España se corona en su país
martes, 1 de enero de 2008
Resumen del artículo
El combinado español aprovechó su ventaja de jugar como local y su buen espíritu de equipo para llevarse el triunfo ante la Unión Soviética.
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España combinó el factor campo con su espíritu de equipo para proclamarse campeón de Europa en 1964, el única gran torneo que ha conseguido hasta el momento en su historia.
Se mantuvo el mismo formato que en la anterior edición con una fase clasificatoria seguida de una fase final con cuatro equipos, aunque hubo un incremento en la participación pasando de 17 a 29 selecciones, entre las que ya se encontraban Italia e Inglaterra.
Los ingleses se estrenaron cayendo en la primera ronda por 6-3 ante Francia en el primer partido oficial de Alf Ramsey como entrenador. Sin embargo, al menos pudieron competir en el terreno de juego. En relación a los problémas diplomáticos que atrevesaban desde 1960, Grecia se negó a jugar contra Albania, con quien oficialmente estaba en guerra, y la eliminatoria se le dio por ganada a los albanos.
Albania fue eliminada en octavos por un marcador global de 4-1 ante Dinamarca, que acabó metiéndose entre las cuatro mejores tras derrotar en cuartos y en el partido de desempate a la sorprendente Luxemburgo. El delantero Ole Madsen consiguió seis goles en esos tres encuentros ante Luxemburgo, que antes había dado la gran sorpresa eliminando a Holanda a la que ganó por 1-2 en Rótterdam; fue su última victoria a domicilio ante un rival europeo hasta 1995.
Otra de las sorpresas la dio Hungría, que apeó a Francia en cuartos, lo que le clasificó para la fase final donde también estaban Dinamarca, España y la vigente campeona URSS. España venía de brillar en cuartos tras derrotar por un aplastante 7-1 a la República de Irlanda y fue la elegida para albergar la fase final.
Esto estaba condicionado a la aceptación de la participación del equipo soviético. En 1960, España había sido descalificada después de que el General Franco negara su permiso para jugar ante la URSS. Cuatro años de desavenencias políticas quedaron en el olvido cuando el fútbol se puso como centro de atención.
La URSS consiguió su billete para la final tras derrotar por 3-0 a Dinamarca en Barcelona, con goles de Valentin Ivanov y Victor Ponedelnik, que habían sido campeones en 1960.
En la otra semifinal, un gol en la prórroga del jugador del Real Madrid CF Amancio permitió a España vencer por 2-1 a Hungría. En el equipo español jugaba el centrocampista Luis Suárez, que por aquel entonces ya era campeón de Europa de clubes con el FC Internazionale Milano, y que ponía la experiencia y veteranía a una joven España.
En la final disputada en el Santiago Bernabéu, bastaron seis minutos de juego para que Suárez enviase un centro preciso que Jesús Pereda envió a la red. Galimzian Khusainov empató pronto para los soviéticos, aunque un memorable cabezazo de Marcelino a seis de la conclusión le dio el triunfo y el título a España.
"He jugado en otras selecciones españolas que jugaban mucho mejor que la de 1964, pero nunca conseguimos ganar nada. La diferencia es que aquel era un equipo, no una selección de los mejores jugadores", dijo Suárez.