La perseverancia premió a Eunate
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Resumen del artículo
Eunate Arraiza es un gran ejemplo de cómo superar un obstáculo importante en en tu camino. La jugadora del Athletic y de la selección española ha aprendido a vivir con una importante discapacidad auditiva y se ha labrado una carrera en el fútbol mientras piensa en un futuro lleno de sueños.
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Cuerpo del artículo
Cada mes, como parte de su campaña #EqualGame, la UEFA se centra en una persona de una de sus 55 federaciones miembro. Esta persona es un ejemplo de cómo el fútbol promueve la inclusión, la accesibilidad y la diversidad, su historia ejemplifica cómo la discapacidad, la religión, la orientación sexual, la etnia y la clase social no son un impedimento para jugar o disfrutar del fútbol.
Cuando Eunate Arraiza era una niña se le descubrió una discapacidad auditiva. Pero eso no la detuvo de ninguna forma para sentirse plenamente realizada en su vida. Creció en una zona rural, en una familia dedicada a la agricultura en la localidad de Biurrun, en el norte de España. Eunate fue desde siempre una enamorada del fútbol y cómo única jugadora sorda profesional del país, el fútbol le ha dado momentos y experiencias para disfrutar.
Con 27 años en la actualidad, Eunate ha trabajado incansablemente para forjarse una impresionante carrera como jugadora que la ha convertido en una polivalente pieza del Athletic Club en la máxima categoría del fútbol español y que además le ha permitido debutar con España a nivel absoluto.
Es un ejemplo sobresaliente de superación digno de seguir para todo aquel con un obstáculo importante que superar en su vida.
Eunate recuerda cómo se dieron cuenta de su problema de audición. "Cuando tenía en torno a dos años, mis padres se dieron cuenta de que algo no iba bien, porque intentaban llamarme y nunca respondía a sus llamadas. Y luego los médicos confirmaron que tenía una discapacidad auditiva".
"Sufro una sordera completa en mi oído izquierdo, porque ahí es donde tengo una menor audición residual", explica Eunate. Tuvo un audífono en su oído izquierdo hasta los ocho años, cuando se le cambio este dispositivo por un implante para ayudarla a oír, un dispositivo insertado en su oído. "He tenido dos aparatos. El priemro era una pequeña petaca con un cable y un imán. Y el que tengo ahora no tiene petaca. Es un imán con un auricular alrededor de mi oreja", afirma.”
Desde su infancia, Eunate ha ido a escuelas normales. Sus padres escucharon a profesores y expertos decir que sería mejor que fuera a una escuela especial para niños sordos. Sin embargo, ellos insistieron en que sería beneficioso para ella estar en un ambiente similar al que se iba a encontrar cuando fuera mayor.
Aprendió a hablar, con ayuda de una terapia especial, y también a leer y escribir. "Fui a un colegio muy bueno. He tenido que trabajar duro. Tenía que esforzarme el triple que el resto". Se sentaba en la primera fila de su clase, delante de sus profesores con un dispositivo que le ayudaba a escucharlos, entenderlos y aprender.
Mientras, el fútbol siempre fue una constante: "Creo que mi padre instaló el fútbol en mí más que cualquier otra persona, ya que él solía jugar, así que lo inculcó en mi. Siempre he tenido un balón desde pequeña y lo llevaba a cualquier lugar. En casa, fuera de casa o en el parque con mis amigos".
Durante una fiesta en su pueblo, la coordinadora de fútbol del club Lagunak de la ciudad de Barañáin se dio cuenta de la pasión de Eunate, de ocho años, por el fútbol y la invitó a unirse al equipo. Debutó en primera división a los 14 años y su talento llamó la atención del Athletic Club, que la llamó a los 20 años. Cualquier inquietud inicial por lo que admite fue un paso importante para alejarse de su zona de confort, ya que pronto se convirtió en una miembro respetada de un equipo que iba a llegar a lo más alto, y que alcanzó la gloria nacional en 2016.
El Athletic ganó el título nacional, clasificándose para la UEFA Womens Champions League. "Fue hermoso y único. Recuerdo el último partido, cuando sonó el pitido final, lo primero que hice fue llorar de emoción", dice.
"Recuerdo a todas las personas (en los eventos cívicos) con bufandas, banderas y sombreros pidiendo fotos y autógrafos. Desfilamos la copa en un autobús abierto. Fue increíble.... ¡se me puso la piel de gallina!".
Su participación en la Champions League también fue un sueño hecho realidad. "No tuvimos suerte por caer en la primera ronda. Pero fue una experiencia. Me gustaría volver a disputer la competición".
La alegría doméstica fue seguida en 2017 por el reconocimiento de la selección nacional absoluta española. Una vez más, su modestia brilla cuando habla sobre sus sensaciones. "La verdad es que no esperaba mi primera convocatoria a la selección nacional. Estaba jugando con mi equipo en Madrid, y cuando el partido terminó, el seleccionador nacional estaba hablando con mi entrenador, y ellos hablaban un poco de mí".
"Ellos hablaron sobre mí y la selección nacional, y sobre si estaba lista. Yo estaba encantada. Lo sentí como una recompensa”.
Debutó en una victoria por 6-0 sobre Israel en un partido de clasificación para la Copa Mundial Femenina de la FIFA disputado en Ramat Gan, y llegó como suplente. "Llevar los colores de tu país y escuchar el himno nacional te enorgullece....estás representando a tu país al más alto nivel, has llegado hasta aquí".
Eunate ahora aspira a cotas más altas. "Mi sueño a largo plazo es ser convocada para el Mundial (2019)", afirma.
Sobre el césped, Eunate suele llevar audífono a menos que haya, por ejemplo, fuertes lluvias o una tormenta. "Cuando mis compañeras de equipo o mi entrenador me hablan directamente a la cara, los entiendo perfectamente. Pero cuando me hablan por detrás, puedo oír que me hablan, pero no entiendo la información crucial que intentan transmitir", afirma.
Eunate describe su audífono como "otra parte de mi cuerpo. Solo me lo quito cuando duermo o cuando tomo una ducha. De lo contrario, lo llevo puesto todo el día. Cuando voy a entrenar, me pongo el audífono, que va sobre la oreja, y después me sujeto el pelo con una coleta", afirma.
"Luego me pongo la camiseta, los pantalones, las medias, las botas y luego mis espinilleras. Normalmente solo me tengo que acordar de ponerme mi audífono, pero luego están todas esas cosas que no puedo olvidar. Tengo que acordarme que lo llevó cuando salto para dar al balón de cabeza. Tengo que tener cuidado porque si se me rompe me puede hacer daño. Soy como cualquier otra jugadora, pero tengo que asegurarme que el implante está seguro".
"En referencia al árbitro, el silbato, el balón, los árbitros asistentes, la afición y todo eso, lo oigo todo perfectamente. Cuando estás en el estadio, cuando estás jugando, escuchas a la gente, el ruido. Sin embargo, últimamente, más que al público escucho a mis compañeras, porque estás concentrada en el partido".
Felizmente, nunca ha sido objetivo de comentarios negativos en su carrera. "Nadie me ha dicho nada nunca sobre mi problema. De hecho la gente me dice que tiene mucho mérito lo que he hecho, ya que he llegado a la selección nacional y juego en el Athletic Club", explica Eunate.
"Mucha gente me dice que soy un ejemplo de perseverancia. Estoy agradecida de poder ser una inspiración para la gente".
Que le digan a Eunate que es un modelo a seguir choca con su humildad. "Puede que sea un caso positivo para mucha gente. Soy un modelo a seguir en términos de superar obstáculos, pero siempre he dicho que soy una persona normal".
"Estoy muy orgullosa de ser un ejemplo para algunas personas que han superado obstáculos y me gusta saber que he sido una figura importante para ellos. Pero no quiero que se me vaya la cabeza. Lo único que me pasa es que tengo problemas para oír. Creo que mi vida es normal. Estudio, juego al fútbol, trabajo".
¿Qué consejo le daría a alguien con un problema similar al suyo? “No se tienen que sentir solos. Nunca deben parar de trabajar. Si les gusta algún deporte en particular, deben dedicarle tiempo”.
"Si te gusta algo, debes darlo todo por ello. Y con trabajo duro, sacrificio y esfuerzo, antes o después, siempre vas a tener una recompensa".