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¿Cómo se forja un campeón?

UEFA.com trata de averiguar las técnicas y consejos seguidos por los triunfadores de la EURO evocando a grandes metáforas, asesoramiento conyugal, paseos en góndola o piedras y piñas.

Traianos Dellas levanta el trofeo de la UEFA EURO 2004
Traianos Dellas levanta el trofeo de la UEFA EURO 2004 ©Getty Images

Algún psicólogo le dirá que mientras al deporte se juega con el cuerpo, se gana a través de la mente, por lo que examinamos qué ofrecieron las últimas ediciones del Campeonato de Europa de la UEFA.

En la UEFA EURO 2004 el periódico griego 'Ta Nea' publicó un diario del defensa Traianos Dellas, reviviendo desde su nacimiento, a la formación que tuvo y a la realización de un sueño. Las publicaciones previas al inicio del torneo fueron prudentes, casi desde la distancia en un equipo de Otto Rehhagel que estaba al borde del éxito. "Rehhagel nos está hablando constantemente, intentando transmitirnos el mensaje de que no vamos a Portugal como turistas, de que es nuestra oportunidad".

Poco a poco, a través de la adulación ("Rehhagel me llama el Coloso de Rodas"), un compromiso con las metáforas ("Rehhagel dijo, 'Érase una vez, un reconocido campeón mundial de boxeo que se enfrentaba a un modesto rival…") y unos resultados impresionantes, el "él" se acabó convirtiendo en un "nosotros". En la preparación para la final ante los anfitriones, Dellas adoptó unas palabras distintas. "Este equipo es como una cobra, golpea una vez y se acabó", aseguró el central. Tras la victoria añadió: "Cuando Angelos Charisteas marcó, sólo pensé en una cosa: 'Es nuestro momento".

Los pensamientos de Dellas son el reflejo de otros antiguos ganadores de la EURO. Todos ellos tenían sus propios problemas, sus palos que soportar, y sus métodos propios para aceptarlos y superarlos. Lo que une a 13 equipos, sin embargo, es un compromiso con un entrenador impulsado por instrucciones claras y un destino común. Iker Casillas recordó que hace cuatro años la absoluta tranquilidad de Luis Aragonés era contagiosa. "Un mes antes de la fase final, el seleccionador tenía todo ordenado en su cabeza, la forma de gestionar al grupo y, precisamente, lo que quería del torneo. Fue la clave".

No es que los seleccionadores victoriosos sean impermeables a las críticas y consejos. Una de las decisiones más importantes fueron las de Berti Vogts en el camino hacia el triunfo en la EURO '96 en una góndola en Venecia, cuando reflexionaba en voz alta sobre qué jugador elegir como cuarto delantero. "Elijo a Oliver Bierhoff", le respondió el sagaz (quizás aburrido) técnico a su mujer Monika, "te lo recompensaré". Bierhoff salió desde el banquillo en la final y anuló la ventaja de la República Checa antes de conseguir el gol de oro para ganar.

La corazonada, que realmente no se puede explicar, llegó cuando Sandro Mazzola se enteró que había quedado fuera del once de la final contra Yugoslavia en 1968 y comenzó a hacer las maletas. Sus compañeros Tarcisio Burgnich y Giorgio Ferrini le encerraron en la habitación y llamaron a su mujer para que le persuadiese para seguir. "Yo soy un escorpio. Tengo un carácter peculiar". Al final vio el empate a uno de Italia, pero hubo un partido de desempate 48 horas después. Cuando parecía que el seleccionador Ferruggio Valcareggi iba a ignorar a Mazzola tras su estallido, le eligió en su once y fue fundamental  para la victoria de Italia por 2-0.

Muchas de las decisiones importantes se toman fueran del campo. El que levante el trofeo Henri Delaunay en Kiev habrá pasado 40 días junto a 22 compañeros de equipo y el cuerpo técnico. Ellos posiblemente jugarán ocho partidos, incluyendo encuentros amistosos, pero el resto del tiempo vivirán una rutina constante del hotel, a los entrenamientos, las charlas técnicas y las explicaciones del técnico. Una cárcel de cinco estrellas en la que estarán limitados a su teléfono móvil, el poder salir únicamente a la hora de comer y pasar su tiempo libre en una sala de juegos muy familiar.

¿Cómo llenar ese tiempo? Como los gustos de Dellas han demostrado, se puede utilizar para el esfuerzo personal, pero sobre todo para tener la oportunidad de unir más al grupo, para incluir en vez de excluir. De hecho, Dellas fue un entusiasta participante en los torneos de backgammon en Grecia. En 1992, Dinamarca hacía viajes clandestinos a McDonald's, mientras que Checoslovaquia preparó la final de 1976 con una sesión de cine para ver una película del oeste que apenas entendían. Todo mucho más dócil si se compara con lo ocurrido en 1988 cuando el capitán Ruud Gullit arrastró a la selección holandesa a un concierto de Whitney Houston antes de la final.

Casillas habló de forma más genérica sobre la concentración de España en 2008 al ser "un lugar de paz y felicidad. Había una sensación de que estábamos viviendo un periodo maravilloso. Todos formábamos un conjunto excelente y el equipo estaba muy contento con el seleccionador". Ese hombre de nuevo. Parece que la orquesta únicamente es tan buena cuando también lo es el director. El único éxito de España en el pasado en la EURO fue en 1964, cuando el seleccionador José Villalonga dejó fuera de la convocatoria a grandes nombres a la hora de elegir al grupo.

Es comprensible que en la mañana de la final frente a la vigente campeona la URSS, los nervios entre los jugadores más jóvenes fuesen palpables. Ellos tenían su concentración en La Berzosa y Villalonga anunció que iban a dar un paseo. Descansando a la sombra de un olivo, el seleccionador se agachó y cogió unas piedras en la tierra reseca. El fallecido Chus Pereda recordaba: "Cogió algunas piedras y dijo, 'Estas piedras nos representan, mientras que nuestros rivales son esas piñas de los árboles. ¿Qué son más fuertes, las piedras o las piñas?". Señor Rehhagel, ahí lo tiene.