Trezeguet revive el triunfo del 2000

En la breve etapa del gol de oro, dos hombres tuvieron la inmensa suerte de dar la victoria a sus selecciones en el Campeonato de Europa de la UEFA por este método: Oliver Bierhoff y David Trezeguet. Recientemente el galo anunció su retirada a los 37 años, así que nos centramos en uno de los momentos culminantes en la carrera de este delantero: la final de la UEFA EURO 2000.

Recuerdos de la UEFA EURO 2000...
Personalmente, mis recuerdos tienen que empezar por la final ante Italia, porque tuve la inmensa fortuna de anotar un gol importantísimo. Pero el torneo en global se jugó a un gran nivel, y tengo que decir que la organización fue muy buena en Holanda y Bélgica. Sabíamos que teníamos una buena oportunidad para ganar la competición, y las cosas fueron muy bien para nosotros en cuanto al fútbol que jugamos. Estábamos a un buen nivel desde el punto de vista de la preparación, y fue un enorme placer ganar la competición.

El camino de Francia a la final…
Había tres partidos clave. El primero era el inicial ante Dinamarca, porque sabíamos de la importancia de empezar con victoria. Después, la semifinal ante Portugal fue muy complicada. Ganamos gracias a un gol de penalti. Y después la final ante Italia que fue disputada con mucha intensidad y acabó siendo muy difícil. Por suerte, pudimos encontrar un camino para ganar todos estos partidos clave.

La final...
Fue un partido muy complicado. Los italianos anotaron primero, y pronto nos dimos cuenta de que iban a ser muy difíciles de batir. Ellos eran tácticamente muy disciplinados, como todos los equipos en el campeonato italiano. Nuestro entrenador, Roger Lemerre, terminó el partido con cuatro delanteros, y pudimos marcar en el minuto 94 con un gol de Silvain Wiltord, y conseguimos finalmente el gol de oro en la prórroga que decidió la competición.

La fortaleza mental de Francia…
En cuanto al aspecto físico, yo diría que terminamos el partido más fuertes que Italia, y marcar el gol del empate en el momento en el que lo hicimos nos dio más deseo de ganar. Creo que a Italia la afectó más el cansancio que a nosotros, y por encima de eso, sus jugadores tuvieron que afrontar el desafío mental de que se les escapara de las manos un partido que tenían en el bolsillo. Sabíamos que teníamos que concentrarnos para jugar con nuestros puntos fuertes, y aprovechamos nuestra oportunidad.

El gol de oro...
Todo empezó con un gran movimiento de Robert Pirès por la izquierda. Superó a Fabio Cannavaro y llegó hasta la línea de fondo. Entonces puso un centro que era difícil de rematar, pero yo estaba en el punto de penalti y golpeé el balón cuando caía. Entró y nos convertimos en el primer equipo en ganar el Campeonato de Europa después del Mundial. Fue algo muy grande para nuestro país.

Toda mi fuerza estaba en ese disparo. Había sido un campeonato difícil para mí, porque había esperado jugar un papel más importante. Al principio estaba feliz por mis compañeros de equipo, después estaba feliz por mi familia, y finalmente feliz por mí. Habíamos soñado con ser campeones del mundo y de Europa. Me dio una enorme satisfacción en ese momento, y todavía hoy en día la siento.