El fútbol vuelve a casa
martes, 1 de enero de 2008
Resumen del artículo
Los ingleses celebraban volver a acoger un gran campeonato, pero fueron los alemanes los que se llevaron el torneo.
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¿Qué mejor escenario para la mayor fase final del Campeonato Europeo de Fútbol que el país que había brindado el juego al continente? Dieciséis selecciones se dieron cita en Inglaterra en el verano de 1996, y mientras los ingleses celebraban la vuelta a casa del fútbol, fueron los alemanes los que salieron campeones.
Era difícil encontrar una mejor sede para el evento, con unos remodelados estadios ingleses y una afición entusiasta como pocas. Pero la hinchada local estaba temerosa de la dependencia de su selección de Paul Gascoine y Alan Shearer. Terry Venables fue fiel a Shearer a pesar de estar 21 meses sin marcar, pero enseguida el delantero correspondió esa confianza.
Inglaterra comenzó con un empate 1-1 ante Suiza, con el primer tanto del delantero del Blackburn Rovers FC, que vio puerta de nuevo en el triunfo por 2-0 ante Escocia en la segunda jornada. Gascoine también anotó un bello tanto en dicho encuentro. Y en el último partido de la fase de grupos, Shearer y Teddy Sheringam marcaron dos goles cada uno en la brillante victoria por 4-1 ante Holanda. Patrick Kluivert anotó el tanto del honor y Holanda pasó segunda a expensas de Escocia.
Italia y la vigente campeona, Dinamarca, tuvieron menos suerte, quedando fuera antes de que el gol de oro hiciera aparición por primera vez. La República Checa fue la sorpresa y Karel Poborský logró un magnífico gol para dejar fuera a Portugal. El tanto ganador de Matthias Sammer para Alemania ante Croacia quedó ensombrecido por algunas entradas duras por parte de los eslavos. Tanto Inglaterra como Francia necesitaron llegar a la tanda de penaltis para pasar de ronda, después de respectivos empates ante España y Holanda.
Pero ambos sucumbieron en los penaltis en la siguiente ronda. Los galos cayeron tras 120 minutos sin marcar ante los checos. 20 años después del tanto magistral de Antonín Panenka, los de Europa del Este estaban de nuevo en la final. Y de nuevo se jugarían el título ante Alemania. Shearer puso a los ingleses por delante, pero Stefan Kuntz logró el empate para Alemania. Gascoine tuvo el tanto de la victoria en la prórroga, antes de que Gareth Southgate pasara a engrosar la lista negra de los ingleses en los lanzamientos desde los once metros.
76.000 espectadores se dieron cita en la final disputada en el estadio de Wembley. Alemania quería conseguir su quinto título continental, ya que en la pasada edición se quedó a las puertas tras caer derrotada ante Dinamarca. Parecía que los alemanes perderían de nuevo la final tras adelantarse los checos con un gol de Patrik Berger, pero Oliver Bierhoff consiguió darle la vuelta al marcador. Logró el empate, ya en la prórroga el ariete dejó helados a los checos a cuatro minutos para el final. Petr Kouba pudo haber hecho algo más para evitar el tanto, el primer gol de oro de la competición. Y así, el torneo se fue para Alemania.