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Ceremonia con sorpresa

No estaba en el guión. Lo que iba a ser una celebración para Portugal se convirtió en la fiesta griega.

Los anfitriones no esperaban un comienzo como éste. Se suponía que hoy sería el día de Portugal. Cinco años después de sorprender a sus vecinos de la península en la pugana por hacerse con la organización de la Eurocopa, logrando albergar el que es su primer gran evento deportivo, y cinco años después de iniciar la construcción de diez asombrosos estadios, hoy se esperaba que fuese un día para la celebración.

“Prohibido no celebrarlo”
Portugal inició su periplo en la UEFA EURO 2004™ en el Estádio do Dragão, el campo del FC Porto, vigente campeón de Europa. Y, según se podía leer esta mañana en el diario A Bola, el periódico deportivo más vendido: “Hoy está prohibido no celebrarlo, no reír, y se puede decir, no ganar”.

Fiesta griega
Sin embargo, al final del primer partido del Grupo A contra Grecia las únicas caras de alegría se podían ver en los rostros de los jugadores y los aficionados griegos. Los tempraneros goles de Georgios Karagounis y Angelos Basinas al comienzo de la primera y la segunda mitad respectivamente, dieron la victoria a la selección helena por 1-2. Con este resultado, los griegos han conseguido la primera victoria en la fase final de un torneo, y dejó a Portugal con el negativo récord de ser la primera selección anfitriona que pierde el partido inaugural desde que comenzara esta tradición en 1984.

La ansiedad de los anfitriones
Grecia no pudo haber hecho un trabajo mejor. Como afirmó Fernando Couto la selección lusa tenía “un poco de ansiedad” de cara a este partido y esto permitió a Grecia tomar la iniciativa del choque y acallar a los aficionados locales.

Victoria sentenciada
Angelos Charisteas allanó el camino de la victoria de los hombres de Otto Rehaggel en un encuentro que se puso de cara para los griegos cuando, a los siete minutos de partido, Karagounis adelantó a su equipo con un lanzamiento desde 20 metros que batió a Ricardo. A los cinco minutos de la segunda mitad, Basinas transformó un lanzamiento de penalti que sentenció el triunfo heleno. Una selección griega bien ordenada demostró por qué ha permanecido durante quince partidos imbatida.

Banderas agotadas
Portugal, que reaccionó tarde con el gol de Cristiano Ronaldo, que salió del banquillo, necesita una victoria el miércoles contra Rusia para poder seguir con posibilidades en la Eurocopa. Los aficionados se fueron descontentos con el encuentro. En los últimos días Luiz Felipe Scolari pidió a su afición que apoyara al equipo ondeando banderas del país. Los hinchas agotaron prácticamente todas las existencias de banderas, siendo imposible hacerse con una de ellas.

Gran colorido
La edición del periódico Expresso del viernes incluía una bandera de Portugal. Fueron 180.000 copias las que se editaron y se vendieron rápidamente. Los apartamentos situados junto a Dragao estaban repletos de banderas, al igual que el estadio, salvo la zona que ocupaban los aficionados griegos en un córner.

Repetición de los goles
Las pantallas daban la repetición de cada gol y en el minuto 48 de la segunda parte con el gol portugués, el estadio rugió y animó a sus jugadores para que remontaran. La canción 'Everybody wants to rule the world' sonó en el estadio cuando los jugadores saltaron al campo.

Ceremonia de apertura
La ceremonia de apertura comenzó 15 minutos antes del partido. El césped se llenó de cientos de figuras azules formando una especie de manta. Como si de una ola se tratara, cientos de peces figurados homenajeaban el XV centenario de la “Carabela” que llegó a las Américas cruzando el atlántico en la época de descubrimientos portugueses. A ello se le sumó el colorido que pusieron los fans con sus banderas  y bufandas dando un magnífico ambiente al estadio.

Gran atmósfera
Después, las hojas azules se giraron para mostrar las banderas de las dieciséis naciones participantes. Kinas, la mascota del torneo, hizo su aparición. Había niños ondeando banderas y vistiendo las camisetas de las selecciones y el logo del campeonato fue reproducido en el círculo central. La atmósfera fue ganando en intensidad hasta que comenzó a sonar el himno antes del saque inicial, y decenas de miles de bufandas comenzaron a ondear. Pero después, cuando comenzó el fútbol, la fiesta para los anfitriones se fue a pique.

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