La anfitriona no falló
lunes, 5 de diciembre de 2011
Resumen del artículo
Tras perder la Copa Mundial de la FIFA 1966, Italia se levantó para ser la primera vencedora del nuevo Campeonato de Europa de la UEFA.
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El trofeo renovado estuvo acompañado por el nuevo formato, disputándose un sistema de grupos de clasificación que aún perdura para llegar a la ronda de eliminatorias, empezando por los cuartos de final por los ocho mejores. Luego se llegaba a semifinales y la final, al igual que en 1960 y 1964, y la lucha por el tercer puesto.
Solamente Malta e Islandia se quedaron fuera, y eso significó que la República Federal de Alemania debutase con un gran Gerd Müller. Sin embargo, los germanos quedaron eliminados a las primeras de cambio al terminar en su grupo por detrás de Yugoslavia, que accedió a los cuartos de final.
En el enfrentamiento entre selecciones británicas, destacó el duelo Inglaterra y Escocia. A pesar del famoso triunfo escocés en Wembley por 2-3, los ingleses consiguieron la clasificación al empatar a 1-1 en Hampden Park ante 130.711 aficionados, que es la asistencia más alta en un partido de un Europeo.
En otros grupos saltó la sorpresa, como fue el caso de la Portugal de Eusébio que finalizó segunda por detrás de Bulgaria y la eliminación de la talentosa Bélgica en detrimento de Francia. La vigente campeona, España, superó sin problemas la fase de grupos de clasificación, pero en cuartos de final cayó ante Inglaterra. Alf Ramsey fue el verdugo de los españoles al marcar el 1-0 del triunfo en tierras inglesas y el tanto en Madrid que sirvió para que Inglaterra se clasificase a pesar de perder por 2-1.
El cuarteto de semifinalistas, a parte de los ingleses e Italia, fue completado por la finalista de 1960, Yugoslavia y la Unión Soviética. La nueva selección italiana de Ferruccio Valcareggi, tras su derrota en el Mundial frente a la República de Corea, se levantó y no defraudó a sus aficionados en su casa.
El pase de Italia hacia la final fue muy duro, ya que tras 120 minutos de juego contra la Unión Soviética el marcador no se movió. En la última fase del torneo, la azzurri se encontró con Yugoslavia, que gracias a un gol de Dragan Dzajic eliminó a una Inglaterra que terminó con diez hombres. Alan Mullery fue el primer jugador en ser expulsado en Inglaterra, que consiguió el tercer puesto al ganar a los soviéticos.
Ya en la final, Italia tuvo que remontar un gol inicial de cabeza de Dzajic a los 39 minutos de juego. "Siendo honestos, no nos merecimos empatar", recuerda el portero Dino Zoff, pero Angelo Domenghini a diez minutos del final forzó un partido de desempate dos días después.
En este encuentro, los italianos ganaron 2-0 con un fuerte equipo en el que Valcareggi dio entrada a Sandro Mazzola y a Luigi Riva. Éste último junto con Pietro Anastasi hicieron los goles. "Merecimos ganar ese partido. Mi memoria aún está fresca", añadió Zoff.