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Junior Messias, del Milan, habla del papel del fútbol sala en su carrera

Junior Messias relata su lucha cinematográfica por alcanzar la cima del fútbol y cómo empezó todo en el fútbol sala.

Junior Messias jugó al fútbol sala antes de llegar al Milan
Junior Messias jugó al fútbol sala antes de llegar al Milan Getty Images

Junior Messias, centrocampista del AC Milan, relata su lucha cinematográfica por alcanzar la cima del fútbol y cómo empezó todo en el fútbol sala.

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Si le pidiéramos a un cineasta que nos contara la inspiradora historia de un brasileño humilde que trabajó incansablemente para alcanzar su sueño, probablemente se quedaría corto para captar la montaña rusa que llevó a Júnior Messias de jugar al fútbol sala con sus amigos a convertirse en estrella de la Champions League.

Al igual que muchos jóvenes brasileños, el centrocampista del AC Milan empezó a perfeccionar su talento jugando al fútbol sala siempre que podía. "En mi pueblo, jugábamos prácticamente todos los fines de semana.

"Porque reunir a unos pocos para jugar es más fácil que a diez o quince. Teníamos nuestros famosos partidos de cinco minutos o dos goles. Las cosas se ponían muy locas. Así nos divertíamos. Era un pueblo pequeño, con sólo 5.000 habitantes, así que todo el mundo se conocía y nos juntábamos para divertirnos".

Al igual que sus compatriotas Neymar y Ronaldinho, Messias se sintió atraído por el ritmo y la envergadura de este deporte, que permite a todo el mundo estar en el centro de la acción en partidos de emoción garantizada.

"Lo que tiene el fútbol sala es que es rápido. Todo sucede a una gran velocidad. De ahí nuestra regla de cinco minutos o dos goles de ventaja. En un campo normal, con 22 jugadores, sería difícil tener un ganador con esas reglas. Ese dinamismo entre los equipos hizo que todo el mundo se divirtiera".

El debut soñado con gol de Messias Junior

De 31 años, también jugó al fútbol sala en torneos y en el colegio, donde él y sus compañeros se resistían a ponerse la equipación para jugar a otra cosa. "Nos enfadábamos cuando el profesor de educación física nos decía que jugáramos al voleibol", explica.

Su formación en el fútbol sala le enseñó a utilizar la suela de la bota, una habilidad que hoy conserva como uno de los futbolistas más técnicos de la Serie A. Si se le ve regatear a un defensa con el balón pegado a los pies, los años que pasó perfeccionando su control en el fútbol sala se hacen patentes.

También su predilección por hilvanar jugadas con pases cortos, sus toques ágiles y sus extravagantes regates, todos ellos perfeccionados en las estrechas condiciones de la pista de fútbol sala. Pero aunque se propuso convertirse en futbolista profesional con un impresionante conjunto de habilidades, llegar a lo más alto del fútbol europeo requeriría mucho más que talento en bruto.

"Nunca jugué en un club en Brasil, no crecí con un club y no jugué en una academia, así que vine a Europa para tratar de construir una carrera", dice, recordando cómo se mudó a Italia para reunirse con su hermano en 2011. "Cuando llegamos, intentamos conseguir mis papeles, pero no lo conseguimos. Desde ese momento, el fútbol se convirtió en un sueño imposible".

"Tenía 20 años, sin club, sin perspectivas de jugar ni de conseguir los papeles para ser inmigrante legal. Casi me había rendido".

Think Fast: el dinamismo del fútbol sala (en inglés)

Pero Messias se negó a aceptar la derrota. Realizó trabajos esporádicos, como limpiar ladrillos o repartir electrodomésticos, para llegar a fin de mes; practicar el deporte que amaba se convirtió en un mero pasatiempo los fines de semana.

"Ganaba 20 céntimos por cada ladrillo que limpiaba. Teníamos las manos y los pies helados y llovía a cántaros, pero teníamos que seguir trabajando para pagar el alquiler y comprar comida. Empezó a dolerme la espalda, porque no es fácil subir al décimo piso cargando una nevera de 150 kg a la espalda".

A pesar de esas tensiones, Messias encontró energía para jugar en el Sport Warique, un equipo amateur formado principalmente por inmigrantes peruanos. Fue allí donde se vio su potencial y comenzó su trayectoria ascendente, desde la quinta división del fútbol italiano en 2016 hasta la primera en 2020. En 2021, a los 30 años, pasó del Crotone al Milan, en principio en calidad de cedido, y el cuento de hadas no ha hecho más que continuar desde entonces, incluyendo un gol de la victoria en su debut en la Champions League y el título de la Serie A la temporada pasada.

Con el Scudetto, el Milan puso fin a 11 años de espera, 11 años después de que el propio Messias se mudara por primera vez a Italia. En cuanto a triunfos personales, es difícil imaginar uno más apropiado. "Quizá algún día haga una película o una serie de televisión, o escriba un libro y lo cuente todo con detalle, porque es la voluntad de Dios", afirma.

El primer episodio, sin duda, estaría ambientado en una pista de fútbol sala, algo en común con algunos de los grandes nombres del fútbol, como Cristiano Ronaldo, Andrés Iniesta, Lionel Messi, Neymar... y ahora Messias.

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