Del Bosque, a seguir la senda de Schön
sábado, 30 de junio de 2012
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El seleccionador español podría convertirse este domingo en el segundo entrenador en conquistar la Copa Mundial de la FIFA y el Campeonato de Europa de la UEFA.
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La constelación de la historia del fútbol alemán cuenta con una galaxia deslumbrante de nombres estelares, pero 16 años después de su muerte, la estrella de Helmut Schön sigue brillando. El hombre imponente de Dresden, que desafió a su padre, vendedor de arte, sólo por jugar al fútbol en las calles estrechas de la ciudad (él siempre decía que era un "jugador de adoquines y asfalto"), se convirtió en el más fino interior izquierda de su generación. Sin embargo, es como entrenador como permanece en las mentes de tantas personas.
Después de un aprendizaje de ocho años como asistente de Sepp Herberger, tomó las riendas de la República Federal de Alemania en 1964 y disfrutó de un éxito inmediato al guiar a su selección a la final de la Copa Mundial de la FIFA 1966, donde perdió ante Inglaterra. El suyo era un combinado cargado de talento emergente, de la talla de Franz Beckenbauer, Sepp Maier, Günther Netzer y Gerd Müller. El verdadero reto fue la gestión de los en el vestuario. A comienzos de la próxima década, Schön había perfeccionado ese arte.
Tercero en la Copa Mundial de la FIFA 1970, con las incorporaciones de Uli Hoeness y Paul Breitner, la República Federal de Alemania fue imparable dos años después en el Campeonato de Europa. "Teníamos una plantilla impresionante con grandes nombres, pero creamos un ambiente de camaradería en la clasificación. Esa era la mejor plantilla de Alemania, y creo que todo se debía a Schön, que tenía un gran carácter. Consiguió juntar a toda esa gente, que tenían personalidades muy fuertes", dijo Hoeness.
Y ninguno tenía carácter más fuerte que Müller, un jugador con una gran reputación pero no el más indicado para compartir vestuario. Pero el delantero siempre resalta que fue el mejor entrenador que tuvo, y siempre destacaba su capacidad para llevar la unidad al grupo. "Ya no hay entrenadores como él. Helmut Schön fue un ser humano increíble, y como un padre para nosotros", añadió Beckenbauer.
"A todos nos caía bien y estaba ahí para todos los jugadores, participando en todo. Hoy en día los entrenadores no tienen tiempo para preocuparse así por sus jugadores. Todo el mundo quería jugar en la selección porque sabían que Helmut Schön les cuidaría. Por entonces teníamos muchos partidos amistosos, muchos torneos, muchas competiciones, y creíamos que algunos eran menos importantes. Pero Helmut Schön siempre hacía que fuera una experiencia emocionante. Nos encantaba juntarnos en la selección".
Esa pasión se pudo ver en la victoria por 3-0 ante la Unión Soviética en la final de 1972, luego en el exitoso paso por la Copa Mundial de la FIFA de 1974, hasta que en la final de la EURO 1976 Antonin Panenka puso fin al sueño del triplete con su famoso lanzamiento de penalti. Ahora, casi tres décadas después, España puede lograr lo que no pudieron los alemanes. Del Bosque, que sustituyó a Luis Aragonés tras la UEFA EURO 2008, batió el récord de Schön como seleccionador más veterano en conquistar una Copa Mundial de la FIFA. ¿Podrá repetir la gesta de levantar también la Copa Henri Delaunay?
Lo logre o no, Del Bosque tendrá también que ser venerado por sus jugadores de la misma manera que lo hacían los germanos. Beckenbauer siempre habla de Schön con veneración, lo mismo que Meier, Hoeness y el resto. Y es que cuando la selección campeona del mundo en 1974 fue a su Wiesbaden natal para celebrar su 75 cumpleaños en septiembre de 1990, Schön estaba con la que siempre fue su familia.