Lille, apasionada con Francia

Francia viajó este lunes hacia Brasil, y llega a la Copa Mundial de la FIFA con la moral por las nubes después de un último partido de preparación perfecto en Lille este domingo.

Les bleus llevaban sin jugar en esta parte del norte de Francia desde hacía 18 años, pero después de una excelente actuación que les permitió superar a Jamaica por 8-0, igualando la segunda victoria más amplia de su historia, seguramente van a querer volver a jugar allí muy pronto.

La ciudad contó con un ambiente celebración desde antes de la gran goleada de Francia, ya que el Stade Pierre Mauroy acogía fútbol internacional por primera vez en lo que iba a ser una noche histórica. El partido fue un ensayo para dentro de dos años, cuando la ciudad acogerá seis partidos de la UEFA EURO 2016, y desde horas antes del comienzo del partido, sus famosas calles y plazas estuvieron inundadas de los coles azul, blanco y rojo.

La ciudad es normalmente un gran centro financiero, pero esta vez fue el fútbol el que mandó, y el entusiasmo continuó en el estadio, donde se formaron largas colas antes incluso de que se abrieran las puertas. Una vez que los aficionados estuvieron dentro, el nivel de los decibelios fue altísimo desde antes de que el partido comenzase, y el actual jugador del LOSC Lille y de la selección de Francia Rio Mavuba tomó el micrófono y entonó el grito de guerra de la afición: 'Allez les bleus'.

Una vez comenzó el partido, fue el ex ídolo de les dogues Yohan Cabaye el que llamó la atención. El centrocampista, que ganó el doblete con el Lille en 2011, abrió el marcador. Pero al final del partido el nombre de Karim Benzema fue el más coreado por la grada en una noche en la que Francia provocó una asistencia récord en el estadio de 49.626 espectadores. El delantero del Real Madrid CF recibió una sonara ovación cuando fue sustituido a falta de cuatro minutos tras una gran actuación que incluyó dos goles y una asistencia.

A estas alturas Lille ya estaba de fiesta, y las celebraciones siguieron tras el pitido final. Fuera del campo los coches hacían sonar sus cláxones y el aire se llenaba de banderas francesas. La primera visita de Francia al Stade Pierre Mauroy vivirá siempre en la memoria de la ciudad.