Hrubesch, siempre en el último momento
domingo, 22 de junio de 2008
Resumen del artículo
La tendencia de Turquía de dejarlo todo para el último intante está acaparando titulares en la UEFA EURO 2008™, pero hace 30 años el mítico delantero hacía exactamente lo mismo con Alemania Federal.
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La tardanza define la carrera de Horst Hrubesch. A los 23 años todavía estaba jugando en divisiones inferiores del fútbol alemán, pero seis años más tarde era la figura del ataque de la selección alemana que ganó el Campeonato de Europa de la UEFA de 1980. No marcó ningún gol en la fase de grupos, y su alineación en la final ante Bélgica le causó muchas dudas a su seleccionador Jupp Derwall, que finalmente hizo "la elección correcta" porque Hrubesch marcó dos goles, incluido un tanto en el último momento que dio al victoria a Alemania Federal.
La pérdida de Fischer
El torneo fue precedido por la lesión del que era uno de los mejores delanteros del continente, algo parecido a lo que le pasó al croata Eduardo da Silva antes de la cita de 2008, pero en aquella ocasión le sucedió a Klaus Fischer, jugador de Alemania Federal. Fue la oportunidad para Hrubesch, que con 29 años militaba en el Hamburger SV y sólo había jugado dos partidos internacionales sin conseguir ningún gol. "Podía haber sido convocado igualmente, pero seguramente no hubiera jugado ni un minuto", comentó.
"Cabeceador bestial"
"Siempre empezaba un poco tarde. Tenía 23 cuando debute en la Bundesliga y 28 cuando jugué mi primer partido con la selección", comenta el hombre que era conocido como Kopfball-Ungeheuer ("Cabeceador bestial"). Hrubesch jugaba arriba en un equipo que contaba con Karl-Heinz Rummenigge y Klaus Allofs jugando por detrás suya, y con Bernd Schuster y Hansi Müller dando pases desde el centro del campo. "Teníamos un gran equipo, uno de los mejores de Europa. Fuimos capaces de dominar el torneo y llegamos a la final de Roma para ganar el título".
Sufriendo el calor
Bélgica fue el rival en la final, y la presión en Alemania Federal tras no conseguir marcar ante Grecia recaía sobre Hrubesch. "Mi puesto en el equipo corría peligro. Había jugado tres partidos y no había marcado". Pero a los diez minutos de final Hrubesch rompió el empate tras una gran jugada del mejor jugador del torneo, Schuster. Pero Bélgica consiguió igualar gracias a un tanto de René Vandereycken. "No queríamos la prórroga porque era un día de mucho calor y estábamos bastante cansados", comentó el mítico delantero germano. Afortunadamente para Alemania Federal, Hrubesch consiguió marcar y evitar la prórroga, dándole a la selección germana el título en el último suspiro.