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La fiesta española acabó mal

El partido amistoso contra Inglaterra se vio empañado por varios incidentes.

El partido internacional número 500 de la selección española contra Inglaterra no será recordado como uno de los mejores de la historia, ni mucho menos. El tempranero gol de Asier Del Horno pasó rápidamente al olvido en unos 90 minutos caracterizados por los cánticos racistas de unas secciones del público del Santiago Bernabéu y una total falta de disciplina de la selección inglesa. uefa.com repasa las reacciones de la prensa en ambos países, tras el partido disputado ayer en Madrid.

España celebró su partido 500 con una convincente victoria (1-0) sobre una Inglaterra que fue una caricatura de sí misma. Del Horno en el minuto nueve de la primera parte cabeceó el tanto de la victoria española. Los ingleses se mostraron demasiado marrulleros, quizás pensando más en su polémica con el racismo que en el propio partido. La fiesta española fue completa. El Bernabéu haciendo la 'ola', la selección ganando y convenciendo y Luis Aragonés satisfecho ante el que probablemente, sea el mejor partido que ha podido presenciar desde que dirige el destino del combinado nacional. (El Mundo, España)

Si querían saldar cuentas por las palabras de Luis, se equivocaron. Si deseaban replicar el buen juego de España con patadas, peor aún. ¡Menos mal que estaba Beckham en el campo para pedir un poco de calma! A muchos de sus compañeros se les fue la pinza. Rooney, que como decía Salgado en la previa, vendría muy bien en una mudanza, se puso el traje de pandillero alborotador y buscaba escaparates para destrozarlos. La luna de Casillas casi la hace añicos en un empujón barriobajero indigno de un jugador profesional. Lampard, además de cazar a Reyes, se cabreó porque Raúl le hizo un cañito y en segundos modificó su habitual elegancia por la del muchacho inadaptado que quiere liarse a mamporros con todo lo que se le ponga  por delante. (AS, España)

Anoche, varios seguidores racistas españoles y algunos jugadores ingleses, que se comportaron como verdaderos “hooligans”, estropearon el encuentro. En un intento de ser solidarios con su seleccionador, los aficionados locales estropearon un escenario tan bonito como es el Bernabéu, entonando una serie de cánticos racistas, inéditos en un partido internacional como este. Antes, Wayne Rooney demostró una vez más que un partido de fútbol con él siempre puede terminar mal. (The Guardian, Inglaterra)

Eriksson no debió preocuparse por el resultado y debió dejar a Rooney darse cuenta por si mismo que tenía que irse y replantearse su actitud sobre el terreno de juego. El técnico del Manchester United, Sir Alex Ferguson, pensará seguramente que su joven prodigio, comprado a precio de oro, puede desperdiciar todo su talento con este tipo de actitud. Ashley Cole, con una tarjeta amarilla, también se jugó la expulsión cuando realizó una peligrosa entrada sobre Raúl por la línea de banda… y luego empujó al seleccionador español, Luis Aragonés, en el pecho. Sin embargo, Cole, realizó un buen trabajo en defensa. Aunque Inglaterra jugó mal y fue patética a veces, el público español también se comportó de mala manera, con una clara actitud racista hacía los jugadores ingleses. (The Independent, Inglaterra)

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