Europa se rinde ante Di Stéfano
domingo, 30 de diciembre de 2007
Resumen del artículo
Con motivo de la EURO 2008, uefa.com ha escogido al Jugador de Oro de las 16 selecciones participantes. Hoy le toca al español Di Stéfano.
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Cuerpo del artículo
Con motivo del 50 Aniversario de la UEFA, cada federación nacional ha elegido a su mejor jugador de los últimos 50 años. En la primera de la serie de artículos en la que se presenta el Jugador de Oro elegido por cada una de las selecciones participantes en la UEFA EURO 2008™, uefa.com recuerda la carrera del español Alfredo Di Stéfano.
El creador del término 'futbolista todo terreno' y el jugador más grande de su época, la enorme calidad de Alfredo Di Stefano, su gran capacidad de sacrificio y sus goles levantaron al imbatible Real Madrid CF que dominó la década de los 50 y 60.
Fuente de inspiración
El internacional español nacido en Argentina fue una auténtica figura de inspiración en la hegemonía europea del Madrid como mejor equipo del continente. Ganó ocho títulos de Liga, cinco copas de Europa consecutivas, en las que marcó en la final, y una Intercontinental.
Infantil de River Plate
Di Stéfano nació el 4 de julio de 1926, nació en el barrio de Barracas de Buenos Aires. Alfredo fue el mayor de tres hermanos de una familia de campesinos, que ya con 13 años pertenecía a los infantiles del CA River Plate. Carlos Peucelle, el primer entrenador que tuvo, recordaría años después que “jamás había visto a un jugador con su fuerza física y su voluntad. Nunca vi progresar a nadie a tanta velocidad”.
Cedido al Huracán
La voluntad fue una de las constantes en la vida de Alfredo Di Stéfano. Adolfo Pedernera era intocable en el primer equipo de River, pero su padre, don Alfredo, consideraba que esa situación no podía sostenerse. Reclamó la titularidad para su hijo y el club le contestó enviándole cedido al Huracán de Buenos Aires, donde Di Stéfano realizó un año 1946 impecable.
Delantera histórica
Cuando River Plate traspasó a Pedernera al Atlanta el club bonaerense reclamó a Alfredo. Ese año, el de 1947, fue el de su definitiva consagración como primera serie del poderosísimo fútbol argentino. Formó una delantera histórica en el River Plate, con Muñoz, Moreno, Labruna y Loustau. Llamado también como 'El alemán', por su pelo rubio, y 'La flecha rubia', Di Stéfano instituyó el famosos taconazo al balón no como un adorno, sino como un factor sorpresa. José María Moreno, uno de los futbolistas a los que más admiró siempre, anticipó el papel al que estaba destinado como jugador de fútbol. “Vos, pibe, serás grande un día. Sólo necesitas saber que esto no es fácil”, le dijo.
Marcha a Colombia
El último de sus días en River Plate jugó contra San Lorenzo de Almagro, al que hizo dos goles. Una huelga de jugadores argentinos le condujo inmediatamente hasta Colombia. Jugó en el Millonarios de Bogotá, donde, por su gran fútbol, le bautizaron como el 'ballet azul'.
Amor a primera vista
En 1952 jugó en el viejo estadio de Chamartín el Trofeo del 50 aniversario del Real Madrid y allí mismo surgió el amor de los blancos por el jugador argentino. El 26 de septiembre de 1953, después de una disputa legal con el FC Barcelona, que también le pretendía, Di Stéfano fichó por el Madrid. El Gobierno había decidido que la disputa se resolviese jugando la 'Saeta' media temporada con cada equipo, pero el club catalán no aceptó esa solución.
Éxito inmediato
Se quebró así la superioridad que el gran rival de los blancos, el Barça, había mantenido durante finales de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta. La presencia de Alfredo convirtió al Real Madrid en un gigante incontestable. Ganó con el equipo de la capital de España la Liga de ese año y siete más entre 1955 y 1964, además del doblete doméstico en la campaña 1961/62.
Cinco Copas de Europa
Sobre sus cimientos se construyó el equipo que obtuvo cinco copas de Europa consecutivas, 1956, 1957, 1958, 1959 y 1960, de forma arrolladora. Di Stéfano marcó en las cinco finales, y los más recordados son un 'hat-trick' que le hizo al Eintracht Frankfurt en la victoria por 7-3 en mayo de 1960.
Nacionalidad española
En 1956 se nacionalizó. Fue internacional con España en 31 partidos, en los que marcó nada menos que 23 goles. Hombre introvertido fue un enamorado del balón y del sacrificio. Trabajaba más que nadie y fue ejemplo para todos. En un equipo en el que había, probablemente, jugadores más técnicos como el francés Raymond Kopa o el húngaro Ferenc Puskas él fue el mejor, el número 1 incontestable, el elegido.