Panenka sella con estilo la victoria checa
viernes, 3 de octubre de 2003
Resumen del artículo
Checoslovaquia – República Federal de Alemania 2-2 (Checoslovaquia gana 5-3 en los penaltis)
La primera final decidida desde los once metros tuvo un desenlace mágico con un disparo que jamás se olvidará.
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Cuerpo del artículo
Enfrentándose a Yugoslavia, organizadora de la fase final, la República Federal de Alemania llegó a ir perdiendo por una diferencia de dos goles, pero forzó la prórroga en un dramático final. Heinz Flohe y Dieter Müller anularon en los últimos minutos la ventaja checoslovaca que se produjo tras los goles de Ján Švehlík y Karol Dobiaš.
Sin embargo, Franz Beckenbauer y compañía no consiguieron anotar el tanto definitivo en la prórroga, y por primera vez una final se iba a decidir en la tanda de penaltis. Los primeros siete lanzamientos entraron sin fallo, pero Uli Hoeness erró el suyo antes que Antonín Panenka decantase la final con su lanzamiento.
El defensor del título tuvo un mal inicio de partido, y Berti Vogts perdió un balón en los primeros minutos en su propio área y supuso el primer gol. Koloman Gögh realizó un gran disparo que salvó Sepp Maier, pero Zdeněk Nehoda estuvo rápido para pasar a la derecha y Švehlík alojó la pelota en la red para adelantar a los checoslovacos.
A pesar de que el conjunto germano parecía haber encontrado el equilibrio después del tanto inicial, una falta de Hans-Georg Schwarzenbeck sobre Gögh terminó en un lanzamiento de Marián Masny que Dobiaš mandó al fondo de la red.
En apenas tres minutos el campeón de Europa y del mundo reaccionó, y un centro de Rainer Bonhof le llegó a Dieter Müller, que con una volea acrobática puso el 1-2 en el marcador. Alemania se puso las pilas en la segunda mitad pero enfrente tenía a un portero checoslovaco en un gran estado de forma, Ivo Viktor.
El portero de 34 años realizó grandes intervenciones pero cuando apenas quedaba tiempo, un cabezazo de Hölzenbein tras el lanzamiento de córner de Bonhof puso el 2-2 en el marcador. Tras una prórroga sin goles, llegó la tanda de penaltis.
Después de que Hoeness fallara el cuarto lanzamiento de la República Federal de Alemania, Panenka marcó el tanto definitivo para Checoslovaquia, y lo hizo con mucho estilo. "Si fuera patentable, lo hubiera patentado", bromeó el jugador.
Reacciones
Antonín Panenka, centrocampista de Checoslovaquia: "Después de cada entrenamiento me quedaba con nuestro portero y tiraba penaltis. Apostábamos una barra de chocolate o un vaso de cerveza. Como era un muy buen portero, se convirtió en una proposición cara para mí. Así que, a veces, antes de irme a dormir, intentaba pensar en formas de superarle, para recuperar mis pérdidas".
"Tuve la idea de que si retrasaba el lanzamiento y la picaba ligeramente, un portero que se lanzaba a un lado de la portería no podía saltar de nuevo, y esto se convirtió en la base de mi filosofía. Empecé lentamente a probarlo y a aplicarlo en la práctica. Como efecto secundario comencé a ganar peso, porque estaba ganando las apuestas. Empecé a usarlo en los amistosos, en las ligas menores, y con el tiempo lo perfeccioné, así que lo usé también en la liga principal. La culminación fue cuando lo usé en el Campeonato de Europa. Era la forma más fácil y sencilla de marcar un gol. Es una receta simple".
Alineaciones
Checoslovaquia: Viktor; Dobiaš (Veselý 94'), Čapkovič, Ondruš (c), Pivarník, Gögh; Panenka, Móder, Švehlík (Jurkemík 80'); Masný, Nehoda
Suplentes: Biros, Gallis, Vencel
Seleccionador: Václav Ježek
República Federal de Alemania: Maier; Vogts, Dietz, Schwarzenbeck, Beckenbauer (c); Bonhof, Hoeness, Beer (Bongartz 80'); Wimmer (Flohe 46'), Müller, Hölzenbein
Suplentes: Nogly, Kaltz, Kargus
Seleccionador: Helmut Schön
Árbitro: Sergio Gonella (Italia)