La fiebre por el Mundial llega a Francia
martes, 1 de julio de 2014
Resumen del artículo
Miles de seguidores franceses se echaron a la calle para seguir en pantallas públicas la victoria sobre Nigeria en octavos y después celebrar un triunfo que da esperanzas a la afición.
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Ha tardado un tiempo en suceder, pero la fiebre de la Copa Mundial de la FIFA ha llegado por fin a Francia, ya que miles de aficionados vieron este lunes el partido de su selección en pantallas públicas en las calles y el presidente François Hollande mostró sus colores.
Tras la dolorosa actuación de la selección gala en Sudáfrica hace cuatro años, los aficionados de les bleus contuvieron sus emociones durante la fase de grupos. La selección de Didier Deschamps tuvo una clasificación tranquila y una actuación prometedora, y en su partido de octavos de final ante Nigeria el dique se rompió y las esperanzas de la afición afloraron las calles del país.
El comienzo del partido era a las 18:00 HEC por lo que coincidía con el fin de la jornada de trabajo o escolar, y gente de todo el país se enfundó la camiseta azul, cogió la bandera tricolor y se pintó la cara con los colores de Francia. Los que no pudieron salir pasaron dos horas pendientes de las pantallas de televisión, de ordenadores, teléfonos móviles o lo que tuvieran disponible.
Hollande estaba entre ellos (aunque no se pintó la cara), ya que vio el partido en el palacio presidencial con la inestimable compañía de mujeres futbolistas del Paris FC y del Cosmopolitan Club de Taverny. Tras haber hecho de su propiedad una camiseta con el número 9 y con su nombre, se espera que Hollande viaje a Río de Janeiro para seguir un poco más de cerca la acción cuando Francia se enfrente a Alemania el viernes.
Francia llegó a esos cuartos de final tras su victoria por 2-0 sobre Nigeria. Durante 78 minutos, sin embargo, hubo una gran tensión que ni siquiera los cánticos de 'Allez les Bleus!' pudieron evitar. Las miles de personas congregadas en la Place de l'Hôtel de Ville de París empezaron a dudar. Después llegó el gol de cabeza de Paul Pogba que trajo celebraciones de júbilo que se incrementaron luego cuando Joseph Yobo hizo sin pretenderlo el 2-0 en propia portería en el tiempo añadido.
Los cánticos y gritos continuaron hasta la noche, y los cláxones de los coches se unieron a la celebración. Fueron recuerdos evocadores de los mejores momentos de la selección de Francia, con sus victorias en el Campeonato de Europa de la UEFA de 1984, el Mundial de 1998 y la UEFA EURO 2000, y quizá un avance de lo que está por venir en la UEFA EURO 2016. Y todavía no ha terminado.