Entre bastidores tras la victoria de Irlanda
jueves, 23 de junio de 2016
Resumen del artículo
Nuestro reportero de la República de Irlanda estuvo en el interior del estadio para describirnos cómo estuvo el Stade Pierre Maouroy por dentro tras la victoria del miércoles.
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Cuerpo del artículo
Hombres de blanco y azul, luchando cara a cara, era todo lo que se podía ver desde el final del túnel de vestuarios. A tan solo cinco minutos para el final, intentabas averiguar qué había pasado entre los ruidos que se colaban de los aficionados desde arriba.
"¿Quién ha marcado?" preguntó uno de los reporteros que se preparaban para una entrevista. "Brady" respondió otra voz. Ya sabías sobre lo que había que preguntar a los protagonistas de la noche. "¿Hubo algún momento, Martin, en el que vieras que la oportunidad se escapaba?"
Afortunadamente, las cámaras entraron en acción. El pitido final sonó fuera. Donde, antes de que los hombres de traje esperaran a los luchadores, ellos se movían con un propósito. Los jugadores llegarán pronto por el túnel de vestuarios. Un compañero comentó que Robbie Brady había sido el Jugador del Partido y que hablaría con nosotros.
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Mientras miraba mi cuaderno de notas, James McClean pasó a mi lado, con sus pantalones verdes como el césped y las venas de sus piernas marcadas tras una noche de esfuerzo. James McCarthy llegó después, chocando con gente antes de entrar al vestuario. Los jugadores empezaron a llegar uno tras otro. Apareció Martin O’Neill y fue directo a un periodista de la televisión que sonreía.
Cuando te giras para hablar con el entrenador, la cámara se apoya casi en tu hombro y casi puedes notar la lente. Sientes el calor y la humedad, el ruido y la vibración. El barro de las botas de los jugadores está por el suelo y se puede oler mientras Martin O’Neill da su visión sobre la victoria por 0-1 ante Italia.
"Fue genial, lo hemos celebrado con toda la multitud. Ha sido una gran noche para nosotros. Merecimos ganar. Ha llegado tarde, pero bueno, mejor tarde que nunca. Tuvimos otras ocasiones claras. Estamos todavía en la competición, y no queremos irnos a casa".
Los pantalones de Seamus Coleman se enrollaban y su camiseta blanca estaba empapada por el gran esfuerzo realizado en el campo. Ya había pasado un tiempo desde que Irlanda había ganado y estaba en octavos de final, pero el brazalete seguía ahí. "Ser el capitán de tu país en una victoria como esta es algo que siempre recordaré. Y creó que los aficionados también lo harán", comentó Coleman.
Entonces llegó el Jugador del Partido, Brady. Estaba que no podía creérselo. "La adrenalina del gol se me ha bajado tras la celebración, pero esto es de lo que están hechos los sueños, ¿entiendes lo que quiero decir?" Saliendo del túnel de vestuarios unos minutos después, creo que sí sé a lo que se refiere.
