Festival holandés
lunes, 9 de junio de 2008
Resumen del artículo
Antes del partido entre Holanda e Italia todos hablaban de la conexión entre los dos seleccionadores por su pasado en el Milan, pero los que impactaron fueron dos jugadores del Real Madrid.
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Cuerpo del artículo
Dos de los aspectos más destacados del partido de este lunes entre Italia y Holanda ocurrieron antes del encuentro disputado en Berna. Primero, el colorido de la afición holandesa, que fue alabada por el entrenador azzurri Roberto Donadoni este pasado domingo, y en segundo lugar, la versión de L'Inno di Mameli del himno nacional italiano, un tema que cantó con ganas Gennaro Gattuso. Obviamente, también hay que subrayar el gran partido que nos mostraron estas dos selecciones en el primer ‘clásico’ de la UEFA EURO 2008™.
Conexión madridista
Antes del partido de habló mucho de la conexión milanista entre Donadoni y su homólogo Marco van Basten, pero la verdad es que el impacto real lo crearon los jugadores del Real Madrid CF Ruud van Nistelrooy, que inauguró el marcador a los 26 minutos, y Wesley Sneijder, que de forma acrobática aumentó la ventaja de los oranje antes del descanso.
Amenaza holandesa
En una fantástica primera parte fantástica el equipo holandés pudo irse al descanso con una ventaja mayor, pero Van Nistelrooy no pudo aprovechar los constantes errores de una defensa italiana que extrañó demasiado la presencia de Fabio Cannavaro, que vio el partido desde el banquillo con sus compañeros. Con esta situación Sneijder, Rafael van der Vaart y Dirk Kuyt hicieron diabluras con el equipo transalpino aprovechando el hueco dejado en el equipo por los lesionados Ryan Babel y Arjen Robben.
La remontada, posible
Otro hecho reseñable fue que Holanda puso fin a una racha de 30 años que llevaba sin ganar a Italia. Y también es destacable que las dos últimas selecciones que se enfrentaron ante Holanda en la fase de grupos de un Campeonato de Europa, Alemania en 1992 y Francia en 2000, cayeron derrotadas. Italia se vio con dos goles por debajo en el marcador, una desventaja recuperable, tal y como se demostró en este mismo estadio en la final de la Copa Mundial de la FIFA 1954, cuando Alemania se impuso a Hungría.
No hubo milagro
Pese a la entrada en el campo de Alessandro Del Piero a los 64 minutos, que pronto estuvo cerca de reducir distancias, no se produjo otro milagro. Holanda impidió cualquier atisbo de reacción y tanto Sneijder como Kuyt siguieron siendo un quebradero de cabeza para los italianos. Además, los pocas veces que llegaban con peligro los azzurri, allí estaba Edwin van der Sar para dejar su portería a cero. Ya en las postrimerías del choque, Giovanni van Bronckhorst cabeceó la red un centro de Kuyt para sellar el definitivo 3-0. Holanda le ha metido más goles a Italia en un partido que en toda la última Copa Mundial de la FIFA de Alemania.