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España se contagia del buen ambiente

Aquel que pensara que la fiesta de la UEFA EURO 2004™ se limitaba a Lisboa estaba equivocado después de lo vivido en el encuentro en Faro-Loulé.

Aquel que pensara que la fiesta de la UEFA EURO 2004™ se limitaba a las calles y los estadios de Lisboa pudo comprobar que esto no es así después de lo vivido durante el encuentro entre España y Rusia en Faro-Loulé.

Primer triunfo de España
Era fácil suponer que el partido protagonista del día era el disputado entre la selección anfitriona y Grecia. Sin embargo, estos dos equipos pasaron a un segundo plano cuando comenzó el segundo partido del Grupo A. Fue España quien ganó gracias a un gol de Juan Carlos Valerón en la segunda mitad. Pero Rusia también tuvo cosas que decir hasta que en el último tramo del choque expulsaron al defensa Roman Sharonov.

Colorido en las gradas
El espectáculo estuvo presente en las gradas en esta primera jornada, incluso en el partido en el que los portugueses sucumbieron ante una selección helena bien organizada. Por su parte, España cuajó una actuación que parecía indicar que finalmente este podría ser su año.

Inicio de la fiesta
La fiesta había comenzado en Loulé mucho antes que el balón empezara a rodar. Pero con el inicio oficial del torneo fue el partido inaugural el que centró la atención en las pantallas situadas en la ciudad. Más tarde, el atractivo de ver a dos de los mejores jugadores de Europa como Aleksandr Mostovoi y Raúl González, la fiesta se trasladó desde las playas y los bares al espectacular estadio del Algarve.

Gran ambiente
Varias horas antes de comenzar el partido, el estadio registraba una gran entrada con 14.000 aficionados españoles y 8.000 seguidores rusos esperando el choque entre sus respectivos equipos. Cuando ambas selecciones saltaron al campo para calentar el estadio se convirtió en un clamor, con la hinchada española mostrándose como la más ruidosa. Pero los aficionados rusos pronto se unieron a la fiesta.

Brillante comienzo
A las 19:45 hora local, todas las miradas estaban sobre el césped a la espera de que el colegiado diera el pitido inicial. Fue España el equipo que comenzó a dominar el encuentro en su primera fase. Fernando Morientes era un auténtico peligro por alto para la defensa rusa. Por las bandas, Vicente Rodríguez, elegido Jugador del Partido y Joseba Etxeberria entraban con facilidad por sus respectivos flancos.

Sin recompensa
El buen juego de España durante los primeros minutos no tuvo su recompensa con el gol, debido a la gran labor del portero ruso Sergei Ovchinnikov, que con buenas intervenciones logró que no se moviera el marcador durante la primera parte. Tras el descanso, el equipo ruso salió con las fuerzas renovadas y en dos ocasiones en las botas de Dmitri Alenichev pudo adelantarse en el marcador, de no haber sido por la gran actuación de Iker Casillas.

Acertó con los cambios
Llegado el minuto 60 de partido, Iñaki Sáez decidió introducir en el terreno de juego a Juan Carlos Valerón en sustitución de Fernando Morientes. Tan sólo habían transcurrido 34 segundos del cambio, cuando el jugador canario recogió un pase de Carles Puyol e inauguró el marcador con un preciso remate.

Delirio de la afición
No sólo el gol de Valerón hizo vibrar a toda la hinchada española, sino que la presión que aumentaba con el paso de tiempo hacía más bonito el encuentro gracias a los detalles futbolísticos de algún jugador. El segundo gol no llegó para España, que se enfrentará el próximo miércoles a Grecia, que tras haber derrotado a Portugal, se jugarán el primer puesto del grupo A. A los rusos les esperan cuatro días para el ultimátum contra Portugal.

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