1982: La gran semana de Rossi

1982: La gran semana de Rossi
Aunque la duodécima Copa del Mundo FIFA en España será recordada por el gran momento de Zico con Brasil, a Michel Plantini brillando con Francia y al maestro argentino Diego Armando Maradona comenzando su particular relación amor-odio con el torneo, el gran protagonista fue Paolo Rossi. El italiano, que sólo había disputado tres partidos en dos años, sorprendió a propios y extraños con su capacidad goleadora.

Competición ampliada   
Las sorpresas, como de costumbre, comenzaron antes de la fase final. La decisión de la FIFA de ampliar la competición a 24 equipos significó que la clasificación en Europa fuera más fácil. No obstante, Holanda, derrotada en las finales de los dos últimos Mundiales, fue eliminada junto a Portugal y Suecia.

Nuevo formato    
El nuevo formato redujo los grupos a cuatro en lugar de seis. Los dos primeros clasificados de cada uno entrarían en una segunda fase de tres grupos, y los ganadores se enfrentarían en las semifinales. Cinco naciones hicieron su debut, Argelia, Camerún, Honduras, Kuwait y Nueva Zelanda, y el partido inaugural acabó por primera vez en veinte años con otro resultado que no fuera un empate a cero.

Derrota de Argentina
La por entonces vigente campeona del título Argentina perdió por la mínima ante Bélgica, pero a pesar de llegar hasta la segunda fase guiados por un grandioso Maradona, no llegaron a convencer. Tampoco lo hizo la anfitriona España, que después de estar a punto de caer ante Honduras, fue derrotada por Irlanda del Norte y quedó eliminada en la segunda fase.

Argelia vence a Alemania      
Por otra parte, Alemania Federal perdió por 2-1 ante Argelia, una sorpresa tan mayúscula como la victoria de Estados Unidos ante Inglaterra en 1950 o la de Corea del Norte contra Italia en 1996. Sin embargo, Alemania Federal tenía la oportunidad de clasificarse y dejar a los argelinos fuera venciendo a Austria por 1-0 en su último partido. Los alemanes se adelantaron en el minuto once, y ambos equipos dejaron que corriera el tiempo en una sospechosa maniobra que llevaba a ambos conjuntos a la siguiente fase.

Gran actuación brasileña   
Inglaterra llegó a la segunda fase venciendo a Francia, que no se recuperó tras esa derrota. Pero la selección que sin duda impresionó más a la afición fue la brasileña. Con la inspiración de Zico, Sócrates y Falcão pasaron por encima de la Unión Soviética, Nueva Zelanda y Escocia, y arrollaron a Argentina con un 3-0 que dejaba patente el peligro de los cariocas.

El reto de Italia               
El encuentro de Brasil contra Italia decidía el pase a semifinales. Los italianos habían tenido unas actuaciones poco convincentes ante Polonia (0-0), Perú (1-1) y Camerún (1-1). No obstante, habían peleado muy duro para vencer a Argentina por 2-1 en la segunda fase.

El milagro de Rossi     
Rossi estaba a punto de vivir la semana de su vida. Sancionado dos años tras estar involucrado en un escándalo de apuestas y “apaños” de resultados, sólo había jugado tres partidos, en los que no había marcado, antes del Mundial.

El héroe del “hat-trick”       
Con la necesidad de vencer a Brasil para llegar a semifinales, los italianos desplegaron un juego muy ofensivo que dio sus frutos en el minuto cinco con un gol de Rossi. Sócrates estableció el empate siete minutos después, pero Rossi volvió a adelantar a Italia tras aprovechar un error defensivo. El empate le valía a Brasil y cuando Falcão marcó la igualada a dos el objetivo parecía conseguido. Sin embargo, a dieciséis minutos del final, Rossi anotó su tercer gol en el encuentro, que junto a la heroica actuación de Dino Zoff en la portería, llevó a Italia a semifinales.  

Dos goles más de Rossi            
Rossi era imparable y ahora se enfrentaba contra Polonia, que echaría de menos a su jugador talismán Zbigniew Boniek. El delantero de la Azzurri marcó dos goles para dar a Italia el pase a la gran final. En la otra semifinal se enfrentaban Francia, muy crecida tras sus victorias por 1-0 ante Austria y por 4-1 contra Irlanda del Norte, y Alemania Federal, que había derrotado a España por 2-1 tras conseguir un empate ante Inglaterra.

Platini empata   
El encuentro fue la semifinal más dramática de la historia de los Mundiales. Francia, brillantemente dirigida por Platini, Alain Giresse y Jean Tigana, puso lo mejor sobre el terreno de juego, y aunque Pierre Littbarski adelantara primero a Alemania Federal, Platini empató transformando un penalti.

Brutal entrada    
En el minuto 57, un balón largo de Giresse dejó a Patrick Battiston sólo ante el portero germano Harald Schumacher. El guardameta salió de su portería y realizó una de las entradas más duras que se han visto sobre un terreno de juego. Pasaron diez minutos hasta que el jugador francés, después de ser atendido, pudiera abandonar el campo. Aunque pareciera increíble, Schumacher no fue expulsado y ni siquiera fue penalti.

Amoros, cerca del gol       
Los franceses se echaron atrás mientras los alemanes amenazaban la portería rival. No obstante, la última oportunidad fue para Francia. Manuel Amoros estuvo a punto de marcar el tanto de la victoria, pero su disparo se estrelló contra el larguero. La prórroga fue trepidante. Francia se puso por delante por medio de Marius Trésor y Giresse. El 3-1 parecía definitivo, pero Karl-Heinz Rummenigge y Klaus Fischer establecieron el empate para Alemania y forzaron la primera tanda de penaltis de la Copa del Mundo FIFA. Schumacher fue crucial y detuvo dos penas máximas para meter a Alemania Federal en la final.

La final de Madrid        
Después de la manera poco convincente en que Alemania Federal había derrotado a Argelia y a Francia, los germanos no eran los favoritos en la final del Mundial contra Italia disputada en el Santiago Bernabéu el 11 de junio.

Otra vez Rossi
El partido fue decepcionante con ambos equipos jugando a la defensiva y destruyendo el juego del rival. Los italianos tuvieron la primera ocasión de ponerse por delante en el marcador desde el punto de penalti, pero Antonio Carbrini falló el lanzamiento. No obstante, fue un pase de Carbrini, aprovechado por Rossi con un remate de cabeza en el minuto 56, lo que deshizo la igualada. El delantero italiano marcaba su sexto tanto en una semana.

Consolación    
Los italianos se fueron arriba y consiguieron dos goles más por mediación de Marco Tardelli y Alessandro Altobelli. El tanto del alemán Paul Breitner maquillaba el resultado, pero sólo servía de consolación para su selección. Italia, que venció finalmente por 3-1, ganaba su tercer Mundial merecidamente tras derrotar a los tres últimos campeones de la Copa del Mundo, Argentina, Alemania Federal y Brasil.