La "increíble" transformación de Gdansk
viernes, 8 de junio de 2012
Resumen del artículo
"El contraste es como el cielo y el infierno", comentó el jugador del Lechia, Tomasz Dawidowski, sobre el cambio dado por la ciudad polaca de cara a la UEFA EURO 2012.
Article top media content
Cuerpo del artículo
El atacante del KS Lechia Gdańsk, Tomasz Dawidowski, testigo de la maravillosa y sorprendente transformación de la ciudad en la que nació, Gdansk, aporta su punto de vista de cara al encuentro entre España e Italia que tendrá lugar este domingo en el Arena Gdansk, admitiendo que tanto la gente local como todo el mundo comprobará que la ciudad es una delicia.
Nacido cerca del puerto de Gdynia hace 34 años, Dawidowski se fue al Gdansk, a orillas del mar Báltico, para unirse al Lechia en 1988 con sólo diez años. Una década después, tras irrumpir en el primer equipo, abandonó el club para fichar por el KS Amica Wronki, donde ganó en dos ocasiones la Copa de Polonia, y posteriormente por el Wisla Kraków, con quien ganó la liga. En 2009, sin embargo, regresó a su primer amor, el Lechia, y tuvo el privilegio el pasado agosto de liderar al equipo en la inauguración del magnífico Arena Gdansk.
"Cuando me levanté por la mañana me tenía que pellizcar para ver si todo esto era real, si la EURO se iba a celebrar realmente en Polonia y Ucrania, si Gdansk iba a acoger el primer partido, que enfrentaría a los dos últimos campeones del mundo, España e Italia", comentó Dawidowski a UEFA.com en los alrededores del espectacular casco viejo de la ciudad, bañada por un mar de banderas blancas y rojas. "Es complicado creer lo que está pasando delante de tus propios ojos, justo ahora", continuó.
Rodeado por una de las vistas más famosas de la ciudad alrededor de la Vía Real, Dawidowski rememoró su infancia junto al puerto de construcción de barcos. "Recuerdo cuando empecé como si fuera ayer. Tenía 10 años cuando vine por primera vez a un entrenamiento con el Lechia en 1988. Como había una gran superpoblación en aquella época, jugábamos 45 en cada equipo en una mitad del campo. Digo campo por decir algo, porque en realidad no era realmente un terreno de juego, era arena. Lo llamábamos el Sáhara", explicó.
"Ahora hay nuevos aficionados que vienen a apoyar al Lechia. Dicen que están impresionados, pero con el debido respeto no tienen ni idea. Ellos no vieron este sitio antes, y sin duda no vieron el viejo campo. El contraste es como el cielo y el infierno. En la zona donde está el nuevo estadio antes no había nada, así que es todavía más increíble", añadió.