El regreso de Riva ayuda a Italia a vencer en la final de la EURO 1968
jueves, 2 de octubre de 2003
Resumen del artículo
Italia - Yugoslavia 2-0
Con su vuelta tras una fractura en la pierna, Luigi Riva fue clave en el partido de desempate ante los yugoslavos.
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La selección 'azzurra' estuvo a diez minutos de caer derrotada en el primer partido de la gran final del Campeonato de Europa de la UEFA de 1968, pero remontó y 48 horas más tarde se impuso en el partido de desempate dominando a Yugoslavia desde el pitido inicial.
Ferrucio Valcareggi, seleccionador italiano, hizo cinco cambios en el equipo para compensar la fuerza y la velocidad de los yugoslavos. Fueron dos partidos duros, al igual que la semifinal ante Inglaterra en el que hizo falta una prórroga para que Yugoslavia llegara a la final. Y los yugoslavos no tenían una plantilla tan amplia y potente como la de Italia, que con reservas como Sandro Mazzola y Luigi Riva podía ser descrita como la mejor de Europa.
La vuelta de Riva marcó la diferencia. De regreso tras una fractura en una pierna (y no era la primera) se convirtió en el ejemplo a seguir por todo su equipo: a veces duro, otras astuto, siempre en el sitio adecuado. Pudo marcar un 'hat-trick', ya que envió un cabezazo fuera, forzó una gran parada en otra ocasión y mandó una volea alta tras un fallo del guardameta balcánico Ilija Pantelić que lo dejó solo ante la portería.
Cuando Riva marcó por fin, con su famosa zurda, fue tras un disparo fallido de Angelo Domenghini. Riva ejecutó un efectivo remate raso que superó a Pantelić.
Pietro Anastasi también jugó mejor en el segundo partido, destacando por su velocidad y fiereza. En una jugada bajó el balón con el pecho tras ganar Riva un balón aéreo y la pegó según caía. Falló (el partido entonces iba 0-0), pero luego se recuperó del error con un excelente disparo desde el borde del área tras un buen pase Giancarlo De Sisti a la media hora.
Ese fue el juego, el set y el partido para Italia, ya que ahí terminó la resistencia yugoslava. Tarcisio Burgnich, uno de los mejores laterales derechos del momento, no tuvo problemas contra Dragan Džajić. Mirsad Fazlagić trabajó bien como de costumbre, pero Jovan Aćimović apareció poco e Idriz Hošić, uno de los suplentes yugoslavos, no tuvo el efecto deseado.
En la segunda parte Riva no aprovechó sus oportunidades y Dino Zoff tuvo que hacer una parada importante con su reconocido estilo. Tras pasar a la final al ganar el lanzamiento de una moneda frente a la Unión Soviética, y tras el complicado empate a uno ante Yugoslavia jugado dos días antes, los anfitriones habían esperado un reto algo más sencillo para llevarse el título.
Reacciones
Dino Zoff, portero de Italia: "No nos merecimos el empate (en el primer partido). Pero acabamos igualados, así que tuvimos que jugar el partido de desempate de la final dos días después. En el segundo partido hicimos un partido perfecto y ganamos 2-0 gracias a los goles de Riva y Anastasi. Nos merecimos ganar ese partido".
Alineaciones
Italia: Zoff; Facchetti (c), Rosato; Salvadore, Guarneri, Burgnich; De Sisti, Mazzola; Riva, Anastasi, Domenghini
Suplentes: no había
Seleccionador: Ferruccio Valcareggi
Yugoslavia: Pantelić; Fazlagić, Damjanović, Paunović, Holcer; Pavlović, Aćimović Trivić, Hošić; Musemić, Džajić (c)
Suplentes: none
Seleccionador: Rajko Mitić
Árbitro: José María Ortiz de Mendíbil (España)