Los checos ya piensan en los cuartos

La selección de la República Checa no debe de estar muy preocupada por Alemania de cara al último encuentro del Grupo D en el Estádio José Alvalade de este miércoles, ya que el conjunto de Karel Brückner está matemáticamente clasificado como primero para los cuartos de final.

Respeto por Italia
Con dos victorias en dos partidos, la República Checa acabará esta primera fase como primera de grupo independientemente del resultado que consigan ante Alemania, y se enfrentarán al subcampeón del Grupo C en cuartos de final, cuyo rival será Italia, Dinamarca o Suecia. En el combinado checo hay unanimidad respecto al equipo que les gustará enfrentarse en Oporto el próximo domingo: Italia.

“Difícil de elegir”
”Es difícil elegir, pero no quiero encontrarme a Italia tan pronto”, dijo el capitán Pavel Nedved. El centrocampista de la Juventus es uno de los tres integrantes de la selección checa que militan en el país transalpino. También el lateral izquierdo del Udinese Calcio Marek Jankulovski se mostró de acuerdo con su capitán.

“Defensa sólida”
”Ellos poseen una defensa sólida y delanteros muy peligrosos, y saben cómo jugar en estos partidos”, dijo Jankulovski, que luce la barba teñida con los colores de la bandera checa, rojo, blanco y azul.

Curiosa apuesta
”Se trata de una apuesta, y he cumplido mi palabra”, explicó Jankulovski con una sonrisa. Pero no es el único jugador checo que se ha teñido para la ocasión, ya que el defensa del Reggina Calcio Martin Jiránek juega con el pelo rojo.

Amenaza italiana
Aunque Italia ocupa la tercera plaza del Grupo C por detrás de Suecia y Dinamarca, el centrocampista Vladimír Smicer todavía cree que el equipo de Giovanni Trapattoni continúa siendo la mayor amenaza. “Aún son los grandes favoritos a pesar de empatar sus dos primeros partidos. No tuvieron suerte contra Suecia, con los que empataron a uno. Me gustan cómo juegan, pero no quiero ser su rival”.

Empate en Palermo
Smicer se perdió el pasado enfrentamiento entre ambos conjuntos, un amistoso en Palermo en febrero cuando el gol de Tomás Rosický en las postrimerías del partido supuso el empate a dos de la República Checa. El último encuentro de los checos contra Suecia acabó 3-3 en Teplice en noviembre de 2002, aunque guardan recuerdos amargos de su último duelo con Dinamarca, una derrota por 2-1 en un partido de clasificación para la Copa del Mundo FIFA de 2002 que les costó una plaza en la fase final.

“Debemos vencer a todo el mundo”
Tan sólo Milan Baroš, autor del sensacional tanto que supuso el empate contra Holanda el sábado, no se mostró preocupado por enfrentarse a Alemania. “Si queremos ganar aquí, debemos vencer a todo el mundo”, dijo el delantero del Liverpool FC.