El fin de una generación

La gran Francia, aquella que conquistó Mundial y Eurocopa, llegó a su ocaso. Muchos disfrutaron con el juego de Zinédine Zidane, la fuerza de Patrick Vieira, la contundencia de Lilian Thuram o las extravagancias de Fabien Barthez.

Pero en esa noche aquella generación puso fin a su trayectoria con una derrota ante Grecia. Un equipo rocoso, aguerrido y serio que desnudó, una por una, las carencias de los actuales campeones. Muy conscientes de cuáles eran sus posibilidades, los hombres dirigidos por Otto Rehhagel dejaron hacer a un rival envejecido para ejecutarlo cuando les ha llegado la oportunidad. El premio, las semifinales.

Los aficionados al fútbol se habían acostumbrado en las últimas jornadas a vivir fútbol espectáculo. Muchos goles, alternativas en el marcador y emociones varias. Francia y Grecia asumieron desde el principio que ése no era su estilo y apostaron por el clásico 4-4-2 y mantener la portería a cero como reglas de oro para este partido. En el primer cuarto de hora, el sopor futbolístico era un hecho.

La continua brega en el centro del campo se quebró con un lanzamiento lejano de Themistoklis Nikolaidis que Fabien Barthez atrapó en dos tiempos. Manos blandas. Esa evidencia se confirmó en el minuto 16. Georgios Karagounis bota una falta lateral al segundo palo que sobrepasa a toda la zona defensiva gala. Pero cuando la pelota se perdía, apareció el pie de Konstantinos Katsouranis que envió el esférico al cuerpo del meta francés. En tan poco espacio de terreno, Barthez no reaccionó y su indecisión remitió el balón al palo. Acto seguido y en la misma línea de gol, el guardameta arregló el descosido ante las reclamaciones griegas que pedían el gol.

Los dos laterales izquierdos se convirtieron por momentos en la referencia ofensiva de sus combinados. El griego Panagiotis Fyssas desbordó cómo y cuándo quiso a William Gallas. Bixente Lizarazu hizo lo propio en su costado. Precisamente de una galopada del francés surgió la mejor ocasión gala de la primera parte. El centro de Lizarazu al punto de penalti fue cabeceado con destreza por Thierry Henry. El balón salió rozando la cruceta izquierda del marco de Antonios Nikopolidis. Corría el minuto 25.

Las dos últimas jugadas destacadas del primer acto tuvieron color griego. En el 27', los hombres de Otto Rehhagel sacaban de banda cerca del banderín de córner. El envío largo, sobre la línea del área pequeña, era despejado por Mikaël Silvestre sin mucha convicción. El esférico quedó, dando botes, huérfano en el área. Katsouranis sacó su pierna derecha y picó hacia el arco de Barthez. El portero francés, seguro esta vez, abortó el peligro. Pero el susto final llegó en el minuto 37. Fyssas orientaba con su pecho un pase largo desde la defensa. El gesto técnico ahuyentó a Gallas y facilitó el disparo del lateral desde 30 metros. Barthez, con apuros, pudo desviar a saque de esquina. Era el epílogo de la primera parte.

Francia estiró líneas tras el descanso. Su avance obligó a Grecia a replegarse y a limitar sus opciones a algún contragolpe. Henry, Zidane, Robert Pires e incluso un desaparecido David Trezeguet pudieron marcar pero nadie fue capaz de batir a un seguro Antonios Nikopolidis. Las ofensivas galas morían siempre en la frontal del área rival y desde allí se antojaba complicado poder conectar el remate que allanara el paso a semifinales de la actual campeona.

Entre la multitud de ataques franceses, Grecia encontró una vía de agua por donde machacar al rival. Era el minuto 65 cuando el capitán heleno Theodoros Zagorakis corrió la banda diestra, con sombrero a Lizarazu incluido, y se internó hasta el lateral del área adversario. Desde ese punto divisó la soledad de Angelos Charisteas en el punto de penalti. Zagorakis no se lo pensó y puso un centro divino a la testa del ariete. Charisteas cabeceó con rabia a la escuadra de Barthez. El guardameta quedó retratado. Fue el principio del fin para una generación prodigiosa. Se aventuraba el ocaso de un equipo que hizo grande a su país.

La entrada del joven Louis Saha por Trezeguet devolvió la peligrosidad perdida a la delantera gala. En una rapidísima acción, Saha se fue por velocidad de toda la defensa griega, ingresó en área y se cuadró para sacar un chut inocente que Nikopolidis atajaba con seguridad. Era el 75'. A tres del final, Henry rozaba el palo con un testarazo desesperado a pase de Gallas. No había solución. Grecia confirmaba su fiereza ante los grandes y ponía fin a la travesía de los de Jacques Santini por esta Eurocopa. Francia quedó eliminada. Pero lo peor, sin duda, es que se acabó el ciclo de unos jugadores que pasaron a la historia del fútbol mundial.

Reacciones

Otto Rehhagel celebra la clasificación griegaBongarts/Getty Images

Otto Rehhagel, seleccionador de Grecia: "Esta es una gran noticia en todo el mundo, en Río de Janeiro, Nueva York, Tokio... Por lo que es una gran oportunidad para el fútbol griego. Me gustaría felicitar a todos mis jugadores porque jugaron con pasión. Hubo momentos en que Francia movió mejor el balón, pero nosotros fuimos mejores y ganamos el partido. La forma en que juegas depende de tus oponentes, y nosotros no les dejamos jugar".

Jacques Santini, seleccionador de Francia: "Tuvimos demasiadas fallos técnicos y tal vez nos faltó lucidez al final del partido porque queríamos marcar a toda costa. Contra una defensa poblada, nuestra actuación no fue la mejor. Es una gran decepción porque nuestra aventura termina cuando podríamos haber esperado, como todos los otros equipos en cuartos de final, llegar al final de este Campeonato de Europa".

Alineaciones

El combinado heleno saluda a los árbitrosBongarts/Getty Images

Francia: Barthez; Lizarazu, Silvestre, Thuram, Gallas; Pirès (Rothen 79'), Makelele, Dacourt (Wiltord 72'), Zidane (c); Henry, Trezeguet (Saha 72)
Suplentes: Landreau, Coupet, Boumsong, Vieira, Desailly, Pedretti, Sagnol, Marlet, Govou
Seleccionador: Jacques Santini

Grecia: Nikopolidis; Fyssas, Kapsis, Dellas, Seitaridis; Karagounis, Nikolaidis (Lakis 61'), Katsouranis, Zagorakis (c), Basinas (Tsiartas 85'); Charisteas
Suplentes: Chalkias, Katergiannakis, Venetidis, Dabizas, Giannakopoulos, Kafes, Georgiadis, Goumas, Papadopoulos
Seleccionador: Otto Rehhagel

Árbitro: Anders Frisk (Suecia)

Jugador del Partido: Angelos Charisteas (Grecia)