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Champions League: análisis de los goles de la fase liga

La unidad de análisis de la UEFA evalúa las tendencias goleadoras de la fase liga de la UEFA Champions League 2024/25, y Roy Hodgson extrae algunas lecciones clave para los entrenadores.

El 9-2 del Bayern sobre el GNK Dinamo fue el partido más goleador de la fase liga
El 9-2 del Bayern sobre el GNK Dinamo fue el partido más goleador de la fase liga Getty Images

La inaugural fase liga de la UEFA Champions League fue testigo de una cifra récord en la competición de 3,26 goles por partido, con 470 marcados en los 144 encuentros disputados.

El Barcelona fue el equipo más goleador y el Inter el más seguro en defensa. El resultado más común fue 1-0, y aunque hubo remontadas espectaculares, como en la séptima jornada, cuando el Barcelona y el Paris Saint-Germain remontaron dos goles de desventaja para vencer al Benfica y al Manchester City respectivamente, el equipo que marcó primero ganó el 75% de las veces, un aumento respecto al 66% de la temporada pasada en toda la campaña.

Análisis de goles en la Champions League: desde fuera del área

Una vez finalizada la primera parte de la temporada 2024/25, la unidad de análisis de la UEFA ha estudiado más a fondo la faceta goleadora de la fase liga, empezando por el momento en el que se marcaron los goles.

Un desglose de los tiempos de los goles muestra que el periodo más productivo fue entre los minutos 76-90, cuando aparece el cansancio físico y mental y se abre más espacio para los atacantes. Se marcaron 87 goles en esa franja y, si añadimos los marcados en el tiempo añadido de la segunda parte (21), significa que el 23% de todos los goles llegaron después del minuto 75.

En cuanto a la forma en que se marcaron los goles, el 76% de ellos procedieron en jugadas, con el balón en juego. Excluyendo los penaltis, el total de goles a balón parado fue del 16%, de los cuales el 11% fueron de córner (un descenso con respecto al 13% del curso pasado).

La ubicación de los goles, por su parte, se muestra en este mapa de arriba y refleja el hecho de que la gran mayoría llegaron desde dentro del área (88%), en consonancia con la tendencia cada vez mayor a disparar menos desde fuera del área.

Análisis de goles en la Champions League: finalizaciones al primer toque

Los entrenadores deben tener en cuenta que en el fútbol de élite, donde el espacio es un bien escaso, el 53% de los goles se marcaron con un solo toque, y en el vídeo de arriba aparecen varios ejemplos de la séptima jornada. Los equipos que más destacaron por sus remates al primer toque fueron el Bayer Leverkusen, el Paris Saint-Germain y el Atlético de Madrid, y como el observador de la UEFA Roy Hodgson explica a continuación, se trata de una "habilidad crucial" que los jugadores deberían practicar en el campo de entrenamiento.

Análisis de goles en la Champions League: presión

Los analistas también se fijaron en la presión a la que estaban sometidos los goleadores a la hora de disparar a puerta, y esto es algo más que los entrenadores deben trabajar en los entrenamientos, como Hodgson explicará más adelante.

Un tercio de los goles (33%) se marcaron bajo presión alta, es decir, cuando el adversario se encuentra en un radio de 1,5 metros del lanzador. La presión media (un radio de 3 metros) supuso el 36% y la presión baja (4 metros o más) el 31%. Esa presión podría intensificarse en las rondas eliminatorias, cuando el nivel competitivo sea aún más alto.

Otro aspecto destacable de este estudio fue el aumento del 6% en el número de goles que siguieron a jugadas que empezaron en el propio campo del equipo atacante, como se ilustra en el gráfico anterior.

Análisis de goles en la Champions League: movimientos desde campo propio

Una de las razones podría ser la eficacia del juego de contraataque; otra, la capacidad de los equipos para aprovechar los espacios tras las líneas defensivas altas, como se ve en uno de los goles del vídeo de arriba, el tanto de la victoria de Jhon Durán para el Aston Villa contra el Bayern.

El equipo más goleador de la fase liga fue el Barcelona, y el gráfico anterior pone de relieve hasta qué punto superó su cifra de Goles Esperados (xG). Los equipos del cuadrante superior derecho lograron la mayor xG y la menor xG en contra, y en el caso del Barcelona, a partir de una xG de 15,27 el equipo de Hansi Flick construyó 28 goles. En cuanto a los goles encajados, el Inter sólo recibió uno, con un xG en contra total de 7,82.

Volviendo al Barcelona, una de las razones por las que superó su xG de forma tan espectacular fue la capacidad rematadora de Raphinha, que marcó ocho goles pero tuvo un xG individual de 2,8, como se muestra en el gráfico anterior.

Análisis de goles en la Champions League: jugadas individuales

El brillante gol de la victoria de Raphinha ante el Benfica en la séptima jornada encabeza la lista de goles del vídeo de arriba, que concluye con un tanto de Julián Álvarez, del Atlético, otro jugador con una cuenta (seis) muy superior a su xG (2,3).

El Barcelona también estuvo entre los tres equipos más productivos en jugadas a balón parado, con seis goles -bastante más que la media de dos por equipo-, aunque el PSV Eindhoven fue el mejor clasificado en esta categoría, con siete tantos, que representaron el 44% de su total anotado. El club neerlandés contó con la amenaza aérea de Luuk de Jong, autor de dos goles de cabeza en el campo del Crvena Zvezda en la séptima jornada, aunque el vídeo que figura a continuación sobre los goles en córneres incluye un ejemplo de otro tipo, obra de Johan Bakayoko.

Análisis de goles en la Champions League: goles en córneres

En cuanto a los goles encajados en jugadas a balón parado, el Crvena Zvezda y el Sparta de Praga fueron los que más encajaron (siete cada uno), mientras que, en el otro extremo de la balanza, ocho equipos no recibieron ninguno, incluidos los dos primeros de la clasificación, Liverpool y Barcelona.

El 27% de los goles de la fase liga proceden de centros. Entre los goles marcados con centros, más de la mitad (53%) de esos balones procedieron del interior del área, como ilustra el mapa de localización de las asistencias de arriba, en el que los puntos azules del área de penalti muestran los puntos de entrega de cada asistencia. Esto refleja la tendencia bien establecida en el fútbol de élite a realizar centros y recortes desde dentro del área. Mientras tanto, para marcar con centros, los equipos tienen una media de cuatro atacantes en el área, lo que demuestra la necesidad de que los centrocampistas apoyen al ataque -como Frenkie de Jong, del Barcelona, en el vídeo de abajo-, así como el jugador de banda opuesto, como se ve en Ademola Lookman, del Atalanta, en el primer vídeo.

Análisis de goles en la Champions League: tras un centro

ROY HODGSON SOBRE LOS GOLES

¿Cómo pueden aprender los entrenadores de las tendencias goleadoras que se observan en la Champions League? Aquí el observador de la UEFA Roy Hodgson comparte algunas reflexiones.

Remate al primer toque

Al más alto nivel, esta habilidad es crucial. Los entrenadores deben hacer hincapié en la importancia de entrenar la finalización al primer toque, asegurándose de que los jugadores puedan rematar con confianza con todas las partes del cuerpo.

Localización: marcar en áreas muy pobladas

El área está cada vez más congestionada y los defensas son cada vez más eficaces a la hora de bloquear los disparos. Demasiados cuerpos en el camino dificultan encontrar un camino despejado hacia la portería.

Una de las formas más eficaces de marcar en estas situaciones es mediante recortes o centros raso desde dentro del área. Este tipo de goles son frecuentes porque, cuando los defensas se repliegan para detener los centros tradicionales, se abre un espacio para un recorte bien realizado. Un remate a la primera en estas situaciones da a los atacantes una gran oportunidad de marcar antes de que los defensas puedan reaccionar.

Para aprovecharlo, los atacantes deben posicionarse bien, situarse por detrás de la defensa y realizar movimientos decisivos entre los defensas. Recibir el balón en una zona poblada requiere un movimiento excepcional, que permita al atacante ganar ese metro de espacio crucial. Cuando se ejecuta bien, puede causar serios problemas al equipo defensor.

El arte del movimiento

Los mejores goleadores dominan el arte del engaño, utilizando sus movimientos para engañar a los defensas. Una técnica clásica consiste en amagar una carrera hacia el primer palo antes de retroceder al espacio, un movimiento que en su día se describió como "uno para ti, luego uno para mí". Este movimiento, sutil pero eficaz, crea una separación con respecto a los defensas y brinda la oportunidad perfecta para rematar a puerta.

De cabeza y movimientos

Para marcar de cabeza, los atacantes deben crear espacios desplazando sutilmente a los defensas y ganando ese metro extra. El movimiento es fundamental: permanecer estático facilita el marcaje de los defensas. Incluso un breve momento de separación, girando a un defensa o perdiéndolo durante una fracción de segundo, puede ser la diferencia entre marcar o perder una oportunidad.

Remate rápido en el área

Los delanteros deben adquirir el hábito de disparar rápido dentro del área y evitar los desafíos de los defensas. En zonas muy pobladas, disparar a través de los cuerpos puede ser la única oportunidad de marcar. La toma de decisiones y la confianza a la hora de aprovechar estas oportunidades pueden determinar a menudo el resultado de un partido.

Entrenamiento de la finalización bajo presión

La incorporación de los remates con oposición en el entrenamiento de las "fases del juego" es esencial. Los jugadores deben perfeccionar su técnica y adquirir el hábito de evaluar rápidamente la posición del portero. Sin embargo, para maximizar los beneficios de estos escenarios de entrenamiento, es necesario incluir a los defensas. Su función no es siempre ganar el balón, sino ejercer una presión "mental" que permita a los atacantes vivir una situación de juego más realista.

Practicar la recepción del balón por detrás de la defensa bajo presión -especialmente en los centros- debe incluir una oposición estructurada. El objetivo no es abrumar a los atacantes, sino situar a los defensas en una posición realista y permitir a los atacantes realizar distintas carreras. Frente a la oposición, no siempre es posible marcar en la primera acción, lo que refuerza la importancia de la adaptabilidad y la compostura ante la portería.

Recomendaría utilizar los conocimientos adquiridos en los entrenamientos para diseñar escenarios de juego realistas. La clave está en garantizar que los jugadores practiquen constantemente en condiciones que imiten las situaciones de partido.

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