Recibimiento a los héroes germanos
martes, 15 de julio de 2014
Resumen del artículo
Los aficionados alemanes salieron a las calles de Berlín para dar una calurosa y merecida bienvenida a la nueva campeona del mundo, la selección de Joachim Löw.
Article top media content
Cuerpo del artículo
34 horas después de conquistar su cuarta Copa Mundial de la FIFA con su triunfo por 1-0 ante Argentina, Alemania aterrizó en Berlín y fue recibida de manera espectacular por medio millón de personas que llenaron las calles y la Puerta de Brandenburgo.
Las celebraciones llegaron este martes a su clímax en la capital germana, donde las escenas recordaron a las que siguieron al Mundial de 2006 celebrado en su propio país. Esta vez, sin embargo, la 'Nationalmannschaft' fue capaz de mostrar a sus seguidores el preciado trofeo.
La fiesta ya había comenzado varias horas antes de la llegada de la plantilla, cuando las primeras posiciones delante del escenario en la Puerta de Branderburgo fueron ocupadas a las 06:00 HEC. Tras la actuación de la nueva sensación de la música alemana Helene Fischer, todos los ojos apuntaron al cielo cuando el avión del equipo pasó a sólo 600 metros de la fiesta, como si fuera una verdadera vuelta de honor.
Tras el aterrizaje, poco después de las 10:00, el trofeo tocó al fin suelo alemán. "El vuelo fue agradable para la mayoría de nosotros porque pudimos recuperar un poco de sueño tras la fiesta de la pasada noche", comentó Bastian Schweinsteiger. Aunque todos los jugadores parecieron un tanto cansados, Thomas Müller prometió una fiesta en la que podrían "tanto trabajo duro como en los partidos".
En la etapa final de un viaje de ocho semanas, que había empezado con una concentración que tuvo lugar en el sur del Tirol en Italia, el equipo cambió el autobús cerrado por otro descubierto y festejó el título por las calles de la capital. "No creo que nada pueda unirnos más que el triunfo conseguido en el Mundial", apuntó Wolfgang Niersbach, presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
El autobús necesitó algo de tiempo para encararse hacia su destinación oficial. La mayor celebración del fútbol jamás vista en Alemania se tomó un respiro cuando los jugadores se bajaron del autobús para escribir en el Golden Book de Berlín. Lo que siguió a ese acto fue una gran fiesta llena de creatividad y diversión. Los jugadores protagonizaron cantos y coreografías de lo más diversas, con discursos más bien cortos ya que la mayoría había perdido la voz durante los festejos.
"El camino hacia el título ha sido largo y en ocasiones complicado pero estamos aquí. Tenemos un gran espíritu de equipo pero sin estos aficionados no estaríamos aquí. Todos somos campeones del mundo", apuntó Joachim Löw. Mientras uno de los grandes protagonistas en las celebraciones, Lukas Podolski, describió el triunfo en la soleada mañana en Berlín como "el momento más increíble de mi carrera".
Schweinsteiger, uno de los últimos futbolistas en abandonar el escenario, añadió: "Estamos disfrutando de este momento mucho, especialmente porque esta vez la copa es nuestra. El recibimiento que hemos tenido de la gente aquí en Berlín ha sido increíble. Estuvimos aquí en 2006 y fue bonito entonces, pero ahora la cuarta estrella ya está en nuestra camiseta".