¿Quién quiere una tanda de penaltis?
lunes, 16 de junio de 2008
Resumen del artículo
La perspectiva de que la segunda plaza del Grupo A se disputase desde el punto fatídico era muy tentadora, pero al final todo fue más emocionante de lo que cabía esperar.
Article top media content
Cuerpo del artículo
Desde el momento en que se supo que la segunda plaza del Grupo A de la UEFA EURO 2008™, entre Turquía y la República Checa, podía decidirse en la tanda penaltis, la mayoría de las personas neutrales ante el partido deseaban que acabase en empate sólo por su carácter novedoso. ¿Pero quién iba a imaginar que la emoción iba a ser mucho mayor que desde el punto fatídico?
Increíble final
La emoción comenzó cuando Arda Turan recortó distancias en el marcador poco después de que la República Checa hubiera doblado su ventaja. Fue entonces cuando Nihat Kahveci aprovechó un terrible error de Petr Čech para empatar el partido, lo que les conducía a la tanda de penaltis. Sin embargo, Nihat marcó de nuevo a falta de un minuto para el final logrando la segunda victoria consecutiva turca en el último suspiro. Aún hubo tiempo para más cuando el portero Volkan Demirel fue expulsado por un empujón sobre Jan Koller cuando el balón no estaba en juego, colocándose el jugador de campo Tuncay Şanlı debajo de los palos.
Dominio checo
Todo esto parecía muy lejano en el descanso cuando Turquía se veía fuera del partido. Los jugadores de la República Checa estuvieron brillantes en el comienzo del partido gracias a la altura de Koller y al apoyo de sus cuatro centrocampistas Libor Sionko, Jan Polák, Marek Matějovský y Jaroslav Plašil. Mientras, Turquía echaba en falta al poderoso Gökhan Zan en defensa y a la experiencia de Emre Belözoğlu en el medio campo. De esta forma, no fue ninguna sorpresa cuando Koller adelantó a los suyos con un gran cabezazo a pase de Zdeněk Grygera y demostró tener un puesto en el equipo después de su suplencia contra Portugal.
Emociones inesperadas
Los penaltis ya eran un final más que aceptable para Turquía, pero el jugador que había destacado contra Suiza, Semih Şentürk, fue sustituido en el descanso por Sabri Sarıoğlu, un jugador de menos ataque. Sin embargo, y a pesar de la lluvia, la República Checa logró aumentar su ventaja gracias a una aparición de Plašil a centro de Sionko y cuando los checos celebraban la victoria haciendo la ola, llegó el tanto de Arda y el final por todos conocido. ¿Quiere emociones? Nadie podía haber pronosticado este final.