Informe técnico 1 de la UEFA EURO 2016: contragolpes
lunes, 19 de septiembre de 2016
Resumen del artículo
En la primera parte del estudio realizado, nuestro panel de expertos destaca la disminución de los tantos marcados a la contra.
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Cuerpo del artículo
En la UEFA EURO 2008, el 46% de los goles anotados en jugada fue producto de un contraataque.
Desde entonces, el conocimiento del potencial devastador de las transiciones rápidas ha reconfigurado las estrategias que el colectivo de entrenadores plantea para los partidos. Cuando llegó la UEFA EURO 2012, la eficacia de las contras fulminantes se había reducido a la mitad, al 23%. En Francia, se consolidó este escaso porcentaje.
Además, en ocasiones, las estadísticas engañan: un alto porcentaje de los contraataques productivos se produjo muy cerca del pitido final.
Goles tardíos a la contra:
- Nos proporcionan buenos ejemplos de ello la internada y el centro de Mesut Özil que permitió a Bastian Schweinsteiger subir al marcador el 2-0 de la victoria de Alemania contra Ucrania.
- El centro desde la derecha y los remates de Graziano Pellè que otorgó a Italia idénticos resultados contra Bélgica y España.
- El gol en el minuto 87 de Zoltán Stieber, tras un pase entre líneas, que otorgó a Hungría la victoria por 2-0 sobre Austria; y el contragolpe por la derecha en el minuto 90+4 con posterior centro al segundo palo, que otorgó a Islandia el segundo puesto del Grupo F y la oportunidad de hacer historia.
- El gol de la victoria de Portugal en el minuto 117 del partido contra Croacia.
- Las dos contras de última hora que sirvieron a Bélgica para hacerse con una victoria por 4-0 sobre Hungría.
En otras palabras, la mayoría de los contraataques rematados con éxito se pueden encontrar en las postrimerías de los partidos, cuando los rivales se lanzan hacia delante en busca de un resultado. Muy pocos rompieron el cerrojo: el primer gol de Turquía contra la República Checa; el de Polonia contra Suiza, y uno de Bélgica que irritó al seleccionador de la República de Irlanda, Martin O’Neill: "Se originó en nuestro ataque. Era nuestro tiro libre, el balón se estaba jugando en el área grande. Ellos se lanzaron a la contra y marcaron. Ese gol fue importantísimo porque entonces empezamos a ir a remolque en el partido, y nos sorprendieron varias veces".
En general, las estrategias de gestión del riesgo se centraron en prevenir los contragolpes del rival.
"Como esperábamos, Portugal jugó al contraataque. Pero controlamos la situación y no les dimos ninguna oportunidad hasta casi el final de los 120 minutos", declaró el seleccionador de Croacia, Ante Čačić.
"Estábamos preparados para ellos, y nos propusimos combatir sus puntos fuertes. No les dejamos contraatacar", comentó su rival, Fernando Santos.
Después del partido en el Grupo C, el seleccionador de Polonia, Adam Nawałka, destacó: "Hubo ocasiones en las que Alemania tomó la iniciativa, pero se la cedimos conscientemente para crearnos espacios y golpear a la contra".
"No permitimos que Polonia desplegara todas sus bazas, que nos hiciera daño con sus contraataques", respondió Löw.
En Francia, la mayoría de los participantes incluían el contraataque como arma importante de su arsenal, pero las heridas se infligían normalmente sólo cuando una situación del juego obligaba al rival a abrirse.
Este artículo aparece en el informe técnico oficial de la UEFA EURO 2016: DESCÁRGUELO YA