Análisis del partido Swissquote: final de la UEFA Europa League 2023, Sevilla - Roma
viernes, 2 de junio de 2023
Resumen del artículo
El panel de Observadores Técnicos de la UEFA analiza la final de la UEFA Europa League 2023 entre la Roma y el Sevilla en Budapest.
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Cuerpo del artículo
El Sevilla se hizo con el título de la Copa de la UEFA/UEFA Europa League por séptima vez en 18 años gracias a su victoria por 4-1 en la tanda de penaltis ante la Roma en Budapest. El guardameta Yassine Bounou 'Bono' se convirtió en el héroe tras el 1-1 definitivo en el marcador.
La final de 2023, la tercera consecutiva que se decide en los lanzamientos desde el punto fatídico, supuso una alegría para el Sevilla, que buscaba prolongar su excelente trayectoria en la competición. La Roma, por su parte, aspiraba a conquistar su segundo trofeo europeo consecutivo, tras ganar la primera edición de la UEFA Europa Conference League la temporada pasada.
Fueron los 'giallorossi' quienes golpearon primero, al enviar al fondo de la red Paulo Dybala con frialdad un pase de Gianluca Mancini en el minuto 35, aunque Mancini igualó después el marcador con un gol en propia meta en el 55'. A continuación llegó la prórroga, en la que ambos equipos pusieron cerco sobre la meta contraria, pero ninguno pudo marcar un segundo gol.
Eso significó una sesión de lanzamientos desde el punto fatídico ante los 13.000 aficionados sevillistas desplazados, y fueron esos seguidores vestidos de blanco los que regresaron a casa encantados tras una nueva victoria en esta competición. Gonzalo Montiel fue el encargado de transformar la pena máxima decisiva, aunque había fallado en el primer intento. El defensa resolvió la tanda de penaltis igual que lo había hecho con Argentina en la final de la Copa Mundial de la FIFA 2022.
En este artículo patrocinado por Swissquote, el panel de Observadores Técnicos de la UEFA recoge varios detalles tácticos clave de un partido disputado ante 61.476 espectadores en el impresionante Puskás Aréna.
Goles
1-0: Dybala (35')
Paulo Dybala, titular inesperado tras cuatro partidos de baja por una lesión de tobillo, recibió un pase en profundidad de Gianluca Mancini, que también dio la asistencia del gol en la final de la Europa Conference League de la temporada pasada. Mancini pasó el balón entre Jesús Navas y Loïc Badé, y Dybala, renacido en Roma, se sacó un zurdazo raso a la esquina inferior derecha.
1-1: Mancini en p.p (55')
El autor del primer gol envió involuntariamente el balón con la rodilla por encima de su propio portero. Jesús Navas se sacó un centro desde la derecha y Mancini, de cara a su propia portería con los jugadores del Sevilla a su alrededor, se vio sometido a una gran presión presión por parte de Youssef En-Nesyri.
Sistemas
Sevilla
Roma
Aspectos clave
La solidez defensiva de la Roma ya era conocida y quedó patente en los dos partidos de semifinales contra el Bayer Leverkusen. También quedó patente en Budapest, y todos los Observadores Técnicos de la UEFA se percataron de ello.
"La Roma estuvo sólida defensivamente, concentrada y minimizó cualquier amenaza del Sevilla, defendiendo bien los balones largos y los centros en la primera parte", dijeron. "El 5-3-2 fue claro, pero aquí también vemos la flexibilidad del sistema. Vemos a Lorenzo Pellegrini esprintar desde su posición para frenar a un lateral del Sevilla".
"El Sevilla tenía que intentar irse por las bandas, porque el Roma estaba muy bien organizado, con hombres que doblaban a los sevillistas si era necesario para impedir que los españoles crearan ocasiones. La Roma incluso animó al Sevilla a irse al juego de banda antes de doblar a sus laterales".
"La Roma tuvo que esforzarse mucho para conseguirlo, corriendo mucho y presionando muy arriba. Como resultado, nunca estuvieron abiertos al contraataque y el Sevilla consiguió muy poco en la primera parte".
La Roma mantuvo esta intensidad durante el primer periodo. Leonardo Spinazzola disparó a puerta ya en el minuto once, pero el conjunto italiano rompió finalmente el empate inicial tras una brillante transición.
"Tammy Abraham fue siempre un jugador de referencia para la Roma", señalaron los observadores. "Recibía el balón, lo cedía y se escapaba por detrás de los defensas del Sevilla. Trabajó duro para cerrar los huecos y hacer a la Roma más compacta, y también regresó para defender las jugadas a balón parado, aprovechando su altura (y la de Nemanja Matić) como ventaja. Todos los jugadores de la Roma estaban por detrás del balón en las jugadas a balón parado. El Sevilla también estaba bien organizado en las jugadas a balón parado".
Cuando el Sevilla tuvo la oportunidad de jugar el balón mediante centros, la Roma se aseguró de tener hombres cerca de las camisetas blancas en el área. Sólo el 15% de los centros del Sevilla fueron efectivos en la primera parte, por lo que el conjunto español se vio limitado a disparos lejanos, sobre todo de Ivan Rakitić. Y como la Roma estaba tan bien organizada, era físicamente más fuerte y profunda cuando lo necesitaba, fue muy difícil llegarle a la zaga en el primer periodo.
El segundo punto principal de discusión es cómo se comportó el Sevilla en la posesión del balón y algunos aspectos intrigantes de esto, en particular la forma en que Ivan Rakitić se movió a la posición de falso lateral. En algunos momentos de la primera parte, cuando Rakitić se dejaba caer en profundidad, la Roma se le echaba encima -de acuerdo con sus intenciones de jugar hombre a hombre- y resultaba difícil hacer progresar el balón. Sin embargo, esto disminuyó en la segunda parte, cuando el croata disfrutó de más espacio, y los propios laterales del Sevilla también pudieron llegar muy atrás.
"El juego del Sevilla no se parecía al del Sevilla clásico, en el que los delanteros cortaban hacia dentro porque eso no había funcionado", fue una de las observaciones. "También intentaron contrarrestar a la Roma, pero se toparon con un bloque defensivo sólido y una defensa protegida por Matić. Tuvieron que cambiar su forma de pensar en el segundo periodo. Tuvieron que jugar más rápido para estirar a la Roma y dar entrada a Erik Lamela para situarse en mejores posiciones y estirar el juego, una jugada que funcionó. Jugaron de forma similar contra la Juventus en semifinales, y eso les dio una buena preparación para medirse a un rival italiano en la final".
El Sevilla también empezó a ganar más segundos balones. "Esto se debió a que no tenían muchos jugadores en el área, pero sí en posición de ganar los segundos balones. También se debió a que la Roma despejó muchos de sus balones de cabeza, especialmente Chris Smalling".
El equipo de José Luis Mendilibar se había visto presionado por la Roma en la primera parte, con poco efecto porque no conseguía romper la retaguardia romanista y rematar centros desde delante de la defensa.
"Esto cambió en la segunda parte, cuando el Sevilla estiró el juego y se colocó en mejores posiciones para centrar", señaló un observador técnico. "Una de esas posiciones y centros, a cargo de Jesús Navas, daría lugar al gol del empate. A la Roma le costó más cerrar espacios, le costó mucho mantener la intensidad de la primera parte".
"Jesús Navas subió más en la segunda parte y, a medida que avanzaba el partido, la presión del Sevilla y su mayor posesión (64% Sevilla, 36% Roma) hicieron que aumentaran las distancias entre los jugadores de la Roma, lo que permitió a Rakitić explotar esos espacios con una gran variedad de balones hacia adelante en el último tercio. El Sevilla buscó más variedad para doblegar a la Roma, sobre todo en la segunda parte, y Rakitić abriéndose mucho ayudó a ello".
El Sevilla fue más efectivo con las combinaciones en las zonas amplias en el segundo periodo. Tuvieron más alegría en situaciones de uno contra uno, y fue a partir de una combinación que se les concedió inicialmente un penalti en el minuto 75, más tarde anulado por el VAR. El Sevilla se acercó más a la portería de la Roma y tuvo más intentos, pero eso también se debió a que los 'giallorossi' se defendieron con más profundidad tras el descanso.
"El Sevilla puso muchos centros con poco éxito ante una defensa tan fuerte, pero uno llevó al gol". Ese gol igualaría las cosas, al menos hasta los penaltis.
Declaraciones de los protagonistas
José Luis Mendilibar, entrenador del Sevilla: "Cuando nos han marcado, piensas que va a ser muy difícil marcarles. El empate llegó rápido en la segunda parte y nos dio fuerzas para seguir en la lucha por ganar el partido".
"Empezamos mal; ellos jugaron cómodos. Luego, en la segunda parte, cambiamos y fue difícil. En la prórroga no pasó nada, pero tuvimos el acierto de los penaltis".
"No es lo mismo tirar un penalti en un entrenamiento que con 60.000 espectadores. No habíamos practicado en ninguna de las rondas anteriores. Teníamos confianza en las personas que iban a lanzarlos".
"Estoy contento de estar aquí, de haber ganado para el club, que lo estaba pasando mal cuando llegamos. Hemos hecho algo bueno que puede repercutir en el bien del club. Cuando me tome vacaciones, sabré lo que hemos hecho".
José Mourinho, entrenador del Roma: "He ganado cinco finales y he perdido ésta, pero vuelvo a casa orgulloso. Los chicos lo han dado todo. Todos estamos apegados a la camiseta, a nuestra naturaleza. Nos tomamos las cosas en serio y con humildad; trabajamos mucho. Cada uno reacciona de una manera: uno llora, el otro no. La verdad es que todos estamos muy tristes, con o sin llanto. Gran partido, gran final: intenso, vibrante".
Chris Smalling, defensa del Roma: "Es una gran decepción. Cuando se llega a los penaltis, es difícil perder. Estábamos decididos a ganar y lo dejamos todo en el campo. Ver a los demás celebrarlo se nos quedará grabado durante mucho tiempo. Debemos intentar tener otra oportunidad la próxima temporada. Mourinho estaba muy orgulloso de nosotros al final del partido. Dijo que siempre hemos estado juntos y que debemos ser fuertes porque ganamos y perdemos juntos".
Yassine Bounou 'Bono', portero del Sevilla: "He vivido muchos momentos como éste y me he dado cuenta de que hay que tener mucha calma para afrontarlos. Mis compañeros también me dan mucha calma y seguridad. Enhorabuena a todos los chicos y a todo Sevilla. Este año ha estado lleno de emociones, entre el Mundial y esta final. A veces no analizas bien lo que está pasando. Siempre he dicho que soy un hombre de club, dispuesto a defender al Sevilla. Mendilibar confió en mí y debo devolverle su confianza".