Cultura de fútbol: Polonia
martes, 17 de enero de 2012
Resumen del artículo
Con más de 100 años de historia futbolística, el país posee una rica tradición, y en la preparación de la UEFA EURO 2012 miles de aficionados han incrementado la asistencia a los nuevos estadios en la Ekstraklasa.
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Cuerpo del artículo
Con más de 100 años de tradición futbolística, Polonia posee una rica cultura, y en la preparación de la UEFA EURO 2012 miles de aficionados han incrementado la asistencia a los nuevos estadios en la Ekstraklasa.
Consejos culturales
El éxito de los clubes locales en las competiciones europeas, y el ruido que hicieron los aficionados polacos en la Copa Mundial de la FIFA 2006 y la UEFA EURO 2008 han contribuido a dar a conocer un poco más la cultura polaca. Los aficionados locales montan el espectáculo allá donde van, y se espera un gran ambiente durante los 90m minutos de todos los partidos, ya se gane o se pierda. Los hinchas llevan banderas y pancartas para demostrar su originalidad y llenar de colorido las gradas de los estadios.
Derbis clave
Legia Warszawa - KKS Lech Poznań: el 'Derbi de Polonia' reúne a los dos clubes más grandes del país.
Wisła Kraków - MKS Cracovia Kraków: el gran choque en la histórica Cracovia se denomina 'Święta Wojna' (guerra sagrada).
Ruch Chorzów - Górnik Zabrze: mide a los dos clubes más importantes de Silesia.
ŁKS Łódź - RTS Widzew Łódź: el gran choque en Lodz, ciudad que acogió el primer encuentro de la Premier League polaca en 1927.
KSP Polonia Warszawa - Legia Warszawa: el partido por excelencia de la capital.
Ritos y supersticiones
Kazimierz Górski, que dirigió a Polonia en la época dorada de los '70, practicó uno de las supersticiones más famosas del país al negarse a afeitarse en días de partido. "Quizás somos tan supersticiosos porque tenemos un trabajo muy estresante", dijo el exguardameta polaco Jerzy Dudek, que también tenía alguna manía, como colocarse la media y el guante izquierdo antes que el derecho, y cuando ganaba un partido como local, al choque siguiente siempre iba en traje y corbata.
Cánticos y bailes
El himno nacional francés, La Marsellesa, se ha adaptado para ponerle una rica variedad de letras. Éstas son las más escuchadas en los estadios:
"Nic się nie stało" (no pasa nada): canción para animar al equipo cuando encaja un gol.
"Idźcie do domu, my nie powiemy nikomu" (marchad a casa, no se lo diremos a nadie): se le canta a los jugadores y aficionados rivales cuando encajan una dolorosa derrota.
"Gramy u siebie" (jugamos en casa): lo cantan los aficionados visitantes para hacerse oír más que los locales.
"Jeszcze jeden, jeszcze jeden" (uno más, uno más): se canta después de que un equipo marque gol.
"Druga strona odpowiada! Kto dziś wygra mecz? - Polska, kto? Polska, kto? Polska, do boju, do boju, do boju POLSKA"
(Decidnos, ¿quién va a ganar el partido? ¡Polonia! ¿Quién? ¡Polonia! ¿Quién? Polonia, luchemos, luchemos, luchemos Polonia): se canta una y otra vez en los partidos de la selección polaca.
Ingenio y sabiduría
"Es mejor tener un mal entrenador con buena suerte que uno bueno con mala", Górski, entrenador polaco durante los dorados años 70.
"La pelota siempre es redonda y siempre hay dos porterías en el campo", de nuevo Górski haciéndolo fácil.
"Es mejor tener una corta pero inteligente posesión que una larga y estúpida", Zbigniew Boniek, estrella del fútbol polaco y ex seleccionador, sobre la precisión del juego.
"No hay penaltis parados, sólo hay penaltis mal tirados", Jan Tomaszewski, portero de Polonia durante la década de los 70.
"Si tienes un 3-0 en contra al final de la primera parte, no creas en un milagro, pero empieza a creer en ti mismo. Ya vendrá la buena suerte en la segunda parte", Dudek explica la filosofía que ayudó al Liverpool FC a remontar un 3-0 en contra para empatar a tres ante el AC Milan en la final de la UEFA Champions League 2005 que conquistó en los penaltis.
¿Qué diablos es eso?
De vuelta a los años 70, un anuncio de una maquinilla de afeitar se colocó encima de las gradas principales del estadio del Legia Warszawa. Fue una decisión controvertida, sobre todo teniendo en cuenta las supersticiones locales con el fútbol y el afeitado. No sabemos si Polsilver vendió más cuchillas, eso sigue siendo un misterio, pero el anuncio causó sensación en los aficionados locales, que rebautizaron la grada Żyleta (algo así como la cuchilla gigante), convirtiéndose en un símbolo importante para el club.