 2-2 en Barcelona esta semana, Chivu vio a un Atalanta que mostró todas las cualidades mencionadas anteriormente y el siguiente artículo, elaborado por la unidad de análisis de la UEFA, explorará los desafíos que plantearon al Barcelona, y también considerará cómo respondieron los hombres de Hansi Flick y las lecciones que los entrenadores pueden extraer de ello.

Como punto de partida, el vídeo de arriba ofrece tres ejemplos del planteamiento de presión uno contra uno del Atalanta. El equipo de Bérgamo buscó forzar al Barcelona hacia un lado en su construcción y, cuando el balón llegó al lateral, ése fue su detonante para saltar. Marten de Roon, centrocampista del Atalanta, declaró después: "Sabíamos que queríamos presionarlos, porque pueden castigarte en un momento. Dejamos el balón a sus laterales y luego intentamos presionar fuerte".

A lo largo de la primera secuencia, vemos cómo cada jugador del Atalanta se acerca al jugador que le ha tocado marcar y, ante esta intensa presión, el Barcelona cede la posesión. En la segunda secuencia se repite la misma situación y se vuelve a ver cómo la llegada del balón a los laterales barcelonistas es el detonante de la presión.

En el tercer clip se aprecia cómo los centrales del Atalanta siguen de cerca a sus hombres. El planteamiento de Gasperini exige un estricto marcaje al hombre, así que incluso cuando los delanteros del Barcelona rotan y se mueven a otra zona, los centrales les siguen, con Berat Djimsiti siguiendo a Raphinha por todo el campo desde la banda izquierda.

El efecto que esto tuvo en el Barcelona en la primera parte del partido del miércoles fue significativo. Con los visitantes yendo al uno contra uno en todo el campo, el equipo español tuvo dificultades en sus esfuerzos iniciales por construir el juego. Esto se refleja en el gráfico anterior, que muestra que sólo el 8% de los pases del Barcelona se realizaron dentro del tercio ofensivo, frente al 20% tras el descanso.

Como otra medida de las dificultades del Barcelona, desde la tercera jornada contra el Bayern, los azulgranas no habían logrado un número tan bajo de pases en el último tercio durante la primera parte de un partido de la Champions League. El miércoles por la noche sólo dieron 32 pases. En cambio, en su anterior partido en casa, contra el Brest, fueron 97, el triple.

Para ofrecer una tercera métrica, basta con fijarse en la diferencia de balones largos jugados por los locales en la primera parte (16) en comparación con la segunda (nueve) después de que Flick modificara su planteamiento. Y esto nos lleva a la pregunta de cómo respondieron. "En la segunda parte quisimos hacer las cosas un poco diferentes", declaró Flick, y el vídeo que figura a continuación ofrece ejemplos.

En primer lugar, el Barcelona recurrió a las rotaciones, como vemos en el primer vídeo de arriba, con Frenkie de Jong abriéndose paso en el espacio creado por Raphinha en profundidad y arrastrando consigo a Djimsiti.

Como muestran los vídeos 2 y 3, también desafiaron al Atalanta con excelentes combinaciones ofensivas. En el segundo clip, el Barcelona es rápido y directo, y se beneficia del movimiento y la interacción entre Robert Lewandowski y Lamine Yamal. Los analistas de la UEFA vieron más de esto en la segunda parte, y el clip tres, que muestra los prolegómenos del gol de Yamal en el minuto 47, merece la pena fijarse en los detalles. Mira cómo Raphinha escanea, busca dónde está Lewandowski y luego hace una carrera disimulada, dejándose caer sólo para luego caer por detrás. Lewandowski, por su parte, finge ir por detrás, sólo para dejarse caer y recibir.

"La observación es clave para que jueguen juntos y no individualmente", dice otro de los observadores de partidos de la UEFA, Jan Peder Jalland. "Lo mejor de este clip es lo rápido que es el juego, está muy bien sincronizado con pocos toques. Contra un planteamiento de hombre a hombre, la clave es alejarte de tu oponente y ves a los tres atacantes yendo hacia el balón y luego entrando por detrás o enfrente".

La lección para un central, por su parte, es que si no aprietas lo suficiente, pierdes a tu hombre por completo. Y a este nivel, cada metro cuenta.

Por último, para centrarnos en el ataque del Atalanta, ellos mismos se beneficiaron de un enfoque más vertical a la hora de marcar el gol del empate, como vemos en el tercer vídeo de arriba. En esta acción, Mario Pašalić, el autor del gol, se ve recompensado por una excelente carrera y, en general, el croata se clasificó entre los tres mejores jugadores del Atalanta en carreras por detrás, con 11, como se muestra a continuación.

Las claves para crear un sistema de marcaje al hombre

En el Atalanta, los jugadores funcionan dentro de un sistema que se ha ido puliendo a lo largo de los nueve años que Gasperini entrenó en Bérgamo. Para un entrenador que prepara a un equipo para jugar de esta manera desde cero, hay una combinación de requisitos, según Cristian Chivu. "El éxito de una estrategia de marcaje al hombre depende de una combinación de habilidades individuales, dinámica de equipo y una clara comprensión de las funciones del equipo", afirma.

Chivu, exdefensa rumano, añade: "Para un entrenador, asegurarse de que las tareas de sus jugadores son fáciles de entender les permite centrarse en la ejecución en lugar de pensar demasiado en sus responsabilidades. Hacer hincapié en las habilidades defensivas básicas, como la colocación, la entrada y la interceptación, ayuda a los jugadores a llevar a cabo sus funciones con eficacia".

Una segunda reflexión procede de Roberto Martínez, que se centra en primer lugar en las instrucciones específicas a los jugadores sobre sus responsabilidades. "¿Es el marcaje al hombre en todo el campo o en determinadas zonas y en relación con la posición del balón? Se necesita una buena comunicación para utilizar el marcaje al hombre dentro de una estructura de equipo y hay que tomar buenas decisiones defensivamente en cuanto al hombre a marcar, la posición del balón y la posición en relación con la portería".

Para Martínez, también están los aspectos individuales que se le exigen al jugador que marca al hombre, y que pasan por "la posición del cuerpo, el equilibrio, la intensidad defensiva adecuada y las decisiones defensivas como individuo".

Por último, según Rui Faria, la cuestión del timing también es vital para que un equipo actúe de forma sincronizada. "Cada jugador debe saber cuándo saltar", afirma. "Las distancias son cruciales y el timing también. Además, físicamente hay que estar bien preparado, aunque nadie puede presionar mucho durante 90 minutos".