Cómo el espíritu de la Sampdoria lleva a Italia a la gloria en la EURO 2020
jueves, 8 de julio de 2021
Resumen del artículo
Con Mudito y Dormilón en posiciones de privilegio, los siete enanitos de la Sampdoria han marcado el tono de la alegre campaña de Italia en la EURO 2020.
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Érase una vez, en una ciudad costera italiana llamada Génova, un equipo que sorprendió a la clase alta del fútbol italiano al ganar el Scudetto. Aquel equipo fue la Sampdoria, que contaba con una fantástica dupla en el ataque, pero sobre todo basaba su juego en un fútbol alegre. Para ellos, no había desafío que no se pudiera afrontar con una sonrisa y estilo propio.
La plantilla estaba tan unida que los jugadores y los entrenadores pasaban mucho tiempo juntos fuera del campo. Todos los jueves por la noche había una cena del equipo en un restaurante local, Edilio. Siete miembros de la plantilla formaban un grupo dentro del grupo, pasando el rato juntos, divirtiéndose y haciendo travesuras. Se llamaban a sí mismos los 'Siete Enanitos'. El actual seleccionador de Italia, Roberto Mancini, era Mudito, y el jefe de la delegación de la selección nacional en la EURO 2020, Gianluca Vialli, era Dormilón.
"Todos estábamos enamorados del club", recuerda Vialli. "Nos íbamos a la cama con el pijama de la Sampdoria. Ir al campo de entrenamiento de Bogliasco por la mañana era siempre una alegría, con el azul del mar por un lado y el verde de las colinas por otro. Era maravilloso".
Si se ha observado con atención a la Italia de la EURO 2020, se tiene la sensación de que Mancini ha conseguido recrear ese espíritu de la Sampdoria de antaño en la selección italiana actual, con la ayuda de Vialli y otros excompañeros como Attilio Lombardo, Fausto Salsano, Alberico Evani y Giulio Nuciari. Los finalistas de la EURO nunca parecen tomarse demasiado en serio a sí mismos. Siempre están dispuestos a cantar juntos, hacer bromas y reírse de los demás. Incluso en los momentos más tensos, como en la tanda de penaltis de la semifinal contra España, no parecían demasiado nerviosos.
"Mancini es un gran entrenador y somos como hermanos", dijo Vialli. "Ha creado un ambiente fantástico en el vestuario. Hay disciplina, pero también mucha calma. Ha llenado de confianza a sus jugadores".
El abrazo de Mancini y Vialli tras el gol de Federico Chiesa contra Austria será uno de los momentos más memorables del torneo para Italia. "Fue un partido muy difícil", dijo Mancini a EURO2020.com. "Era el primer partido de la fase de eliminatorias y lo pasamos mal contra Austria, así que fue un abrazo liberador. Fue como volver 30 años atrás".
Cuando se le preguntó si su selección italiana le recordaba a su equipo de la Sampdoria de los años 90, Mancini respondió: "Era la Sampdoria del presidente Paolo Mantovani, no la mía. Aquel era un club diferente, con valores importantes. Este equipo me recuerda un poco a aquel equipo, sí. El ambiente es ciertamente bueno y las cosas siempre van mejor cuando el ambiente de trabajo es tan bueno.
"Creo que esa es la base de todo grupo de trabajo", añadió. "Llevamos muchos días juntos, pero el tiempo ha pasado muy rápido. Eso es porque a los chicos les gusta pasar tiempo entre ellos y eso se nota también en el campo".
Ese enfoque sencillo y positivo no cambiará de cara a la final. "Hay que afrontar este partido con mucha concentración, pero también con alegría, porque al fin y al cabo es un partido de fútbol", dijo Mancini. "No se puede estar tenso y nervioso en un partido de fútbol. Sólo puedes ganar una final si te diviertes jugándola".
Tras ganar el Scudetto en 1991, el cuento de hadas de la Sampdoria continuó en Europa la temporada siguiente y sólo terminó con una derrota en la prórroga de la final de la Copa de Europa contra el Barcelona en Wembley. Mancini ha crecido mucho desde entonces. Ahora es el príncipe azul que despertó a la Blancanieves italiana con un beso. Ahora, de nuevo en Wembley, busca su final feliz.