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Cómo Gales tiró la casa por la ventana

"Los aficionados estuvieron bien en todo momento, el himno fue increíble", comentó Aaron Ramsey tras la victoria por 2-1 ante Eslovaquia. El reportero de la selección Mark Pitman dedicó alabanzas al grupo.

Gareth Bale al final del partido del sábado
Gareth Bale al final del partido del sábado ©AFP/Getty Images

"Nuestros aficionados son los mejores del mundo", dijo Gareth Bale mientras se marchaba del terreno de juego. El jugador le devolvió el favor a los aficionados galeses que se desplazaron hasta el estadio con su gol en la histórica victoria ante Eslovaquia.

Tras jugar su primer partido en un Campeonato de Europa de la UEFA, y su primera fase final de un gran torneo desde la Copa del Mundo de la FIFA de 1958, Gales encaraba un reto desconocido ante Eslovaquia, pero consiguió una gran victoria por 2-1. El suplente Hal Robson-Kanu marcó el gol de la victoria tras el gran tanto de Bale, que fue contrarrestado por el centrocampista eslovaco Ondrej Duda. "Haces cambios, a veces funcionan y a veces no", comentó el seleccionador galés Chris Coleman.

El ruido, el color y el ambiente en el Nouveau Stade de Bordeaux recordaba a Cardiff en junio del año pasado, cuando Gales encaminaba la clasificación hacia la EURO con una victoria por 1-0 ante Bélgica. Es una muestra de lo que significa para el país esta victoria que no ha gozado de éxitos futbolísticos desde la gran época de Cliff Jones y John Charles. La manera en la que sonaba el himno nacional en el estadio antes del inicio era el aperitivo de una actuación llena de pasión y emoción.

Este partido fue seguido como ningún otro en la historia del fútbol galés. Desde que se conoció el sorteo en diciembre, Eslovaquia ha sido el objetivo. Esta es la razón por la que llevan meses preparando el partido. La meticulosa organización, incluso fuera del campo, es algo que los aficionados han podido notar. Cada versión del himno se cantaba con más fuerza, como el Hen Wlad Fy Nhadau (Antigua Tierra de mis Padres), y hacía presagiar que no iba a ser una noche decepcionante para el fútbol galés.

"Los aficionados llevaban el ritmo desde el principio, el himno fue increíble. Fue uno de los mejores ambientes en los que he jugado, posiblemente el mejor, así que me quito el sombrero ante ellos. Ellos nos empujaron, lo llevan haciendo mucho tiempo, y nosotros nos dejamos la piel para darles lo que se merecen", comentó Aaron Ramsey. El jugador fue sustituido acompañado de un cántico de gratitud de los aficionados galeses en los últimos minutos del partido. La solidaridad y el respeto entre los jugadores y los aficionados nunca ha sido tan aparente.

Pero Gales aún tiene mucho trabajo y deberá enfrentarse a duros retos como Inglaterra y Rusia para celebrar la clasificación en su Grupo B. Sin embargo, el recuerdo de este partido será largo y los aficionados han dejado su marca, independientemente del resultado. Ha comenzado un nuevo capítulo en la historia del fútbol galés.