Fallece la leyenda alemana Franz Beckenbauer
lunes, 8 de enero de 2024
Resumen del artículo
Franz Beckenbauer, uno de los mejores jugadores alemanes de todos los tiempos, ha fallecido a los 78 años.
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Franz Beckenbauer, el jugador que marcó el fútbol alemán como ningún otro, ha fallecido. 'El Kaiser', como se le conocía cariñosamente en el mundo del fútbol, falleció el domingo a los 78 años.
Jugador extraordinario, entrenador de éxito, popular comentarista, influyente directivo, anfitrión de actos benéficos... Beckenbauer será recordado por todo lo anterior y por mucho más. Durante su carrera como jugador, Beckenbauer ganó la Copa Mundial de la FIFA y el Campeonato de Europa de la UEFA con la República Federal de Alemania, así como tres Copas de Europa, la Recopa la UEFA, cinco Bundesligas y cuatro Copas de Alemania. Como entrenador, condujo a República Federal de Alemania a la Copa Mundial de 1990 y celebró la conquista de la Copa de la UEFA en 1996 con el club que siempre estará ligado a su nombre, el FC Bayern München.
Aleksander Čeferin, Presidente de la UEFA:
"El mundo del fútbol llora la pérdida del legendario Kaiser. Su incomparable versatilidad, sus elegantes transiciones entre la defensa y el centro del campo, su impecable control del balón y su estilo visionario transformaron la forma de jugar al fútbol de su época. Sus dotes de liderazgo brillaron como capitán de la selección nacional y del Bayern de Múnich durante sus periodos más exitosos, y siguieron brillando con luz propia en su carrera como entrenador. El legado de Beckenbauer como uno de los grandes del fútbol de todos los tiempos es indiscutible. Adiós a una verdadera leyenda".
Beckenbauer nació en Múnich en 1945 y empezó a jugar al fútbol en su club local, el SC 1906 München, a una edad muy temprana. Los clubes más grandes empezaron a fijarse en su extraordinario talento y, a los 12 años, iba a fichar por el TSV 1860 München, antes de cambiar de opinión y elegir al Bayern en su lugar. Esta historia se convirtió en legendaria, ya que el ascenso del Bayern hasta convertirse en una superpotencia europea coincidió con la consagración de Beckenbauer como uno de los mejores futbolistas del mundo.
Leía el juego como pocos jugadores antes que él, tenía un gran toque -se hizo famoso por sus pases con el exterior de la bota- y era tranquilo bajo presión. Beckenbauer, que en un principio era un centrocampista con olfato para el gol y la creación de ocasiones, acabaría definiendo la posición de "líbero" como la de un líbero de gran profundidad que en cualquier momento podía actuar en zonas adelantadas del campo.
A principios y mediados de la década de 1970, Beckenbauer conquistó para la República Federal de Alemania el Campeonato de Europa de 1972 y ganó el Balón de Oro. Dos años más tarde, la selección alemana se proclamó campeona del mundo en su propio país. Ese mismo año, Beckenbauer, que había ganado la Recopa con el Bayern en 1967, celebró la primera de sus tres Copas de Europa consecutivas con los muniqueses, y se adjudicó su segundo Ballon d'Or en 1976.
Después se marchó por primera vez a Estados Unidos, al Cosmos de Nueva York, con el que ganó tres veces seguidas el campeonato nacional, antes de regresar a Alemania, al Hamburgo. Allí sumó otro título de la Bundesliga y puso fin a su carrera en 1983 durante otra breve estancia en Nueva York, retirándose como el jugador de la República Federal de Alemania que más veces ha vestido la camiseta de su país, con 103 partidos internacionales.
Beckenbauer no tardó en volver al primer plano. En 1984, se convirtió en seleccionador de la República Federal de Alemania y estuvo a punto de alcanzar la gloria en la Copa Mundial de 1986, llevando a su equipo a la final, donde igualó dos goles en contra contra contra Argentina, para acabar perdiendo por 3-2. Cuatro años más tarde, República Federal de Alemania ganó la revancha de la final al vencer por 1-0 y Beckenbauer dejó la selección tras ser campeón del mundo.
Tras una breve etapa al frente del Olympique de Marsella, Beckenbauer regresó al Bayern como vicepresidente en 1991, y en 1993 asumió el cargo de entrenador interino, con el que no tardó en ganar otra Bundesliga. En 1996, Beckenbauer volvió a ocupar el puesto de técnico a mitad de temporada y condujo al club a la victoria en la Copa de la UEFA. Después se dedicó a la administración del fútbol, siendo Presidente del Bayern durante 15 años y dirigió la exitosa candidatura de Alemania al Mundial de 2006.
Entre sus innumerables logros personales, fue nombrado Futbolista del Siglo de Alemania en 2000, futbolista del año de su país en cuatro ocasiones, recibió el Premio Presidente de la FIFA en 2012 y el Premio del Presidente de la UEFA al año siguiente, y también recogió una serie de honores por su labor social y caritativa.