Diez razones para el éxito de Löw

Joachim Löw, el nombrado hace unos meses Entrenador del Año por la FIFA después de conquistar la Copa Mundial de la FIFA con Alemania, ha ampliado su contrato con la Federación de Fútbol de Alemania (DFB) dos años más, hasta 2018.

Löw ha disfrutado de un gran éxito desde que se hiciera con las riendas del combinado en 2006, llevando a los germanos al subcampeonato de la UEFA EURO 2008 y a las semifinales de la UEFA EURO 2012 y del Mundial 2010. Con estos precedentes no fue de extrañar que se hiciera con la gloria en Brasil este pasado verano. UEFA.com analiza diez razones para el éxito del técnico de 55 años.

1. Desarrollo juvenil
Después de que Alemania acabase colista de su grupo en la UEFA EURO 2000 con una plantilla muy veterana, las categorías inferiores del país se revisaron de arriba a abajo. Estos cambios pronto dieron sus frutos con títulos juveniles y con una selección absoluta repleta de talento.

Jugadores clave como Toni Kroos, Jérôme Boateng, Mats Hummels, Thomas Müller, Mesut Özil, Marco Reus y Mario Götze quizás no hayan alcanzado todavía la cima de sus carreras mientras la siguiente generación de Julian Draxler, Max Meyer, Maximilian Arnold y Niklas Süle se acerca pisando fuerte. De esta forma no es sorprendente que Löw diga: "Nuestro equipo todavía no ha alcanzado todo su desarrollo".

2. Nuevo enfoque táctico
Como ayudante de Jürgen Klinsmann en el Mundial de 2006 en Alemania, Löw jugó un parte crucial en la adopción de un nuevo estilo de juego. Los conceptos se modernizaron, aunque las tradicionales 'virtudes germanas' no se abandonaron. Se intentó inculcar un estilo de juego más entretenido. Es un camino que se ha seguido siempre a pesar de un revés puntual.

3. Plataforma perfecta
Promovido por la propia federación germana, el entorno del equipo también sufrió un gran cambio antes del Mundial de 2006. Se nombró un 'mánager' por primera vez en la figura de Oliver Bierhoff. Los gastos y los negocios alrededor del equipo aumentaron sustancialmente, lo que levantó algunas críticas que ya han sido acalladas.

4. Flexibilidad
Löw prefiere el pragmatismo. Él siempre ha seguido un determinado estilo de juego con la selección alemana, aunque lo ha ajustado según las circunstancias. Cambió el habitual 4-4-2 por el 4-2-3-1 para los cuartos de final de la UEFA EURO 2008 ante Portugal, un sistema que ha sido la base de la selección desde entonces. Alemania fue al Mundial de 2010 con no muchas expectativas, pero el joven combinado de Löw mostró un estilo con rápidos y mortales contraataques.

España fue una vez más en Sudáfrica el obstáculo definitivo para Alemania, así que para la UEFA EURO 2012 optó por el estilo español de dominio de balón, el 'tiki-taka'. Así es como enfocó la clasificación para el Mundial 2014, en cuya fase final optó por un sorprendente 4-3-3 con un defensa de cuatro formada enteramente por centrales hasta que Philipp Lahm regresó al lateral derecho.

Alemania celebra su famoso 7-1©AFP/Getty Images

6. Lo que no mata…
La actual selección germana ha estado durante años en el proceso de fabricación. Y no todo ha sido un camino de rosas para la selección, cuyos tropiezos también sirvieron para hacer más fuerte al grupo. Fue importante para los jugadores del FC Bayern München, que perdieron la final en su propio estadio en 2012 para levantar el trofeo un año después. Ellos trajeron una gran mentalidad ganadora al combinado.

7. Nuevas maneras
Löw ha conseguido inyectar un comportamiento adecuado en sus jugadores, lo que ha sido importante en el éxito germano. Siempre han intentado ver las cosas con una cierta perspectiva. Un ejemplo fue la histórica victoria ante Brasil. El equipo no lo celebró a lo grande, sabía que todavía había una final por jugar. Los humildes gestos de jugadores ganaron el respeto de los brasileños.

8. Fe devuelta 
Löw ha visto cómo jugadores con largas lesiones como Miroslav Klose y Schweinsteiger han jugado posteriormente un papel crucial en sus planes. Estos jugadores acabaron marcando goles claves (Klose) o realizando fantásticas actuaciones en momentos claves (Schweinsteiger en la final del Mundial).

9. Duras decisiones
Löw no ha tenido miedo a la hora de tomar decisiones duras o impopulares. No incluyó a Mario Gomez en la lista para el Mundial 2014 y ha dejado de lado a uno de los goleadores germanos más prolíficos en la Bundesliga los últimos años: Stefan Kiessling (56 goles en 100 partidos de liga entre 2011 y 2014). Kiessling no entraban en sus planes y Löw se mantuvo firme.

10. Trato con los jugadores
El ex entrenador del VfB Stuttgart no exige una disciplina constante para tener controlados a sus jugadores. Él deja claro dónde está la línea y reacciona cuando los jugadores la cruzan. Por lo demás, da a sus jugadores libertad y confía en que sus pupilos se comportarán como profesionales, lo que ha generado un gran ambiente de trabajo durante los últimos y largos torneos.