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Las estrellas griegas repasan el triunfo en la EURO 2004

En el aniversario de una de las mayores sorpresas del fútbol internacional, tres de los jugadores de Grecia en aquel entonces reflexionan sobre el glorioso verano de 2004.

Han pasado 16 años desde que Grecia completó una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol. Y es que en la UEFA EURO 2004 nadie contaba con ellos para terminar ganando el torneo.

Para conmemorar el aniversario de aquella gesta hablamos con tres estrellas de ese glorioso verano heleno y nos contaron sus recuerdos: el capitán Giorgos Karagounis, el guardameta Antonis Nikopolidis y el máximo goleador Angelos Charisteas.

Fase de grupos

Grecia - Portugal 2-1
(Karagounis 7', Basinas 51'p; Ronaldo 90'+3)
12 de junio, Oporto

Karagounis: Nuestro principal objetivo para el torneo era disfrutar de la participación. Era la primera fase final para todos nosotros: entrenador y jugadores. Habíamos quedado por delante de España en el grupo de clasificación, así que nos merecíamos nuestro lugar y queríamos disfrutarlo. ¡Fue una fiesta! Pero no éramos unos completos desconocidos: antes de la EURO, llevábamos 15 partidos invictos.

Nikopolidis: Cuando fuimos a Portugal, Giorgos, recuerdo que dijimos: "Vamos a conseguir la primera victoria de Grecia en una fase final" y divertirnos. Grecia había participado en la Eurocopa de 1980 y en la Copa Mundial de 1994 en Estados Unidos y no había ganado ningún partido.

Karagounis: El gol... Portugal perdió el balón cerca de su área. Recuerdo que les presioné y cogí el balón en una zona en la que siempre pienso en marcar. Tuve un problema en mi pie derecho (por un tiempo pensé que ni siquiera llegaría a la fase final) y no había tenido la oportunidad de disparar con él durante dos semanas hasta ese momento. Primer tiro, primer gol; empezábamos bien.

Nikopolidis: Ese gol, al principio del partido, nos quitó la ansiedad y aumentó nuestra confianza, tanto a nivel colectivo como individual. Fue clave.

Grecia - España 1-1
(Charisteas 66', Morientes 28')
16 de junio, Oporto

Angelos Charisteas y Antonios Nikopolidis celebran el empate ante España
Angelos Charisteas y Antonios Nikopolidis celebran el empate ante EspañaAFP via Getty Images

Karagounis: Este fue el partido más difícil de toda la fase final, especialmente la segunda parte. A veces, sólo necesitas suerte y la tuvimos de nuestro lado ese día. Logramos un punto muy importante y casi estábamos clasificados.

Nikopolidis: Un año antes, les habíamos ganado en Zaragoza. Ellos sabían de qué íbamos. Decían: "Si les subestimamos, nos castigarán". Nos conocían, sabían que sería difícil. Por eso fue el partido más difícil del torneo para nosotros.

Grecia - Rusia 1-2
(Vryzas 43'; Kirichenko 2', Bulykin 17')
20 de junio, Faro-Loule

Karagounis: Rusia no tenía nada que perder, ya estaban eliminados, De repente la presión estaba sobre nosotros, sobre todo cuando marcaron. Dos veces.

Nikopolidis: Los primeros 20 minutos... ¡Podríamos haber ido perdiendo 4-0! La segunda parte fue un caos. La mitad de nosotros estábamos tratando de marcar un gol, la otra mitad estaba tratando de mantener el marcador como estaba. No sabíamos si una derrota por 2-0 sería suficiente para pasar.

Los mejores goles de la EURO 2004

Karagounis: Afortunadamente, conseguimos recortar un gol y clasificarnos. Fue la derrota más dulce de nuestras carreras.

Rondas eliminatorias

Cuartos de final: Grecia - Francia 1-0
(Charisteas 65')
25 de junio, Lisboa

Karagounis: La mayor victoria en la historia de la selección griega. Vencimos a los defensores del título y favoritos, a los actuales campeones de Europa y a los recientes ganadores de la Copa del Mundo. Fue quizás la mejor selección de Francia. El partido contra Francia fue el que nos hizo creer que podíamos llegar hasta la final.

Nikopolidis: No teníamos ninguna presión sobre nosotros y tratamos de darlo todo, como dijo Otto Rehhagel en su charla ese día, "Si vamos a caer, entonces caeremos valientemente como griegos". Al final, no sólo evitamos perdernos, sino que ganamos y pasamos de ronda. Ese partido se convirtió en un punto de inflexión. Fue entonces cuando empezamos a darnos cuenta de que podíamos llegar hasta la final.

Angelos Charisteas celebra su gol ante Francia
Angelos Charisteas celebra su gol ante FranciaGetty Images

Nikopolidis: Siempre tuvimos buenos jugadores. Lo que faltaba era un hombre que nos inspirara y creara un equipo y llevara al país al éxito. Ese hombre era Otto Rehhagel. Era el hombre que estaba detrás de ese equipo.

Karagounis: Vino con un plan para 30 jugadores. Siempre había habido grandes jugadores pero la selección nacional carecía de química. Logramos esa química gracias a Otto. Se mantuvo firme y convirtió la selección nacional en un verdadero equipo, funcionando como un equipo de un club, algo que es muy difícil de lograr.

Charisteas: Otto Rehhagel sabía cómo quitarnos la ansiedad antes de los partidos, antes de los encuentros importantes también, y cómo convertir esta ansiedad en confianza y seguridad en el otro. Este es su talento, creo, y por eso es un entrenador tan exitoso.

Nikopolidis: Siempre nos puso ejemplos de cómo equipos más pequeños y débiles podían vencer a rivales mucho más grandes. Fue un éxito y, con el tiempo, todos crecimos en confianza. Nadie tenía miedo de nadie. Había respeto pero no miedo.

Semifinales: Grecia - República Checa 1-0
(Dellas 105'+1)
1 de julio, Lisboa

Karagounis: Era la selección más en forma del torneo. Habían ganado los cuatro partidos, el único equipo que lo hizo.

Nikopolidis: Cuando el partido empezó, me dije a mí mismo (porque nos habíamos enfrentado a grandes rivales y nos habíamos defendido muy bien): "Podemos mantener la portería a cero". Pero también era consciente de que sería muy difícil para nosotros marcar. Nuestra principal arma eran las jugadas a balón parado. Y ellos eran una selección que no encajaba en las jugadas a balón parado. ¿Cómo íbamos a marcar?"

Mira cómo Grecia ganó su semifinal en la EURO 2004

Nikopolidis: En la prórroga, los checos perdieron su estilo dinámico, su fe se desvaneció y se pusieron nerviosos. No teníamos nada que perder. Jugamos con fuerza e intensidad, y los suplentes Stelios Giannakopoulos y Vassilis Tsartas dieron vida a nuestro ataque. Luego vino el córner de Vassilis. Traianos Dellas marcó y nosotros pasamos.

Karagounis: Para enfrentarnos de nuevo a Portugal, tal y como el director del hotel había predicho...

Nikopolidis: ¿Te acuerdas? Escribió eso en la pizarra en la primera reunión, antes del partido inaugural. "La final será Grecia contra Portugal". Todos nos reímos.

Karagounis: Todos decíamos: "¿De qué está hablando ese loco?"

Final: Grecia - Portugal 1-0
(Charisteas 57')
4 julio, Lisboa

Mejores momentos de la final de la EURO 2004: Portugal - Grecia 0-1

Nikopolidis: Los jugadores de Portugal tenían más presión. Se podía ver la ansiedad en sus rostros, respiraban con dificultad. Vi a Luís Figo en un momento dado yendo a la línea de banda para cambiarse las botas, una señal de su malestar. Intentamos sacar el máximo provecho de ello.

Charisteas: Algunos sueños los guardas para ti mismo y nunca hablas de ellos. Mi sueño cuando empecé a jugar al fútbol era marcar un gol en una final de la Eurocopa porque el primer partido que vi por televisión fue la final de 1988, con el gol de Van Basten. Y después de 57 minutos lo logré.

Nikopolidis: Portugal perdió toda esa ansiedad una vez que marcamos. Empezaron a jugar de forma diferente, nos presionaron mucho, demasiado, en los últimos 20 minutos. Pero habíamos sido entrenados para defender así y estábamos listos para soportarlo. Resistimos, lo manejamos como un equipo.

Charisteas: Cuando marcamos, tuvimos la sensación de que no había posibilidad de que perdiéramos. Hicimos sacrificios en todo el campo, independientemente de nuestras posiciones. A veces tenía que marcar a Cristiano Ronaldo y luego contraatacar. Hay que hacer sacrificios para que se produzca un milagro futbolístico tan grande.

Nikopolidis: Cuando ves tal esfuerzo y sacrificio para mantener la estructura defensiva del equipo, empiezas a entender que nuestra defensa estaba a un nivel muy alto. También hubo quienes hablaron de que usábamos un viejo estilo de fútbol de una época pasada con un sistema muy defensivo, que jugábamos al contragolpe, y otros comentarios como el hecho de que defendíamos de hombre a hombre. Pero aquellos que nos subestimaron pagaron por ello.

Karagounis: ¡Pensamos que éramos invencibles!

Nikopolidis: Cuando acabó el partido no podía creerlo. Era un momento en el que le pedías a alguien que te pellizcara para ver si estábamos soñando o no. Dinamarca lo hizo (en 1992) pero creo que nuestro éxito es mucho mayor.

Charisteas: Éramos una familia, un equipo. Poníamos el colectivo por delante del individuo; cada uno jugaba para el país, para el equipo, no para sí mismo. Todos nos respetábamos y teníamos mucho amor por lo que hacíamos. Teníamos un entrenador que traía una muy buena filosofía y organizaba muy bien el equipo. Si juntas todas esas piezas, es una receta para ser campeón.

Recibimiento en casa

Charisteas: En el vestuario después del partido todos teníamos la ropa interior puesta, nos echábamos champán unos a otros y así sucesivamente. Y luego nos dijeron que el primer ministro, Konstantinos Karamanlis, y su esposa estaban en la puerta. La mitad estábamos desnudos; la otra mitad se esforzaba por ponerse algo.

Karagounis: Todo vale después de una victoria como esa. Todos estábamos en las nubes, nuestros sentimientos estaban fuera de control.

Otto y la selección en el recibimiento oficial
Otto y la selección en el recibimiento oficial AFP via Getty Images

Charisteas: Recuerdo que llegamos al autobús y eso era una fiesta, con canciones y cánticos. Tengo una fotografía mía, de Traianos Dellas y Kostas Katsouranis en la piscina del hotel con la ropa puesta. Estábamos dando vueltas, salpicando agua y cantando canciones. Toda nuestra familia estaba allí con nosotros. Estábamos cantando y bromeando entre nosotros... Era un sentimiento único.

Charisteas: Cuando veíamos las fotos de Grecia nos mirábamos y nos preguntábamos qué nos esperaría cuando volviéramos a Atenas. ¡Bueno, no creo que haya habido una bienvenida como esa en Grecia!

Karagounis: Habíamos estado en nuestro propio mundo durante más de un mes y no había redes sociales en ese momento. Así que cuando regresamos, todo era nuevo para nosotros. Había gente en todos los lugares a los que íbamos.

Nikopolidis: Gente en Australia, en Canadá, dondequiera que hubiera griegos, ¡incluso en el Polo Norte!, izaron la bandera, celebraron y se llenaron de orgullo por el equipo, dejando de lado las afiliaciones a los clubes. Durante un mes unimos a todo el país.

Charisteas: Incluso ahora, 16 años después, cada día me cruzo con 10 a 20 personas que me hablan de la EURO. Me siento a tomar un café en algún lugar y hay alguien a mi lado que dice: "Angelos, recuerdo ese 4 de julio...".

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